Presidente ejecutivo de CAF ofrece discurso en la Cumbre del Futuro de Naciones Unidas

A continuación el discurso completo

Presidente, Secretario General, Jefes y Jefas de Estado, Jefes y Jefas de delegaciones, Señoras y Señores:

Saludamos y acompañamos los planteamientos del Pacto del Futuro y el Pacto Global Digital que fueron adoptados esta mañana, específicamente en lo que a los ajustes de la arquitectura financiera internacional se refieren. La esperanza de las nuevas generaciones y el bienestar de la población y del planeta nos demandan actuar rápido y con decisión. Es nuestro deber liderar y jalonar este cambio, acelerar nuestra acción, elevar la voz y preparar el terreno.

Haciendo eco de la invitación a esta Cumbre convocada por el Secretario Guterres para trascender el “qué hacer” y concentrarnos en el “cómo”, desde CAF, Banco de Desarrollo de América Latina y El Caribe, consideramos crucial que los bancos multilaterales y regionales de desarrollo se fortalezcan a todo nivel, sobre todo patrimonialmente, para estar a la altura de las respuestas a los desafíos actuales.

Para esto, la arquitectura financiera internacional debe dar espacio a otros actores que han cobrado relevancia y que han demostrado ser eficientes en el despliegue de recursos para financiamiento del desarrollo. Me refiero específicamente a los bancos multilaterales orientados por prestatarios y no por donantes, como el caso de CAF.

Hoy somos un banco de América Latina y El Caribe, para América Latina y El Caribe. Nacimos hace 55 años con 6 países miembros y hoy ya somos 26. Vamos rumbo a ser el banco multilateral de mayor cobertura geográfica de la región.

Bancos como CAF cobraron fuerza y relevancia en el sur global, operando con una visión que parte desde lo local, reconociendo la diversidad de los retos, con aproximaciones flexibles y ágiles en su capacidad de respuesta y estándares.

América Latina y El Caribe es una región diversa, altamente biodiversa y marcada por contrastes. Estas realidades requieren respuestas diferenciadas ––soluciones innovadoras, flexibles y con adecuada financiación para acompañar la triple transición verde, digital y energética, con marcado énfasis en el desarrollo humano.

El tamaño y característica de los desafíos actuales no eran previsibles cuando se crearon los ODS. Me refiero a los altos niveles de endeudamiento generados, entre otros, por choques externos al sur global, así como los efectos devastadores del cambio climático y de la pandemia. Esto, sumado a una acelerada revolución tecnológica y de inteligencia artificial, así como a los fenómenos migratorios.

Por todo lo anterior, las reformas al sistema de financiamiento al desarrollo que están sobre la mesa y que fueron incluidas en el Pacto del Futuro deben incluir a todos los actores, en un marco de amplia colaboración y coordinación multilateral. En este esfuerzo, todos suman y nadie sobra.

Si los bancos multilaterales contaran con mayor capital, tendrían el potencial de ser más eficaces en multiplicación y movilización de recursos, así como en roles anticíclicos.

Adicionalmente, son canales confiables de financiamiento, habilitadores y creadores de mercados y honest brokers en gestión, administración y transferencia de riesgos. Es imperativo optimizar sus hojas de balance -por ejemplo, con instrumentos como capital híbrido.

Las rentas globales para financiar el desarrollo requieren de canales óptimos para poder ser redistribuidas de manera eficiente y efectiva. Los bancos multilaterales, a pesar de solo financiar cerca de USD 200 billones de los USD 3 trillones de la inversión anual global, son instrumentos fundamentales para esta tarea.

En este sentido, celebramos que el Pacto del Futuro haya hecho un llamado contundente a la redistribución de Derechos Espaciales de Giro. CAF ha estado llevando este mensaje a distintas instancias desde el año pasado -como el G20 y la 4ª Conferencia Internacional sobre los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo.

En 2023 y 2024 demostramos, con operaciones 2 en Argentina y 1 en Ecuador, que los DEGs pueden ser usados a través de un banco multilateral, habilitando la ejecución de agendas de desarrollo en esos países.

Los bancos multilaterales tenemos experiencia, trayectoria y reputación para desplegar nuevos instrumentos que generen confianza a otros financiadores, como el sector privado. Hablo de productos como garantías, seguros, recursos para estructuración y seguimiento a la ejecución de proyectos, cumplimiento de estándares ESG, y principios de transparencia y medición de impacto.

Por otro lado, los bancos multilaterales podemos liderar el proceso de innovar en creación o desarrollo acelerado de mercados de activos alternativos como la infraestructura, los créditos de carbono, los créditos de biodiversidad, inversiones en capital de riesgo, entre otros, a partir de los cuales se pueden generar más rentas para el desarrollo.

Finalmente, estos bancos tenemos la responsabilidad también de continuar acompañando a los países con asistencia técnica y financiamiento para optimizar sus mercados locales, sus estructuras de ingresos tributarios, herramientas para gestión de deuda y para mejora de la eficiencia del gasto y de la inversión. Esto puede generar o liberar recursos adicionales para contribuir al financiamiento para el desarrollo.

Seguiremos llevando este mensaje a espacios como las cumbres CELAC-UE, la COP16 que tendrá lugar en Colombia, y la Cumbre de Financiamiento para el Desarrollo de Sevilla.

Desde CAF, como actor relevante y vocero global de América Latina y El Caribe, estamos preparados para formar parte de la agenda renovada que se plantea en esta Cumbre, para así contribuir con el futuro de las nuevas generaciones.

Muchas gracias.