Tecnologías disruptivas y digitalización en bancos de desarrollo
Las nuevas tecnologías están llamadas a incidir de manera directa en el desarrollo integral de los países latinoamericanos, y pueden contribuir a aumentar la productividad, mejorar las cadenas de valor globales y fomentar el emprendimiento.
Durante el taller de Digitalización en Instituciones Financieras de Desarrollo, realizado en Rio de Janeiro entre el 14 y 17 de enero, representantes de bancos de desarrollo asiáticos, europeos y latinoamericanos debatieron el papel de economía digital y la “comoditización” de las tecnologías digitales para lograr un desarrollo integral de América Latina.
En su intervención, Jorge Arbache, Vicepresidente del Sector Privado de CAF –banco de desarrollo de América Latina-, aseguró que las nuevas tecnologías tienen el potencial de aumentar la productividad; optimizar procesos; crear cadenas de valor globales; generar una mayor variedad de bienes y servicios para los consumidores; proveer más y mejores servicios públicos (e-Government); beneficiar masivamente a la MIPYME; potenciar la equidad de género; fomentar el emprendimiento; cerrar las brechas con regiones rezagadas; y dar saltos competitivos significativos (leapfrogging). Sin embargo, advirtió que estamos en una situación crítica para que los países en desarrollo converjan con las economías desarrolladas.
Arbache también mencionó que el uso de las nuevas tecnologías puede tener un límite en cuanto a sus beneficios para el desarrollo, ya que existe también una “comoditización” digital. Mientras más crezca la adopción de una tecnología, los beneficios serán marginales decrecientes tanto en productividad como en competitividad para quienes las adopten (a lo que conceptualmente definió como beneficios de primer orden).
Desde la perspectiva de los desarrolladores de las tecnologías ocurre lo contrario: mientras mayor sea la tasa de adopción, mayores y crecientes serán los beneficios marginales (beneficios de segundo orden), especialmente en sectores donde unos pocos desarrolladores dominen el mercado, por ejemplo, los sistemas operativos de los celulares.
Sobre el desarrollo de blockchain y las bases de datos distribuidas, Arbache opinó que representan un enorme potencial para los países en desarrollo, aunque aún se encuentran en una etapa muy temprana, con muchos modelos y plataformas compitiendo, que eventualmente convergerán hacia una concentración en unos pocos desarrolladores. En este sentido, es necesario encontrar soluciones de bajo costo, de código abierto, accesibles, utilizables para que pueda haber un verdadero impacto en el desarrollo.