Colección privada del Embajador de México se expondrá en la Galería CAF

“Venezolanos …los que se van conmigo” es el sugestivo título de la exposición que inauguró, el jueves 04 de octubre, la Corporación Andina de Fomento en su Galería. Se trata de la colección de Arte Venezolano del Embajador de México, Jesús Puente Leyva quien, luego de 12 años de gestión diplomática, se despide de nuestro país compartiendo con el público caraqueño su entrañable afición por las artes plásticas, a través de esta compilación que reúne a más de 50 artistas nacionales.

02 de octubre de 2001

Como las despedidas nunca son buenas, Jesús Puente Leyva, Embajador de México en Venezuela, ha querido hacerlo con el singular estilo que lo caracteriza. Por eso, desde el jueves 04 de octubre, las puertas de la Galería CAF se abrieron para recibir a amigos, artistas y amantes de la plástica en un encuentro que lleva por nombre “Venezolanos …los que se van conmigo”.

Esta exposición de 50 obras de artistas nacionales, forma parte de la colección privada atesorada por el diplomático, a lo largo de su estadía en nuestro país. Para el presidente ejecutivo de la CAF, Enrique García, esta muestra posee un componente integracionista al entrelazar, a través del arte, a dos países accionistas de la Corporación: México y Venezuela. "Un recorrido por estas obras -que con tanto cariño y esmero ha reunido durante más de una década nuestro gran amigo el Embajador Puente Leyva - reafirma el aserto de que la cultura no tiene fronteras y que es principalmente a través de ella que las naciones americanas se intercomunican e impulsan ese intercambio dinámico que tanto precisan la integración y el desarrollo sostenible de nuestros pueblos", señaló.

Doce años, repartidos en períodos distintos, le han permitido a Puente Leyva hacerse de una muestra de Arte Venezolano que “aunque no está estructurada con la meticulosidad de un coleccionista de oficio, posee la rigurosidad de una selección bien cuidada”, aclara. Integrada por unas 70 obras que transitan por las últimas cinco décadas de nuestra historia plástica, entre las que destacan varios premios nacionales.

Sobre la naturaleza de sus aficiones definitivamente se considera “un espectador pre-moderno, amante de las sombras y el color”. En su colección destaca la “obra figurativa sobre todo, porque en el gusto mexicano están la historia, la narrativa y el registro anecdótico. Por algo, los mexicanos tenemos conciencia de que ‘el arte es el equivalente moderno del rito y de la fiesta”, señala.

Recrear el espíritu “Venezolanos…los que se van conmigo” es una celebración al arte y la amistad, profusamente cultivados por el diplomático en estas tierras, donde destacan cuatro grupos temáticos. Las “Vírgenes”, los “Desnudos” y los Alebrijes. Estos últimos, míticos seres de la cultura oaxaqueña que han sido recreados por artistas de la talla de Pedro León Zapata, Diego Barboza, Azalea Quiñones, Jason Galarraga, entre otros. También destacan la obra de Régulo Pérez, Humberto Jaimes Sánchez, Ricardo Benaim, Luis Guevara Moreno, Carlos Zerpa, Manuel Quintana Castillo y Oswaldo Vigas, y de nuevos artistas como Fernando Sucre, Trino Sánchez, Luis Rocca Brito y Roger Sanguino.

Para Puente Leyva, “cada obra tiene referencia en el espacio y en el tiempo, nunca la casualidad” y es que el vínculo afectuoso ha sido una constante en el ánimo del coleccionista. “Con frecuencia, el taller del artista y la mesa compartida; una subasta; hallazgo preconcebido en las galerías, cuando estas fueron reductos de amistad y de tertulia amable”, expresa.

Distintas épocas, escuelas y generaciones pueden apreciarse en el recorrido de esta muestra y es precisamente allí donde radica su valor artístico. A juicio del embajador mexicano el arte venezolano ha alcanzado una madurez que le permite expresarse con autoridad más allá de cualquier coyuntura. “ La obra plástica venezolana posee un lenguaje propio, igual que la mexicana. No olvidemos que ambos países han tenido una gran vinculación en el ejercicio de las artes plásticas, como puede evidenciarse en la obra de Rengifo, Poleo, Borges y Zapata , fuertemente influenciada por la vieja escuela azteca”.

Vivencias y buenos recuerdos Libros, discos y un sin fin de buenos recuerdos se lleva el diplomático a su nuevo destino. Al que lo acompañará su colección de artistas y artesanos venezolanos.

Quedan las vivencias de aquellos años ochenta donde en compañía de escritores, artistas e intelectuales fundara el “Círculo Rasiano”; de su inquieta afición por la plástica que lo llevó a promover exposiciones de artistas venezolanos en México y viceversa, y de su estrecha relación con el sector cultural venezolano. En fin, las vivencias de un hombre singular que se considera amante confeso de la música y las artes plásticas. “La gente de mi generación aprendió mucho a través de los murales, referencia permanente y una especie de convocatoria para la búsqueda de la identidad, que quizás hoy puede parecer demagógica. A través de ellos aprendimos a explicarnos y a querernos, inmersos en la epopeya de los enormes ‘libros pintados’ que concibiera Vasconcelos y ejecutaran Orozco, Rivera y Siqueiros”.

Suscríbete a nuestra newsletter