La irrigación eficiente fortalece la agricultura ecológica
El uso eficiente del agua en la agricultura es el factor más importante para mejorar la sustentabilidad en zonas con poca disponibilidad del recurso. La tecnología es un factor crucial en el manejo de semillas y suelos para incrementar la producción de alimentos
Cerca del 78% del agua que va a la atmósfera por evotranspiración agrícola -el proceso de fotosíntesis mediante el cual el agua en las plantas se evapora-proviene de la lluvia; mientras que un restante 26% corresponde al agua de riego. Estos datos permiten hacer ver que en zonas donde el agua es escasa, se puede incrementar la productividad de los suelos mediante la optimización del uso del recurso hídrico mediante sistemas de irrigación que sean más eficientes. Así lo plantea el estudio La infraestructura en el desarrollo de América Latina (CAF, 2012).
La producción de alimentos que satisfacen la dieta diaria de una persona requiere la conversión de unos 3.000 litros de agua líquida en vapor -aproximadamente un litro por caloría-, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Evaluación de Recursos Hídricos.
Mejorar la productividad del agua en zonas de secano a través de semillas resistentes a sequías y plagas, fertilizantes y especialmente el manejo científico de la humedad en el suelo, serán factores tecnológicos cruciales para aumentar la producción de alimentos sin incrementar la demanda de agua.
Para mejorar la sustentabilidad y el equilibrio entre la demanda y la disponibilidad del agua, el factor determinante es aumentar la productividad en la agricultura. Un incremento de 35% podría reducir considerablemente el consumo de agua de los cultivos, especialmente en las zonas de baja productividad. Y esto puede lograrse a través de métodos y modalidades de cultivos, así como de producción agroecológica de alimentos que sean entendidos de manera integradora, tomando en cuenta la importancia del manejo eficiente del agua.