Dichos proyectos suman más de 10.000 km de nuevas líneas
de alto voltaje; cerca de 6.500 MW de capacidad; y costos
de inversión alrededor de USD 5.000 millones.
El estudio Nuevas oportunidades de interconexión
eléctrica subraya que el beneficio operativo total de
estos planes excedería USD 1.500 millones por año.
El beneficio ambiental también sería significativo, con un
ahorro de más de 4 millones de toneladas de CO2 por
año.
De los proyectos analizados, se pueden extraer los siguientes
aprendizajes:
- Autonomía de cada país: Las interconexiones no
requieren un esquema regulatorio único, y sí reglas claras de
formación de precios y manejo de la seguridad operativa.
- Respaldo institucional: Los acuerdos de
interconexión deben siempre estar respaldados por un tratado entre
los países involucrados.
- Seguridad operativa: Cada país debe decidir de
manera autónoma sus criterios de seguridad para la exportación de
energía.
- Formación de precios para el intercambio: Cada
país debe ofertar, en cada etapa, una curva de disposición a
exportar (precio por cantidad) y otra curva de disposición a
importar.
- Repartición de los beneficios de los
intercambios:Cuando un país importa energía, su CMCP se
reduce, lo que proporciona beneficio a los consumidores
locales.
- Remuneración de las
interconexiones internacionales: debe ser asegurada,
no depender de ingresos variables tales como rentas de
congestión.
- Repartición de las rentas de congestión: Estas
rentas deben ser compartidas entre los países, en proporción a la
participación de cada uno en los costos de construcción de la
interconexión, y no depender del sentido del flujo.
- Riesgo de retraso en la construcción de la
interconexión: El contrato de construcción de la
interconexión debería hacerse por subasta, en la cual el
inversionista oferta el pago fijo deseado.
- Seguridad financiera para las transacciones:
Los agentes involucrados en las transacciones internacionales deben
depositar garantías financieras.