Análisis de vulnerabilidad climática de Guayaquil permite identificar medidas de adaptación frente al cambio climático

La presentación del estudio de vulnerabilidad climática de Guayaquil, incluye 10 medidas de adaptación al cambio climático como un paso clave y primario en el proceso de construcción de una ciudad resiliente

27 de marzo de 2017

Un año después de la adopción del Acuerdo de París, las fuertes lluvias e inundaciones de febrero de este año en Guayaquil, recuerdan que el cambio climático y sus efectos constituyen una amenaza real para el desarrollo sostenible y resiliencia de la ciudad. Guayaquil está sometida a alteraciones climáticas que constituyen, sin duda una problemática importante, pudiendo convertirse en verdaderos retos que requieren superarse con miras a asegurar el desarrollo sostenible de la ciudad.

En ese contexto, CAF -Banco de Desarrollo de América Latina- a través de Bernardo Requena, director-representante de la entidad en Ecuador, realizó entrega al Gobierno Autónomo Descentralizado del Cantón Guayaquil  en la persona de Jaime Nebot, alcalde de la ciudad, de un estudio especializado cuyo objetivo final es identificar medidas de adaptación frente al cambio climático para Guayaquil.

El mencionado estudio consideró dimensiones ambientales, económicas y sociales, así como un análisis sectorial, para elaborar un índice de vulnerabilidad climática para la ciudad, tomando como unidad de análisis las parroquias urbanas. El índice de vulnerabilidad climática de la ciudad de Guayaquil ha sido construido sobre la base de la definición de vulnerabilidad frente al cambio climático según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (GIECC) y de sus tres componentes: exposición, sensibilidad y capacidad adaptativa. Partiendo de una lista inicial de 83 indicadores, un total de 39 indicadores fueron finalmente seleccionados para el análisis de vulnerabilidad.

Según este  índice, las parroquias urbanas más vulnerables son aquellas situadas en el límite urbano de la ciudad (Pascuales, Tarqui, Letamendi y Febres Cordero, principalmente), en las que características socio-económicas tales como: tasas de pobreza superiores a la media, un bajo acceso a los servicios de salud y alcantarillado, o la existencia de sectores con presencia de vivienda precaria, aumentan la fuerte presión sobre el medioambiente, con tasas de deforestación importantes y un bajo porcentaje de territorio en conservación. La alta concentración de complejos industriales y de transporte, locales comerciales, centros educacionales y de salud localizados en zonas a riesgo de inundación en dichas parroquias, no hace sino agravar la situación.

Ante esta realidad y con el fin de reducir la vulnerabilidad de la ciudad de Guayaquil, se presentó una cartera priorizada de 10 medidas o proyectos de adaptación, que suponen una inversión total de USD134 millones. La creación de un Observatorio Cantonal sobre Resiliencia y Cambio Climático, el desarrollo y puesta en marcha de un sistema interactivo de vigilancia basado en servicios de telefonía móvil e Internet para mejorar la gestión y la capacidad de respuesta de la Municipalidad ante impactos del cambio climático, la reforestación y mantenimiento de los bosques protectores y manglares de Guayaquil o el diseño e implementación de un sistema resiliente para la gestión de las aguas urbanas, son las medidas faro que resultan de dicho estudio.

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