3 herramientas para aumentar el uso de la evidencia en la práctica
En los últimos años se ha realizado una gran cantidad de evaluaciones de impacto que han permitido aumentar el conocimiento sobre la efectividad de varios programas o políticas públicas implementadas en diversos rincones del mundo. Sin embargo, a medida que aumenta la disponibilidad de estudios primarios, también crece el costo de consolidar, analizar y extraer la información más relevante para la toma de decisiones en el sector público.
Frente a este dilema, se han desarrollado distintas formas de presentar y sistematizar todos los estudios para que puedan ser fácilmente utilizados por los tomadores de decisiones. Este proceso de consolidación también permite acercarse a conclusiones más generalizadas respecto a la efectividad de intervenciones específicas. A continuación, describimos tres herramientas que buscan cumplir dichos objetivos:
Revisiones sistemáticas
Es una revisión exhaustiva de evaluaciones de impacto disponibles y de alta calidad, asociada a una determinada pregunta de evaluación. En ocasiones, las revisiones sistemáticas incluyen estimaciones estadísticas que, por medio de la agrupación de los efectos de los estudios primarios, permiten calcular el nivel de efectividad promedio para llegar así a conclusiones generales sobre la pregunta de investigación. Dicho análisis estadístico es conocido como “meta-análisis”.
Una revisión nace de procesos pre-definidos y sistemáticos para seleccionar, evaluar y sintetizar las evaluaciones de impacto relevantes, con el fin de asegurar el mayor nivel de transparencia, replicabilidad y confiabilidad de los resultados.
¿Cuál es su desventaja? Las revisiones sistemáticas tienden a ser documentos sumamente largos y técnicos, lo que limita su uso en la práctica. Ante esto, aliados de CAF –banco de desarrollo de América Latina, han impulsado la elaboración de resúmenes en lenguaje sencillo que sean más fáciles de entender que las revisiones sistemáticas completas. Varias decenas de este tipo de resúmenes, CAF los pone a disposición en español en su Scioteca.
Por otro lado, la generalización de los resultados se limita a los contextos que fueron analizados en el marco de la revisión, por lo que no puede eliminarse la posibilidad de que varíen significativamente al implementar programas similares en contextos diferentes a los estudiados.
Mapas de evidencia
Son presentaciones sistemáticas de la evidencia disponible para un sector en particular (como por ejemplo, educación primaria y secundaria). En términos de su presentación, un mapa de evidencia es una matriz en donde las filas representan los distintos tipos de intervenciones posibles, mientras que las columnas representan las variables de impacto. Los cuadros resultantes son rellenados según la evidencia disponible. Algunos mapas incluso incluyen filtros que permiten identificar la metodología de la evaluación, la ubicación e incluso la calidad general de la evidencia.
Esta es una herramienta que cumple una función distinta a las demás. Por un lado, permite guiar a los usuarios hacia la evidencia disponible para informar la implementación de políticas públicas. Adicionalmente, su diseño facilita la identificación de cuadrantes que presentan escasa evidencia, o por el contrario, sectores en los cuales existe una gran cantidad de estudios primarios que podrían ser utilizados para realizar una revisión sistemática. Es decir, los mapas de evidencia no solo informan a los tomadores de decisiones, sino que representan una herramienta clave para focalizar las agendas de investigaciones académicas.
¿Cuál es la desventaja? Para poder mapear información de forma estandarizada y resumida, resulta inevitable dejar por fuera detalles sobre las intervenciones como sus componentes, las barreras para la implementación y las características del contexto.
Portales de evidencia
Los portales proveen acceso seguro, personalizado e integrado a evidencia proveniente de distintas herramientas. En términos prácticos, son páginas web que sintetizan y presentan la evidencia disponible de una determinada temática (como por ejemplo, educación infantil temprana y desarrollo de capacidades) de una forma accesible e interactiva a implementadores y hacedores de política. Los portales incluyen información concisa sobre las intervenciones, los efectos sobre distintas variables de impacto, e incluso la costo-efectividad de los programas.