CAF se consolidó como el principal organismo multilateral de financiamiento a la región andina

En uno de los años más críticos de la década para las economías latinoamericanas -y en especial las de los países andinos, donde sólo Perú y Bolivia lograron un crecimiento positivo-, la Corporación Andina de Fomento (CAF) mantuvo una presencia continua y efectiva en la región, consolidándose como la principal fuente de financiamiento externo de las naciones de la Comunidad Andina.

14 de diciembre de 1999

En efecto, en momentos en que disminuían los flujos financieros internacionales hacia la región, la CAF aportó más del 40% de los recursos externos que recibieron los países andinos por parte de los organismos multilaterales (BID, Banco Mundial y otros), luego de aprobar operaciones por un monto superior a los 2.100 millones de dólares durante 1999. Cabe destacar que durante la presente década, la CAF ha otorgado financiamiento para operaciones en la región andina por un monto superior a los 20.000 millones de dólares.

En rueda de prensa ofrecida hoy en Caracas, el Presidente Ejecutivo de la CAF, Enrique García, señaló que la región andina atravesó este año uno de los períodos más difíciles de la década, caracterizado por una caída del 3,7% de su producto interno bruto -en especial por las contracciones de las economías de Ecuador, Colombia y Venezuela- junto a un incremento del desempleo abierto.

"En 1999 -señaló- se produjo una reducción de los flujos de financiamiento a la región e incremento de sus costos, así como del volumen del comercio internacional y de los precios de los principales productos de exportación no petroleros, aunado a una contracción significativa de los mercados de crédito y deterioro de la calidad de la cartera bancaria y de las finanzas públicas. A ello cabe agregar la reducción de las calificaciones de riesgo de algunos países".

"Pese a estos resultados -continuó- las perspectivas de los países de la región andina son favorables y esperamos que el PIB crezca en su conjunto en un 3,4% el próximo año, dada la presencia de un entorno externo más positivo para los productos de exportación y la reanudación de los flujos de capital, junto al avance de las reformas estructurales adelantadas en los años noventa, en un contexto de ordenamiento macroeconómico que ha sentado las bases para la recuperación".

Enrique García enfatizó el hecho de que aun en la difícil situación actual, la institución contó con el apoyo de sus países accionistas -con sus Presidentes a la vanguardia-, quienes concretaron este año la suscripción del aumento de capital por 600 millones de dólares, hecho que aunado a la solidez financiera de la CAF y al mantenimiento de una rentabilidad sostenida -superior al promedio exhibido por organismos similares-, condujo a un aumento de dos pasos de la calificación de riesgo por parte de Standard & Poor's para su deuda a largo plazo, de "BBB+" a "A", el nivel más alto otorgado a un emisor latinoamericano.

En este sentido, cabe destacar que en un año en que los emisores de la región tuvieron dificultades para captar recursos en los mercados financieros internacionales, la CAF pudo acceder con éxito a ellos en seis oportunidades, gracias a sus altas calificaciones de riesgo y a la confianza que despierta entre los inversionistas. De este modo, la institución colocó títulos por un monto de US$ 1.165 millones -lo que le ha permitido reforzar su papel como catalizador de recursos competitivos, especialmente en momentos difíciles-, dentro de una estrategia de diversificación de mercados que la condujo a realizar su primera emisión en euros. Adicionalmente, la CAF mantuvo una activa participación como organizadora y promotora de diversos eventos de alto nivel destinados a promover a la región ante inversionistas internacionales.

Las operaciones

Desde una perspectiva integral de la región, la CAF contribuyó a solventar la crisis mediante un decisivo respaldo al fortalecimiento de los sistemas financieros de los países andinos para lo cual se destinó más del 40% del total de las operaciones aprobadas, destacando dos préstamos a largo plazo a Colombia (US$180 millones para Fogafin y Bancoldex) y otro a Ecuador (US$150 millones para la Corporación Financiera Nacional). Además, a través del Programa Kemmerer de Cooperación Técnica Interinstitucional se prestó apoyo mediante recursos no reembolsables a los sistemas de supervisión y regulación financiera existentes en la región.

Hacia el sector privado se canalizó un gran volumen de recursos a través de los préstamos A/B, exitoso programa de cofinanciamiento que desarrolla la CAF con otras instituciones financieras internacionales, el cual permitió este año atraer recursos por un monto cercano a los US$ 300 millones para apoyar la inversión privada andina.

Adicionalmente, se mantuvo la orientación hacia proyectos de inversión a largo plazo, principalmente en los sectores de infraestructura física e integración (más de US$ 700 millones se asignaron a estos proyectos), dentro de un enfoque de desarrollo sostenible que consideró en todo momento la gestión social y ambiental. De hecho, todos los países accionistas recibieron recursos para la ejecución de nuevos programas de construcción y rehabilitación de carreteras, vías fluviales de comunicación, centrales hidroeléctricas, proyectos de telecomunicaciones y programas de infraestructura básica en beneficio de sectores de pocos recursos, además de la conclusión de otros de alta importancia para la integración sudamericana, como el gasoducto Bolivia/Brasil, la línea de transmisión eléctrica y la carretera BR-174, estas dos últimas entre Brasil y la frontera con Venezuela. Adicionalmente, se acordó la participación de la CAF como accionista principal en el Fondo Darby de Deuda Mezzanine para Proyectos de Infraestructura en Latinoamérica, novedoso instrumento de financiamiento destinado a atraer capitales hacia la región, y se profundizó en la elaboración de planes de prevención y reconstrucción en relación con el fenómeno El Niño, incluyendo la identificación de posibles fuentes de financiamiento y cooperación.

Siempre en el plano integracionista, durante el año continuó el apoyo otorgado por la CAF a la ejecución de los acuerdos de paz entre Perú y Ecuador. Adicionalmente a su compromiso de aportar 500 millones de dólares para el financiamiento de proyectos de integración fronteriza contemplados en esos instrumentos, la CAF suscribió acuerdos en los que asume las funciones de apoyo al Fondo Binacional de Integración y, en especial, las responsabilidades de tesorería de ese organismo. Así mismo, puso a disposición de ambos gobiernos recursos inmediatos de cooperación técnica no reembolsable, para contribuir a la constitución de los equipos de trabajo. Cabe destacar que la Corporación ya aprobó operaciones de financiamiento de los estudios de factibilidad de los ejes viales contemplados en los Acuerdos, por un monto de US$8 millones en Perú y US$5 millones en Ecuador. Con una visión estratégica de largo plazo, la Corporación continuó integrando en todas sus operaciones las variables sociales y ambientales e identificando oportunidades de negocio en este campo, como es el caso del Programa Latinoamericano del Carbono, iniciativa que cuenta con el respaldo de los primeros mandatarios andinos y que se está desarrollando con el propósito de apoyar a los países accionistas para que adopten posiciones informadas respecto al establecimiento de este mercado emergente.

Para contrarrestar el impacto producido por el alto índice de desempleo, la Corporación continuó apoyando el desarrollo de la microempresa en toda la región andina, mediante el fortalecimiento patrimonial e institucional del sector financiero encargado de atenderla. Durante el año, en asociación con otros inversionistas privados, se estructuraron operaciones para invertir en instituciones microfinancieras especializadas, insertas en el sistema financiero formal y supervisadas por los entes de regulación prudencial, como MiBanco en Perú y FIE, EcoFuturo y Fassil, en Bolivia.

Por su parte, el total de recursos no reembolsables otorgado a través de operaciones de cooperación técnica alcanzó a US$ 11,6 millones en 1999. Cabe resaltar que las actividades multinacionales se orientaron a avanzar en temas de interés regional, como el Programa de Competitividad Andina con la Universidad de Harvard, orientado a los sectores público y privado; programas de integración y comercio en la Comunidad Andina y entre ésta y otras regiones; estudios de infraestructura para la integración física de los países; asuntos de medio ambiente, como la actualización del programa Cóndor, y auspicios a eventos para profundizar temas de interés económico y social para la región, incluyendo lo cultural.

Entre los nuevos servicios financieros integrados este año, existe uno muy innovador que se va a desarrollar con la finalidad de incrementar el flujo de inversiones externas y las fuentes de financiamiento hacia los países accionistas, cual es la constitución de una compañía privada de seguros que emitirá pólizas contra riesgo político y garantías de inversión, coberturas ofrecidas actualmente por agencias gubernamentales o empresas aseguradoras de los países desarrollados. La CAF participará en el capital accionario de esta empresa, con US$20 millones.

Para finalizar, debe mencionarse que la cartera total de la CAF alcanzó en 1999 a US$ 4.800 millones -incluyendo la cartera por cuenta de terceros, gestionada y administrada por la Corporación-, cifra que se sextuplicó en esta década. En cuanto a su utilidad neta, la CAF volverá a obtener un monto récord este año, al superar los US$ 90 millones.

Suscríbete a nuestra newsletter