América Latina busca mejorar su gestión pública a través de “empujoncitos”
La teoría del Nudge o del "empujoncito" se basa en que el refuerzo positivo y las sugerencias indirectas pueden mejorar la toma de decisiones de un grupo de personas de forma más efectiva que las instrucciones directas o la aplicación de alguna ley.
De hecho, C. Sunstein y R. Thaler, autores del libro "Nudge", identifican ejemplos en donde ciudadanos mejoran sus elecciones sobre la comida que consumen, otros que disminuyen la tasa de robos de teléfonos móviles, y otros que aumentan la disposición de los contribuyentes a pagar los impuestos gubernamentales. Como resultado de la influencia de estas teorías, se crea en 2010 el Behavioural Insights Team (BIT), también llamado la Unidad Nudge o "la unidad del empujón" del gabinete británico.
Desde su creación, el BIT ha implementado más de 50 innovaciones en diferentes campos de la política pública, incrementado la eficiencia en la prestación de bienes y servicios. Entre 2010 y 2013 generó ahorros al gobierno británico de más de £480 millones, con un presupuesto inferior a £1 millón. Una característica fundamental de La Unidad Nudge es que utiliza herramientas de evaluación de gestión rigurosas para medir el impacto de sus intervenciones, lo que le permite identificar el impacto real de los distintos "empujones" propuestos sobre las políticas o programas públicos.
Entre los experimentos más interesantes realizados por el BIT destaca una invitación para potenciales donantes de órganos, en donde evaluaron el impacto de la comunicación desarrollando ocho tipos de textos diferentes que evocaban distintas emociones. Los mensajes fueron mostrados al público de forma aleatoria y se llevó a cabo una evaluación de impacto. Los resultados indicaron que el mensaje que incentivaba la reciprocidad lograba aumentar en más de 100.000 nuevos registros las inscripciones para donar órganos.
También destacan sus proyectos en establecer incentivos para reducir errores en las prescripciones médicas, para el pago de impuestos, la disminución del consumo de cigarrillos en embarazadas, entre otros. El BIT mostró que hay una gran oportunidad para que los Estados mejoren su eficiencia con instituciones propias a través del uso la ciencia. En América Latina, este modelo se ha utilizado principalmente impulsado por la academia, los bancos de desarrollo y el sector privado.
Organizaciones como CAF -Banco de Desarrollo de América Latina-, el BID, J-Pal, IPA e Ideas42 han trabajado junto a gobiernos desde hace algunos años en identificar cómo "empujoncitos" e incentivos puedan llevar a una mejor la toma de decisiones.
CAF ha llevado a cabo proyectos de este tipo en áreas como recaudación de impuestos, seguridad y educación. Un ejemplo relevante de esto se llevó a cabo en 2016 cuando junto al Departamento Nacional de Planeación (DNP) realizó un llamado para identificar iniciativas de gestión pública que pudieran ser objeto de una evaluación de impacto aleatoria y que permitieran mejorar la toma de decisiones al interior de las entidades. Seis iniciativas de alta relevancia fueron seleccionadas y están siendo evaluadas conjuntamente por ambas organizaciones.
Otra tendencia interesante, que también se observa en América Latina, es que los gobiernos de la región también han empezado a desarrollar sus propias iniciativas para crear pequeños laboratorios de nudges. Entre ellos destaca MineduLAB, primer laboratorio de innovación para la política educativa que se ha implementado en el Perú. Esta instancia forma parte de la Oficina de Seguimiento y Evaluación Estratégica del Ministerio de Educación y se encuentra enfocada en la implementación de la modernización de la gestión educativa.
En dicho marco, viene impulsando diversas herramientas para la generación de evidencia oportuna y rigurosa que guíe la toma de decisiones de política, así como la institucionalización de espacios para la innovación y el aprendizaje continuos. MineduLAB es una punta de lanza para América Latina en términos de innovación y aprendizaje ya que permite diseñar, implementar y evaluar rigurosamente mejoras a la política bajo métodos experimentales, con el fin de determinar su efectividad antes de su escalamiento y con un costo muy bajo para el sector.
Mientras nuevas instituciones vayan surgiendo, la gestión mejorará y aprenderán a ser más eficientes utilizando la evidencia para mejorar la toma de decisiones.