CAF y TAGA presentan la XII Bienal de Miniaturas Gráficas Luisa Palacios 2006

La Corporación Andina de Fomento (CAF) y el Taller de Artistas Gráficos Asociados (TAGA) se complacen en invitar el próximo 23 de noviembre a la inauguración de la XII Bienal de Miniaturas Gráficas Luisa Palacios en homenaje a uno de sus Miembros Fundadores, el maestro Carlos Cruz-Diez

20 de noviembre de 2006

(Caracas, 20 de noviembre de 2006).- En concordancia con su labor de difundir las actividades creativas de los pueblos latinoamericanos, y en homenaje al reconocido artista plástico venezolano, maestro Carlos Cruz Diez, la Corporación Andina de Fomento recibe una vez más la Bienal de Miniaturas Gráficas Luisa Palacios TAGA, en su duodécima edición, contribuyendo con la continuidad de una iniciativa que, además de confrontar la creatividad, impulsa la investigación en el área de las artes gráficas a escala internacional.

El evento tendrá lugar este 23 de noviembre a las 7 p.m. en la Galería CAF. Cerca de ciento cincuenta artistas han respondido a esta convocatoria bianual con obras ejecutadas con las técnicas tradicionales del grabado, así como con aquellas que incorporan la tecnología como nueva forma de reproducción de la obra gráfica.

“Provenientes de países de la región y de Europa, talentosos creadores plásticos de todas las generaciones y tendencias han sido estimulados por el espíritu que emana de la personalidad y carácter bondadoso del maestro Carlos Cruz Diez, de su trayectoria perseverante en la investigación y de su generosidad en la enseñanza para las nuevas generaciones, especialmente para con los niños”, señaló Ana Mercedes Botero, jefe de la Oficina de Relaciones Externas de la CAF. A esto agregó, que este evento responde a otra de las múltiples propuestas que lleva a cabo la CAF, con miras a fortalecer el desarrollo y la formación integral del ser humano por medio de la creatividad y la expresión artística, así como contribuir a la difusión y proyección del talento e identidad regionales.

Con esta muestra apreciamos más de un centenar de matices dispuestos en las obras que se confrontan; artistas nacionales e internacionales hacen eco en las técnicas artesanales de la gráfica: sutilezas del grabado en metal, la calidez de la litografía y lo concreto de la serigrafía.

Sobre Carlos Cruz-Diez No cabe duda de que Carlos Cruz-Diez es y será uno de los grandes nombres de la cultura venezolana, latinoamericana y acaso universal. La trascendencia de su vida y obra es tanta, que podríamos decir sin exagerar que somos capaces de apreciarla a diario y en muchas facetas de la vida común. Partiendo de lo obvio, señalaremos la presencia de su obra a escala urbana, cuya familiaridad para los venezolanos ha cimentado una especial sensibilidad, una apertura moderna a la forma, al color, al movimiento, al arte entendido como ámbito para la participación sensorial plena.

Otro aspecto de la obra de Cruz-Diez es su vinculación con las artes gráficas. Sus primeros trabajos como diseñador y publicista lo formaron en el oficio de la estampación, y le otorgaron herramientas básicas para la conceptualización y el desarrollo de toda su obra posterior. Por otra parte, la esencial multiplicidad de la obra gráfica, propició su reflexión sobre el papel de la obra de arte en la sociedad, subvirtiendo la sacralización de la pieza única e intocable, por una propuesta de arte participativo, urbano, social en un sentido lato, hondamente humano, múltiple y accesible.

En este sentido, la serigrafía también formó parte relevante de su trayectoria. En las décadas intermedias del siglo XX, era éste el medio idóneo para lograr la multiplicidad de la pieza sin vulnerar su calidad plástica. En la actualidad, el maestro ha llevado al límite estas indagaciones, al introducir los medios digitales en la ejecución de sus piezas, llegando al extremo de idear un programa que permite al usuario “crear fisicromías” a partir de opciones combinables de colores y formas.

En ocasión de presentar esta bienal de miniaturas del TAGA, una muestra relevante para la proyección de las jóvenes generaciones de artistas gráficos, no podemos dejar de subrayar las enseñanzas que el maestro Cruz-Diez nos deja como ser humano: su inquebrantable amor a la vida, su alegría y el valor que da a la familia y a la amistad.

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