CAF propone modelo integral de desarrollo empresarial

Nuevos retos para el Estado, la empresa privada y la academia surgieron durante el Encuentro Internacional para el Desarrollo Empresarial

11 de agosto de 2006

(Bogotá, Agosto 10 de 2006). Promover una concepción integral de desarrollo que involucre tanto al sector público como al privado y en la cual confluyan la estabilidad, la eficiencia y la equidad, fue una de las principales conclusiones del Encuentro Internacional para el Desarrollo Empresarial, CAF Emprende, que terminó esta tarde en la ciudad de Medellín.

Más de 200 representantes de organizaciones públicas, privadas y académicas de América Latina participaron durante dos días en el Encuentro durante el cual se presentaron diversas visiones de desarrollo empresarial buscando estimular el diseño de acciones concretas orientadas a asegurar el crecimiento empresarial en la región.

Durante el Encuentro se destacó la necesidad de darle mayor énfasis al emprendimiento dinámico e innovador, dejando a un lado el de subsistencia, además de propiciar con mayor fuerza el desarrollo de una cultura que valore y promueva el emprendimiento.

Igualmente, se recalcó la importancia de que el Estado cumpla un papel proactivo en el apoyo al emprendimiento, al desarrollo empresarial y en materia de financiación, sin embargo quedó claro que no existen fórmulas únicas para los esquemas institucionales y de acción pública.

Durante la presentación de las conclusiones, Miguel Castilla, jefe de la Oficina de Políticas Públicas y Competitividad de la CAF, hizo referencia también al importante papel de las universidades, afirmando que deben formar parte de los sistemas de innovación y de la cadena de valor, para la creación de nuevas empresas, a través de acciones orientadas a construir capacidades, medir impacto y generar sostenibilidad de sus programas y actividades.

Respecto al financiamiento, destacó el consenso existente en la importancia de que los Estados inviertan capital en la incubación y desarrollo de empresas, la necesidad de elaborar un sistema transparente y con incentivos claros para motivar conductas positivas en los emprendedores, contar con un sistema de medición de impacto, preferiblemente a cargo de terceros, además de promover alianzas entre el sector público y privado para la definición de esquemas conjuntos de financiamiento.

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