La COP16 abre nuevas oportunidades para los créditos de biodiversidad

29 de octubre de 2024

Uno de los retos de la COP16 de Cali es encontrar nuevas fórmulas de financiación para luchar contra la pérdida acelerada de biodiversidad. Una de las que más interés está generando son los créditos de biodiversidad, ya que vinculan la protección de los ecosistemas con los mecanismos de mercado e incentivan la inversión en proyectos de conservación y restauración de manera inclusiva y eficaz.

Los créditos de biodiversidad son una herramienta que permite a las empresas privadas financiar la conservación o restauración de bosques, y que no solo generan valor ambiental, sino que también fortalecen las economías locales y los medios de vida en las áreas protegidas.

La introducción de los créditos de biodiversidad en América Latina enfrenta una serie de retos que requieren una colaboración multilateral. Estos retos incluyen la definición de marcos regulatorios sólidos, el desarrollo de metodologías de medición precisas y la creación de capacidades locales para garantizar el monitoreo efectivo de los ecosistemas.

Por eso, es importante estructurar programas que promuevan un uso responsable y sostenible de los recursos naturales y que, al mismo tiempo, garanticen la participación activa de las comunidades locales en los procesos de conservación.

Ante esta situación, el Pabellón #LaBiodiversidadNosUne de CAF dedicó un evento para acelerar la adopción de estos mecanismos financieros en los ricos ecosistemas de selvas, montañas y áreas marinas de la región, que no solo albergan una biodiversidad única, sino que también proveen servicios ecosistémicos esenciales para la mitigación del cambio climático, la regulación hídrica y el bienestar humano.

Patricia Herrera, experta en financiamiento verde, señaló que "los créditos de biodiversidad representan una oportunidad para transformar las prácticas de conservación y restauración en un motor económico y social, generando valor ambiental y desarrollo sostenible”. Este enfoque busca crear un mercado regional que facilite la movilización de recursos hacia los proyectos de conservación, alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los compromisos internacionales de la región.

Los expertos coincidieron en que el desarrollo de los créditos de biodiversidad en la región abre una puerta para la creación de un mercado de financiamiento ambiental que integre las necesidades de conservación y desarrollo. Estos créditos permiten asignar un valor económico a los servicios ambientales, creando incentivos para la protección de los ecosistemas y generando oportunidades de empleo y desarrollo en las comunidades locales.

Para Alicia Montalvo, gerente de Acción Climática y Biodiversidad Positiva de CAF “la conservación de nuestros ecosistemas no solo es vital para el medio ambiente, sino también para el desarrollo económico y social de nuestras comunidades. Los créditos de biodiversidad pueden servir como un catalizador para movilizar recursos financieros hacia estas áreas”.

“La implementación de los créditos de biodiversidad debe basarse en ciencia robusta y en el conocimiento de los ecosistemas locales. Solo así podremos garantizar que estos mecanismos realmente contribuyan a la conservación”, dijo Brigitte Baptiste, reconocida experta en ecología y rectora de la Universidad EAN. En este sentido, planteó la necesidad de fortalecer la investigación y el conocimiento local para que cada crédito de biodiversidad emitido esté respaldado por un monitoreo adecuado que garantice su efectividad en términos de conservación.

Los expertos concluyeron que el desarrollo de los créditos de biodiversidad en América Latina y el Caribe es una oportunidad para avanzar hacia un modelo de conservación donde el valor de los ecosistemas se refleje en decisiones económicas. Estos créditos representan un paso hacia la integración de la naturaleza en los sistemas de mercado, permitiendo que las comunidades locales tengan un rol activo en la conservación de sus recursos y en el desarrollo sostenible.