Después de lograr el objetivo y cruzar la meta, existen 2 sentimientos visiblemente marcados en los corredores: el primero es seguir motivado para alcanzar nuevos objetivos y el segundo es la pérdida de motivación por querer seguir entrenando, lo que muchas veces se conoce como “Depresión post carrera”. 

Aquí compartimos algunos consejos para mantenerte enfocado en tu recuperación luego de una carrera y continuar motivado para alcanzar tus próximos objetivos. 

¡Ya llegaste a la meta!  

En este punto alcanzaste tu objetivo y obtuviste tu medalla ¡Felicitaciones! Después de esto no pares de golpe, tus pulsaciones seguro estarán elevadas, por lo tanto, debes ir bajando el ritmo de a poco. Finaliza con un trote suave o una caminata rápida. 

Una vez finalizada la carrera necesitas recargar energía e hidratación. Una fruta muy recomendada post entrenamiento es el cambur, puedes combinarlo con un poco de agua o bebida isotónica para hidratarte. Busca un lugar para estirar sin forzar demasiado los músculos, recuerda que el estiramiento al final de la carrera es tan importante como antes de iniciar. 

En las horas posteriores a la carrera, haz una carga de carbohidratos, proteínas y vegetales acorde al tiempo que estuviste corriendo e intenta cambiar tu ropa de carrera por ropa seca. Ya en casa, durante la tarde, haz una siesta para facilitar la recuperación muscular. En caso de que tengas mucho dolor en las piernas, sumérgelas en agua con hielo para ayudar a la recuperación. 

Los días siguientes…  

Luego de una carrera, especialmente en aquellas de largas distancias como un maratón, hay un alto daño muscular por eso siempre la recomendación es descansar y recuperarse. Es posible que tu sistema inmunológico no esté al 100%, por lo que puedes tomar vitamina C para fortalecerlo. 

Durante estos días sigue una alimentación balanceada con frutas, verduras y pescados. No pierdas de vista la hidratación, consume suficiente agua para reponer los líquidos perdidos. 

Si buscas hacer una recuperación activa, nadar es un excelente ejercicio por su bajo impacto en los músculos y la sensación de relajación que proporciona. También puedes probar masajes deportivos para bajar la tensión muscular. 

Una semana después…  

Comienza con trotes suaves para evaluar tu estado e identificar algún posible dolor que pueda haber quedado, especialmente si corriste una distancia larga. Evita entrenamientos que puedan sobre exigirte como carreras de velocidad o prácticas en subidas. No te apresures en volver a las pistas, tómate tu tiempo si lo necesitas. 

3 semanas después…  

Quizás ya estés listo para establecer otro objetivo e iniciar un nuevo entrenamiento. Comienza de a poco y a tu ritmo, la carga no debería ser superior a la que tenías al inicio de tu entrenamiento anterior.  Si en este punto sientes que tu motivación se ve afectada, apóyate en tu disciplina y determinación, verás que poco a poco la irás recuperando. 

Tener una carrera como próximo objetivo es un incentivo para continuar motivado o, al menos, para contar con la disciplina de entrenamiento que permita lograr el éxito en la próxima carrera.