3 medidas para erradicar la violencia contra mujeres y niñas
Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de Violencia Contra la Mujer, presentamos 3 medidas para mejorar la situación en América Latina
En América Latina y el Caribe alrededor de 30% de mujeres y niñas han sufrido alguna agresión física o sexual por parte de sus parejas o exparejas, según datos de la OMS.
Como en muchos otros ámbitos, la realidad en la región se presenta de forma bastante heterogénea: en Bolivia, por ejemplo, el 53,3% de las mujeres han sufrido violencia física o sexual; el 39,7% en Colombia; el 39,5% en Perú; el 32,4% en Ecuador; y el resto de países oscilan entre el 17% y 29%.
Esta situación, además de suponer un lastre para el desarrollo latinoamericano y de reflejar una desigualdad de género preocupante, afecta directamente a la salud pública y a la particular de mujeres y niñas. En altos porcentajes, ellas sufren lesiones, embarazos no deseados, abortos, enfermedades de transmisión sexual, problemas de autoestima y autoagresión, depresiones, alcoholismo, por nombrar solo una parte de la extensa lista de perjuicios.
Adicionalmente, las mujeres víctimas de violencia por parte de la pareja tienen un 16% más probabilidad de dar a luz a bebes con insuficiencias, el doble de abortar, cerca del doble de padecer depresión y 1.5 veces más expuestas a contraer VIH.
Ante esta situación, y coincidiendo con el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, presentamos 3 medidas que pueden contribuir a erradicar este mal que afecta a las sociedades latinoamericanas desde hace demasiado tiempo:
- Creación y profundización de leyes: un total de 20 países de América Latina y el Caribe cuentan actualmente con leyes de violencia contra las mujeres, aunque sólo en ocho se asignan recursos específicos en su presupuesto nacional. 14 países han tipificado el delito de feminicidio y dos lo han establecido como un homicidio agravado por razones de género. Casi todos los países de la región tienen leyes contra la violencia doméstica, aunque en los próximos años los esfuerzos deberán orientarse en aplicarlas. En este sentido, es imprescindible avanzar en estos desarrollos que contribuyen a concienciar a la ciudadanía acerca de la magnitud del problema.
- Empoderamiento económico de las mujeres: La dependencia económica y la insuficiencia de ingresos constituye un factor que incide en la permanencia de las mujeres en situaciones de violencia, por eso CAF -Banco de Desarrollo de América Latina-, promueve acciones para que las mujeres mejoren su autonomía económica. estamos impulsando iniciativas que generen cambios en la vida de las mujeres y potencien sus capacidades de liderazgo como agentes de cambio social, económico y político.
- Fortalecimiento de las políticas públicas que favorezcan la inclusión de la mujer en la vida social y económica: es necesario implementar programas de tratamiento de las víctimas y de los agresores/maltratadores, ampliar la oferta de los servicios públicos (salud, judiciales, empresariales y de reparación de daños) a las mujeres, las acciones para la prevención, la adopción de nuevas leyes para una vida libre de violencia, las reformas al sistema judicial, las estrategias para incorporar en la política educativa nuevas disposiciones y medidas que conduzcas a transformar la cultura machista, sensibilizar a los hombres y niños e informar y prevenir a las mujeres y niñas requiere de financiamiento externo que permita a los países dar respuestas inmediatas a la situación de vulnerabilidad de las mujeres provocada por la violencia de género.