CAF alcanzó en 2001 récord histórico al aprobar operaciones superiores a US$ 3 mil cien millones

Ratificó su condición de principal fuente de financiamiento para los países andinos y efectivo promotor de la integración regional.Consolidó su posición como el emisor de mejor calificación de riesgo en América Latina.Amplió su membresía a 16 países accionistas.

05 de diciembre de 2001

La Corporación Andina de Fomento, CAF, aprobó en 2001 operaciones superiores a US$ 3 mil cien millones, la cifra más alta registrada en la historia de la Corporación, en un año caracterizado por una profunda crisis económica a nivel internacional. Con ello, consolidó su rol anticíclico y su posición como principal fuente de financiamiento de los países andinos con aprobaciones que representaron cerca del 61% del total de recursos financieros aprobados por todos los organismos multilaterales a la región, así como de importante articulador del proceso de integración latinoamericana. A este respecto, durante el año se concluyeron las negociaciones para el ingreso como accionistas de Argentina, Costa Rica, Uruguay y España con lo cual los accionistas de la Corporación alcanzan la cifra de 16.

De igual manera, la entidad mejoró su calificación de riesgo y se afianzó como el mejor emisor latinoamericano con una evaluación de A sólido otorgado por las tres calificadoras más importantes: Standard & Poor´s, Moody´s y Fitch. Lo anterior le permitió un acceso irrestricto a los mercados internacionales de capital, así como jugar un rol catalítico importante en favor de los países miembros.

Así lo afirmó el presidente ejecutivo de la institución, Enrique García, quien durante la rueda de prensa de fin de año dijo en Caracas, sede de la Corporación, que dicha condición se ha logrado gracias a que “con los resultados obtenidos este año, la CAF ratifica su visión latinoamericana y el papel de liderazgo en el área gracias al apoyo decidido de sus países accionistas, de la versatilidad, flexibilidad y agilidad en la prestación de sus servicios, la solidez financiera y el acceso competitivo a los mercados de capital”.

Según García, “lo anterior se ha llevado a cabo en un entorno internacional especialmente complejo dado que el crecimiento para América Latina será menor al 1%, en un año en el cuál las principales economías del mundo experimentan una desaceleración sincronizada con sus consecuencias negativas para las exportaciones de la región, los flujos de capitales y de inversiones. En un escenario de bajo crecimiento regional, las finanzas públicas se verán presionadas y aumentarán las necesidades de financiamiento de América Latina, las cuales serán más difíciles de cubrir dada la situación de los mercados internacionales después de la crisis Argentina y los acontecimientos de septiembre 11”.

El presidente ejecutivo de la CAF, quien fue reelegido por los países accionistas en marzo pasado para un tercer período al frente de esta institución financiera -en reconocimiento a la manera exitosa en que ha conducido sus destinos-, indicó que en América Latina se han adoptado diversos modelos de desarrollo, pero la región no ha logrado los resultados que faciliten el salto hacia el crecimiento económico sostenido que permita un amplio beneficio a la mayoría de la población dentro de un marco de equidad. Subrayó que la CAF se orienta hacia la generación de ideas renovadas que permitan la construcción de una agenda nueva, con una visión integral que lleve a la región insertarse en forma más equitativa en la realidad irreversible de la globalización.

En este sentido durante 2001 se intensificaron los trabajos del Programa Andino de Competitividad (PAC) que se desarrolla con la Universidad de Harvard y los vinculados con la definición de políticas destinadas a fortalecer la gobernabilidad y la institucionalidad democrática, en especial en materia de desarrollo municipal, así como el apoyo a la pequeña y micro empresa.

Dentro de su misión de promover el desarrollo sostenible y la integración regional la Corporación promovió durante el año, conjuntamente con el BID y Fonplata, la puesta en práctica de la Iniciativa para la Integración Regional Suramericana, IIRSA, que en seguimiento de la reunión de presidentes suramericanos de Brasilia, en 2001, ha considerado 12 ejes con proyectos específicos dentro del marco del concepto del desarrollo de la infraestructura sostenible.

Para García los desafíos más importantes que debe enfrentar la CAF en su nueva gestión, durante los próximos cinco años “se centran en promover la efectiva integración latinoamericana, en el apoyo a la búsqueda de un alto, sostenido y más equitativo crecimiento económico, que cree las condiciones de sostenibilidad social y ambiental que requiere la región, así como lograr una más justa participación de ésta en el ámbito mundial”. Con ese fin resultará clave la transición de economías de recursos naturales a unas basadas en el conocimiento, la tecnología y la creación de empleo, donde además se haga especial énfasis en la participación y coordinación entre el gobierno, el sector privado y la sociedad civil en su conjunto. De igual manera tiene especial trascendencia la construcción del capital social -basado en mejor educación, participación, transparencia y confianza -, así como potenciar el uso sostenible de la riqueza ambiental y cultural.

La CAF en cifras

Durante 2001 la CAF aprobó operaciones a favor de sus países accionistas por un monto superior a los US$ 3 mil cien millones -el más alto de su historia- de los cuales el 68% se destinó a financiar proyectos de infraestructura económica y social sostenible, tanto en el ámbito público como el privado. A su vez los desembolsos totalizaron US$ 2200 millones y la cartera alcanzó un nivel de US$ 6300 millones, incluyendo la cartera de terceros gestionada y administrada por la Corporación. Lo anterior fue posible gracias a los aumentos de capital de los países accionistas y a la permanente y competitiva captación de recursos en los mercados internacionales de capital. Del total de aprobaciones, los recursos destinados a los países accionistas fueron los siguientes:

Bolivia

Recibió aprobaciones por US$ 458 millones, el mayor monto para dicho país en su historia de la relación con la Corporación. Los desembolsos fueron del orden de US$ 218 millones y la cartera total, incluyendo la de terceros gestionada y administrada por la CAF, se situó en US$ 537 millones.

Las principales operaciones estuvieron orientadas a financiar los programas de reactivación económica y a inyectar recursos frescos a la economía para estimular la demanda agregada y paliar los efectos sociales de la crisis económica.

En materia de infraestructura, las aprobaciones sumaron US$ 116 millones destinadas a financiar importantes proyectos, entre ellos el Programa de Rehabilitación y Mantenimiento Vial (US$ 42 millones), orientado a mejorar las condiciones de cinco tramos carreteros de la Red Fundamental de Bolivia; además se aprobó un cofinanciamiento CAF-Banco do Brasil por US$ 74 millones para el mejoramiento y pavimentación de la carretera Tarija-Bermejo (Tarija), ruta que se une con otros corredores de integración y vincula a Bolivia con varios países vecinos.

Por otra parte, la CAF aprobó US$ 100 millones para el financiamiento parcial del Fondo Especial de Reactivación Económica (FERE) creado por el gobierno boliviano para reprogramar la cartera del sistema financiero nacional con el objeto de otorgar un alivio al sector productivo en el cumplimiento de sus obligaciones financieras; también fueron aprobados US$ 25 millones al Plan Nacional de Empleo de Emergencia, así como US$ 150 millones destinados a cambiar el perfil de la deuda pública interna contratada para financiar la Reforma de Pensiones.

Con el sector privado, la CAF mantuvo su apoyo a los clientes corporativos a través de préstamos para capital de trabajo y comercio que alcanzaron un total de US$ 24 millones y con el sector financiero se renovaron las distintas líneas existentes con los bancos locales y entidades microfinancieras. Así mismo, se destinaron recursos de cooperación técnica no reembolsable y aportes por cerca de US$ 2 millones para la ejecución de diversos proyectos orientados a la modernización del país, así como a ayudar a los sectores sociales menos favorecidos.

Colombia

El país ratificó su condición de principal beneficiario de la Corporación durante 2001. La CAF aprobó operaciones de gran trascendencia para la economía y el desarrollo del país por US$ 819 millones. Los desembolsos fueron de US$ 334 millones y la cartera total, incluyendo la de terceros gestionada y administrada por la CAF, se situó en US$ 1818 millones.

En atención al sector público, se destinaron US$ 200 millones para la segunda etapa del programa Vías para la Paz, que se suman a los US$ 162 millones que se habían aprobado el año pasado para la primera fase. Este programa forma parte del componente social del Plan Colombia.

Así mismo, fueron aprobados US$ 100 millones al Distrito de Bogotá, para financiar el sistema de transporte Transmilenio y los programas de educación del distrito.

Con relación al sector privado, destacó el préstamo sindicado A/B a Bavaria por US$ 250 millones destinado a financiar programas de inversiones tanto en dicha compañía como en sus subsidiarias, y la Garantía Parcial de Crédito por US$ 50 millones para la empresa Chivor que le permitirá obtener recursos financieros por un monto de hasta US$ 200 millones mediante la emisión de bonos en el mercado doméstico local. Esta es la primera Garantía de este tipo que un multilateral le otorga a un cliente privado y la segunda que otorga la CAF a Colombia.

Así mismo, se destinaron recursos de cooperación técnica no reembolsable a varios clientes por US$ 2 millones para estudios y programas de factibilidad de proyectos para el desarrollo del país.

Ecuador

Este país recibió por aprobaciones por US$ 275 millones. Los desembolsos fueron de US$ 347 millones y la cartera total, incluyendo la de terceros gestionada y administrada por la CAF, se situó en US$ 1124 millones.

Del conjunto de operaciones aprobadas destacan un préstamo por US$ 50 millones destinado al proyecto Trasvases de Manabí, cuya construcción permitirá abastecer de agua a esta provincia; un crédito por US$ 57 millones al Municipio de Guayaquil para el desarrollo del Programa Vial III.

Así mismo, la CAF aprobó un préstamo por US$ 25 millones en apoyo al sistema financiero ecuatoriano; US$ 25 millones para el Programa de Rehabilitación del Trasvase Daule Peripa-La Esperanza y un crédito de US$ 13 millones destinado a obras de descontaminación del Estero Salado.

Hacia el sector privado las aprobaciones sumaron US$ 67 millones, entre las cuales destacan préstamos para Andinatel (US$ 25 millones), Pronaca (US$ 10 millones; Fadesa (US$ 7 millones) y otros clientes por US$ 25 millones.

Los recursos de cooperación técnica no reembolsable fueron del orden de US$ 1,1 millones destinado a estudios y programas de desarrollo y de apoyo a las microfinanzas.

Perú

La CAF aprobó al Perú un monto total de US$ 625 millones, los desembolsos fueron de US$ 544 millones y la cartera total, incluyendo la de terceros gestionada y administrada por la CAF, se situó en el orden de los US$ 1 mil millones.

Del total de aprobaciones, US$ 500 millones se destinaron al financiamiento del Programa Multisectorial de Inversión Pública, en sus dos fases: en marzo del presente año este programa correspondiente al 2001 recibió una aprobación de US$ 300 millones con el objeto de apoyar las necesidades financieras del país a través de un conjunto de proyectos en diversos sectores de la economía. Posteriormente, en noviembre se le aprobó un préstamo por US$ 200 millones al Programa Multisectorial de Inversión Pública 2001-2002.

Así mismo, la Corporación aprobó un préstamo por US$ 20 millones destinado al programa de Rehabilitación del Suroeste del país afectado por el terremoto y hacia el sector privado realizó aprobaciones por US$ 103 millones para capital de trabajo y comercio en beneficio de varios clientes.

Perú también fue beneficiado con recursos de cooperación técnica no reembolsable por el orden de US$ 818.000 para estudios y seminarios, asuntos generales de desarrollo, cultura, integración y planificación del desarrollo nacional, entre otros.

Venezuela

Las aprobaciones correspondientes a Venezuela totalizaron US$ 625 millones. Los desembolsos fueron de US$ 584 millones y la cartera total, incluyendo la de terceros gestionada y administrada por la CAF, se situó en US$ 1286 millones.

Del total de aprobaciones, US$ 62 millones se destinaron al sistema hidráulico Yacambú-Quibor que abastecerá de agua a la ciudad de Barquisimeto y sus alrededores. Así mismo, la CAF aprobó un préstamo por US$ 100 millones para el Metro de Los Teques que permitirá poner en marcha un sistema de transporte masivo entre esta ciudad y Caracas.

Otras aprobaciones destinadas al sector públicos fueron: US$ 20 millones para obras de tratamiento del lago de Valencia; US$ 10 millones a estudios complementarios del Programa de Desarrollo del Eje Occidental y US$ 17 millones para el Plan de Inversiones del Sistema Losada-Ocumarito en la región central del país.

Por otra parte, en beneficio del sector privado se aprobaron dos operaciones de cofinanciamiento, realizadas mediante la modalidad de préstamos A/B. La primera de ellas fue por US$ 150 millones, para la Electricidad de Caracas, de los cuales el tramo A correspondiente a la CAF es de US$ 37,5 millones.

La segunda operación A/B tuvo como destinatario a Primor Inversiones, empresa perteneciente al Grupo Polar, al cual se le aprobaron US$ 200 millones, de los cuales el tramo A que financiará directamente la CAF asciende a US$ 50 millones.

Los recursos de cooperación técnica no reembolsable totalizaron US$ 432.000 en apoyo a estudios, seminarios y programas de asuntos generales de desarrollo, cultura e integración.

Otros países accionistas

La CAF hizo aprobaciones en los otros once países accionistas por un monto superior a los US$ 130 millones. Entre las operaciones más importantes están la destinación de recursos financieros al Brasil, mediante la aprobación de varios préstamos a varios clientes por US$ 74 millones. Así mismo, aprobó US$ 25 millones para Nacional Financiera (NAFIN) de México y destinó préstamos para varios clientes en Paraguay por US$ 1,7 millones con el objeto de financiar capital de trabajo y comercio. De igual manera, la CAF aprobó una participación hasta por US$ 8 millones en el Multinational Industrial Fund, un fideicomiso cuyo objetivo es apoyar el desarrollo de pequeñas y medianas empresas domiciliadas en México.

Fondos

En 2001 la CAF aprobó una participación de US$ 15 millones como aporte de capital en el Fondo de Inversión y Desarrollo Empresarial (FIDE) para la Pequeña y Mediana Empresa.de la Comunidad Andina y otros países accionistas que puedan llegar a ser competitivas a nivel nacional e internacional.

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