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26 de noviembre de 2024
Cuando los servidores públicos se embarcan en una evaluación de impacto esperan obtener respuestas que les permitan confirmar que los resultados de una política sobre los beneficiarios están en línea con lo esperado o, de lo contrario, tener certeza de que la intervención no soluciona el problema. Los resultados nulos o “sin significancia estadística”, por su parte, tienden a transmitir incertidumbre, a pesar de tener el potencial de ser igualmente informativos.
24 de septiembre de 2019
Determinar el efecto de un programa a través de una evaluación de impacto pasa por realizar una prueba estadística para calcular la probabilidad de que el efecto observado, o la diferencia entre los grupos de tratamiento y control, sea resultado del azar. Si dicha probabilidad es lo suficientemente baja, entonces la diferencia entre los grupos es real (o estadísticamente significativa) y, por lo tanto, el programa tiene un impacto -positivo o negativo-. Cuando la probabilidad no cumple con esa característica, el resultado del programa es nulo, es decir, no hay una diferencia estadísticamente significativa entre los grupos de tratamiento y control.
Los resultados nulos por sí solos no generan una respuesta concreta, es posible que la intervención realmente no tenga ningún efecto, pero tampoco se puede descartar la posibilidad de que la evaluación de impacto no haya tenido el poder estadístico necesario para detectarlo. Cualquiera sea el caso, un resultado nulo esconde información (asociada a la calidad de la implementación, el take-up de los beneficiarios, el poder estadístico, etc.) que puede generar aprendizajes valiosos para la toma de decisiones en la gestión pública, siempre y cuando se cuente con los insumos necesarios para extraerlos. Para disponer de esta información, resulta útil realizar algunas actividades que complementen la evaluación de impacto y ayuden a explicar los resultados nulos en caso de presentarse:
A veces, sin saberlo, quienes realizamos evaluaciones de impacto estamos sesgados en contra de los resultados nulos y, por eso, esperamos que los programas evaluados estén generando los impactos deseados, y con ello subestimamos la información y respuesta que se puede extraer de los resultados no significativos, los cuales requieren de una mayor reflexión sobre la intervención, los mecanismos y resultados que estuvieron en juego. Es cierto que las actividades destacadas requieren de tiempo, recursos y esfuerzo adicional, pero también asegurarán que, cualquiera que sea el resultado, será posible obtener insumos útiles e informativos para la gestión pública.
26 de noviembre de 2024
22 de noviembre de 2024
22 de noviembre de 2024