Buenas noticias para los Páramos en la COP16

24 de octubre de 2024

CAF, en alianza con Cumbres Blancas, se destacó en la COP16 como la primera institución multilateral en promover la protección integral de los páramos, enfocándose en su conservación y en el bienestar de las comunidades locales.

CAF –banco de desarrollo de América Latina y el Caribe, con el apoyo de Cumbres Blancas, se posicionó en la COP16 de Cali como la primera institución multilateral en abordar la protección de los páramos con una visión integral que busca no solo la conservación ambiental, sino también el mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades locales que dependen de estos ecosistemas.

Los ecosistemas de alta montaña, especialmente los páramos, desempeñan un papel fundamental en la sostenibilidad ambiental y el bienestar de millones de personas. Sin embargo, el cambio climático, el uso insostenible del suelo y otras actividades humanas están amenazando seriamente estos ecosistemas estratégicos.

En este contexto, los páramos, que se encuentran exclusivamente en Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, son reconocidos por ser los ecosistemas de alta montaña más biodiversos del mundo. Albergan más de 35.000 especies de plantas y vertebrados, ocupan el primer lugar en diversidad de aves, mamíferos y anfibios, y el segundo en reptiles. Además, estos ecosistemas proveen servicios fundamentales a más de 60 millones de personas que dependen directamente de sus recursos, incluyendo el abastecimiento de agua y energía para ciudades como Bogotá, Quito y Cuenca.

La alianza con Cumbres Blancas reflejan el compromiso de la institución de promover acciones concretas para la restauración y protección de los páramos, y pretende desarrollar iniciativas como la construcción de viveros comunitarios, la creación de capacidades de empleo verde, y la restauración de cuencas hídricas, vitales para garantizar el acceso a agua potable y energía en estas regiones.

Las acciones estratégicas que impulsa CAF en los páramos están orientadas no solo a mitigar los impactos del cambio climático, sino también a fomentar la resiliencia de las comunidades que habitan en estos territorios. Los viveros comunitarios, por ejemplo, serán una herramienta fundamental para la restauración de la flora nativa y la reforestación de áreas degradadas. Además, la creación de empleos verdes en sectores como la agricultura sostenible y la gestión de recursos naturales contribuirá directamente a mejorar las condiciones socioeconómicas de las poblaciones locales.

Al respecto, Alicia Montalvo, gerenta de Acción Climática y Biodiversidad Positiva de CAF dijo que “el reto que enfrentamos no es solo proteger la biodiversidad de los páramos, sino traducir nuestro conocimiento y esfuerzos en acciones concretas que aseguren su preservación. Nuestra colaboración con OTCA y otras instituciones es clave para obtener datos precisos y coordinar esfuerzos regionales, garantizando que los recursos se inviertan de manera óptima en los lugares que más lo necesitan".

CAF ya ha puesto en marcha diversas iniciativas en la región, que van desde la restauración ecológica hasta la promoción de bionegocios sostenibles. Uno de los ejemplos más destacados es el trabajo que se realiza con las 56 comunidades indígenas Puruhá del páramo de Cotopaxi, en Ecuador, a través de un proyecto de bionegocios impulsado junto con el Global Environmental Facility (GEF), el Ministerio del Ambiente y la Fundación Heifer. Este proyecto tiene como objetivo fortalecer la cadena de producción de quinua orgánica y mejorar las condiciones socioeconómicas de más de 600 familias.

Además, CAF está promoviendo, en colaboración con el GEF, un proyecto que busca reducir el riesgo climático que afecta a las poblaciones de páramos en Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. Esta iniciativa beneficiará directamente a más de 360.000 personas, mejorando la capacidad de adaptación al cambio climático en estas zonas vulnerables. El objetivo es asegurar que estos ecosistemas estratégicos puedan seguir ofreciendo servicios vitales a las poblaciones locales.