El determinante rol de la mujer en la recuperación económica de la región

Con el objetivo central de fortalecer alianzas entre ellas, así como con la sociedad civil y otros múltiples actores en favor de políticas y leyes para el empoderamiento económico y el liderazgo de las mujeres, la Gerenta de Género Inclusión y Diversidad de CAF-banco de desarrollo de América Latina-, Ana Baiardi, participó de la Trigésima Novena Asamblea de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) de la Organización de Estados Americanos (OEA), realizado la ciudad de Panamá, este año bajo el lema “Tendiendo puentes para un nuevo pacto social y económico liderado por Mujeres.

La Gerenta de Género, Inclusión y Diversidad de CAF, Ana María Baiardi, afirmó que propiciar este tipo de encuentros resulta un espacio importante para el intercambio de buenas prácticas, así como para resaltar los desafíos y desigualdades persistentes que enfrentan las mujeres de la región y que se han acrecentado durante y después de la pandemia. “La crisis del COVID-19 ha acelerado el proceso de bancarización en la mayoría de los países para enfrentar a esta emergencia socioeconómica, y puede ser una excelente herramienta para la inclusión financiera. Sin embargo la experiencia nos muestra que la simple bancarización por sí sola no es suficiente para poder enfrentar los múltiples desafíos que enfrentan las mujeres en su diversidad para acceder a un sistema financiero equitativo”, dijo.

Según destaca Baiardi, Las recientes encuestas de CAF de medición de las capacidades financieras con perspectiva de género realizadas en Brasil, Colombia, Ecuador y Perú visibilizan, entre otros hallazgos, que las mujeres son menos seguras que los hombres respecto a sus conocimientos y habilidades; son más vulnerables financieramente y menos resilientes ante una emergencia o pérdida de su principal fuente de ingresos.

Baiardi agregó que a las mujeres les cuesta más acceder al crédito, pero cuando acceden, lo hacen con tasas más altas, con tiempos o plazos más cortos y con montos, también, más reducidos con respecto a sus pares varones, pese a que las mujeres han demostrado tener menos tasas de morosidad y de impago.

María Inés Castillo, ministra de Desarrollo Social de Panamá, manifestó que ese poderoso reclamo colectivo por la igualdad de derechos de las mujeres en todo el hemisferio fue el catalizador para la creación de la CIM en 1928, época en la que solo las mujeres en Estados Unidos y Canadá podían ejercer su derecho al voto. “No cabe duda, que, así como hemos alcanzado grandes e importantes avances en esta materia, aún nos queda mucho camino por recorrer”, manifestó.

Para Castillo, hablar de colocar a las mujeres en el centro de la recuperación económica es una labor que el Gobierno Nacional o no puede realizar solo, es por ello que Panamá ha trabajado en el Consejo de Paridad de Género de manera conjunta con organizaciones, organismos y empresa privada con la finalidad de ir cerrando las brechas económicas de desigualdad de las mujeres.

“Avanzar en la agenda de género requiere de diálogos interseccionales, intersectoriales y, sobre todo, en la multilateralidad; la agenda de igualdad no puede ni debe quedar atrás, pero sobre todo posicionando a las mujeres, y sus liderazgos, en el centro del desarrollo sostenible de la región”, afirmó la secretaria ejecutiva de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) de la Organización de Estados Americanos (OEA) Alejandra Mora Mora.

Durante este encuentro, las delegadas revisaron el Proyecto del Plan Estratégico para el periodo 2022-2026 de la CIM con el objetivo de aprobarlo. Este proyecto es el resultado de un amplio proceso de consultas que ha tomado en cuenta los avances, los retos y los logros de períodos anteriores.