Uruguay: líder en el uso de fuentes renovables en América Latina
Uruguay ha tenido un cambio estructural y cultural desde 2007 al apostar a la generación energética a partir de fuentes renovables. Esta modificación, realizada parcialmente con el aporte de CAF, contribuye con el medio ambiente y brinda réditos económicos y mayor bienestar a la ciudadanía.
Por su paisaje de penillanuras y cientos de millas de costa oceánica y fluvial, Uruguay tiene una ubicación ideal para la generación de energía solar, eólica e hidráulica, y en la última década se ha posicionado como uno de los países con una mejor transición energética hacia las fuentes renovables, tanto en la región como en el mundo.
En abril de 2021 el país fue, por segundo año consecutivo, la nación latinoamericana mejor posicionada en el índice global elaborado por el Foro Económico Mundial y la consultora Accenture.
A fines de 2019, la Agencia Internacional de Energía (AIE) calificó a Uruguay como líder de América Latina en producción de energía y cuarto en el mundo en cuanto a niveles de generación eléctrica con fuentes eólica y solar.
La energía eólica, la solar y la biomasa comenzaron a tener un papel sumamente relevante en Uruguay y en 2019 alcanzaron altas participaciones en el total ofertado. De acuerdo al balance de la Administración Nacional de Usinas y Trasmisiones Eléctricas (UTE), el 55,6% correspondió a energía hidráulica, el 33,6% a eólica, el 6% a biomasa, el 2,8% a energía fotovoltaica y el 2% a térmica. En 2005, ni la energía eólica ni la solar aportaban a la producción.
Las energías renovables representaron el 98% de la matriz energética total en 2019, mientras que en 2005 eran 37%, de acuerdo al Balance Energético 2019 de la Dirección Nacional de Energía del Ministerio de Industria, Energía y Minería.
En relación a los intercambios internacionales se destaca que las exportaciones comerciales en el correr de ese año a Brasil totalizaron 600 GWh y a Argentina 2.391 GWh. Además, UTE, asistió con energía eléctrica a Argentina y Brasil en situaciones de emergencia de dichos países, según establece su Memoria anual de 2019.
La combinación de sus recursos naturales privilegiados, una legislación con visión de futuro y una inversión importante en infraestructura es la base del cambio en la matriz energética uruguaya.
Uruguay desarrolla una política de libertad de generación de energía, lo que ha fomentado significativas inversiones del sector privado, e invierte anualmente alrededor de 3% del Producto Interno Bruto (PIB) en infraestructura energética. El informe “Renewables Global Status Report” elaborado por REN 21, ubicó al país en el quinto lugar del mundo en términos de inversiones en energía renovable como porcentaje del PIB.
Con una red eléctrica de 83.277 kilómetros que abarca las líneas de distribución de baja tensión y domiciliarias, Uruguay cuenta con una tasa de electrificación que cubría el 99,8% de los hogares a fines de 2020.
En menos de 8 años se logró el desarrollo de igual cantidad de potencia eólica instalada como la de hidroeléctrica preexistente, pero además se instalaron plantas de generación de biomasa sostenible y plantas solares fotovoltaicas.
El aporte de CAF
La sólida recuperación económica del país tras la crisis atravesada en el año 2002, trajo como resultado un aumento en la demanda de energía eléctrica. Buscando incrementar la capacidad de generación de energía del sistema eléctrico minimizando la probabilidad de racionamientos y procurando el abastecimiento al menor costo posible, el gobierno, a través de UTE, adelantó la ejecución del Programa de Fortalecimiento del Sistema Eléctrico Nacional.
Entre 2002 y 2020, CAF –banco de desarrollo de América Latina- aprobó a Uruguay bajo distintos instrumentos financieros, USD 9.575 millones aproximadamente. Del monto total de aprobaciones en este período, USD 1.165 millones fueron para el sector energía por ambas ventanillas -público y privada-, lo que representa un 12,2% del total de las aprobaciones.
En abril de 2007, CAF aprobó un préstamo a favor de UTE por USD 28 millones, el cual, en conjunto con una operación paralela del Citigroup, estuvo destinado a financiar parcialmente la construcción de la Central Térmica Punta del Tigre con capacidad de 300 MW de potencia firme instalada, ubicada en el departamento de San José.
En 2008, con el objetivo de incrementar la disponibilidad de energía del sistema eléctrico uruguayo, CAF aprobó USD 150 millones a UTE para financiar parcialmente la ejecución durante el período 2008 – 2011 del Programa de Fortalecimiento del Sistema Eléctrico Nacional. El otro componente fue una línea de crédito rotativa por hasta USD 50 millones, destinada a financiar requerimientos de corto plazo en dicha etapa. Las inversiones financiadas con el apoyo de la CAF permitieron la instalación de nuevas centrales de generación así como de la infraestructura necesaria para la trasmisión e interconexión eléctrica con Brasil.
En 2012, UTE inició la construcción de la Central de Ciclo Combinado “Punta del Tigre” en el departamento de San José, una obra cofinanciada por CAF, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el banco alemán gubernamental de desarrollo (KfW). La obra requirió una inversión de USD 881 millones aproximadamente, de los cuales CAF aportó USD 180 millones, y fue inaugurada en 2019. La planta produce hasta 530 MW de potencia.
En 2013, CAF aprobó un préstamo a UTE, en este caso, por un total de USD 200 millones, que la empresa destinó a impulsar el Programa de Fortalecimiento del Sistema Eléctrico Nacional.
La iniciativa permitió realizar mejoras en el tendido de redes eléctricas de baja y media tensión, aumentando la confiabilidad del sistema eléctrico en Uruguay. Además, se llevaron adelante ampliaciones de la red, en procura de incorporar nuevos usuarios en el ámbito urbano y en las zonas rurales, y se instalaron líneas aéreas y cables subterráneos.
Por otra parte, CAF aportó en 2014 USD 90 millones a la empresa Cadonal S.A. para financiar el diseño, construcción y mantenimiento del parque eólico “Talas de Maciel II”, situado en Cerro Colorado, en el departamento de Flores, con capacidad de generación de 50 MW de potencia.
De igual forma, se destaca el financiamiento en 2015 por USD 58 millones para la empresa ROUAR S.A., propiedad de las estatales UTE de Uruguay y Eletrobras de Brasil, para la construcción y puesta en funcionamiento del parque eólico “Artilleros”, con capacidad de generación de 65 MW. Esta granja eólica, ubicada cerca de la localidad Tarariras, en el departamento de Colonia, dispone de 31 aerogeneradores de 2.1 MW de potencia nominal.
En marzo de 2021, CAF aprobó un préstamo de USD 300 millones a favor de UTE, que serán destinados para el Programa de Fortalecimiento del Sistema Eléctrico Nacional – Fase III.
Este Programa reconoce diversas inversiones realizadas o a realizarse entre el 1ro de julio de 2018 y el 30 de junio de 2022 en los sectores de transmisión y/o distribución y en el proyecto de cierre del anillo norte en 500 kV.
“En CAF apostamos firmemente al desarrollo de los países y a la búsqueda de una matriz energética diversificada, que mejore los servicios del sector a la población y a la vez resulte sustentable con el medio ambiente. En este sentido, Uruguay es un ejemplo en la región y el mundo y estamos muy orgullosos de ser parte de este crecimiento”, indicó François Borit, representante de CAF en el país.
De esta forma, CAF continúa contribuyendo a que Uruguay mantenga su robusta red eléctrica, buscando la reducción de cortes de energía, mejorando el servicio y llegando cada día a más habitantes de todo el país.