América Latina y Caribe quiere ser protagonista de la acción climática global

Durante el Foro Económico Internacional, organizado en Panamá por CAF -banco de desarrollo de América Latina y el Caribe- y WIP, con el apoyo de PRISA, un grupo de expertos analizó los avances de los últimos años en biodiversidad y acción climática, y alineó los intereses de la región para presentar nuevas soluciones en la COP 30, que se celebrará a finales del 2025 en Belém, Brasil.

En el conversatorio titulado "De Cali a Belém: América Latina y el Caribe, un actor clave en la acción climática global", Alicia Montalvo, gerenta de Acción Climática y Biodiversidad Positiva de CAF, destacó que, en un momento en que el liderazgo internacional a nivel ambiental está marcado por la incertidumbre, la región ha demostrado tener una voz influyente, especialmente en materia de cambio climático, transición energética y protección de la biodiversidad. 

La sesión de apertura del panel contó con las intervenciones de Astrid Schomaker, secretaria ejecutiva del Convenio sobre la Diversidad Biológica (PNUMA), y Juan Carlos Navarro, ministro de Medio Ambiente de Panamá. En el debate participaron Mario Pardo, presidente ejecutivo de BBVA Colombia; Sonja Gibbs, directora general y jefa de Finanzas Sostenibles del Instituto de Finanzas Internacionales; y Nadia Malpartida, gerente sénior de Sostenibilidad y Cambio Climático de EY.

Juan Carlos Navarro llamó la atención sobre la magnitud del desafío de enfrentar la crisis climática, que se vuelve cada vez más urgente. “Me preocupa la falta de sentido de urgencia que percibo en los gobiernos, en el sector privado y en la sociedad en general. Por eso, comienzo pidiendo que no dejemos de hablar sobre las COP, sobre las agendas de clima, biodiversidad y desertificación”, declaró. El ministro también propuso que el esquema de votación de los acuerdos alcanzados en las COP deje de basarse en la unanimidad y pase a adoptar algún tipo de mayoría.

Astrid Schomaker recordó que hoy el riesgo asociado a cuestiones naturales está entre los diez principales desafíos que enfrentan las empresas en todo el mundo en los próximos diez años y que 44 billones de dólares de la economía mundial dependen de que la naturaleza se mantenga saludable. “Es momento de reconocer esta realidad, de que los gobiernos tiendan la mano a las empresas para que inviertan bajo esta perspectiva y de que las empresas asuman su responsabilidad en este problema”, afirmó.

Los panelistas discutieron los principales formatos de soluciones e instrumentos financieros en desarrollo para abordar este modelo innovador de inversiones. Para Sonja Gibbs, gobiernos, organizaciones y el sector privado deben mejorar la participación actual de los organismos financieros multilaterales en la construcción de nuevos mercados y productos financieros que permitan avanzar hacia una economía más verde. “El mercado voluntario de carbono, por ejemplo, es prometedor, al igual que la protección de los bosques, pero aún hay detalles por desarrollar, y esta asociación con los organismos multilaterales es una oportunidad”, declaró.

Nadia Malpartida complementó esta idea al destacar que, si se quiere seguir generando valor para los distintos grupos de interés, es necesario “aprender a gestionar los riesgos de los nuevos negocios y buscar oportunidades, productos y servicios innovadores que valoren el impacto positivo en el medio ambiente y la biodiversidad. Esto debería contar con el liderazgo del sector público para lograr resultados más amplios”.

“El potencial de inversión en la región es altísimo en áreas como cadenas de producción alimentaria sostenible, turismo y bioturismo, además de contar con la matriz energética más limpia de todos los continentes. Por ello, debemos seguir avanzando en la creación de espacios para aprovechar estas oportunidades regionales y no perdernos en los próximos años, que sabemos que serán de crecimiento económico global”, concluyó Mario Pardo.