Cómo la música mejora el rendimiento escolar

El desarrollo de las habilidades cognitivas como la lectura y las matemáticas y las no cognitivas como la disciplina, el sentido de pertenencia y el trabajo en equipo son algunos de los efectos que tiene la educación musical en los niños y jóvenes

25 de junio de 2014

Los niños y jóvenes que tienen acceso a una educación musical y a un entorno de actividades sociales mejoran su rendimiento escolar y aumentan la probabilidad de avanzar hacia etapas superiores de la educación formal, destaca la publicación "Música para crecer. Herramientas de inclusión social".

La Universidad de Harvard estudió dos grupos de niños que recibían entre 30 y 40 minutos de clases magistrales de música a la semana; pero los primeros añadían alrededor de 45 minutos de lecciones particulares de su instrumento, más un tiempo adicional de práctica en casa. La investigación demostró que los niños instrumentistas no sólo superaban a los del grupo control en habilidades relacionadas con la música, sino además en aptitudes como capacidad verbal. Gottfried Schlaug y Ellen Winne, condujeron el estudio, con una población de 41 niños de ocho a once años.

Otro de los efectos que tiene la educación musical en los niños y jóvenes es el desarrollo de las habilidades cognitivas en la lectura y las matemáticas, y en las no cognitivas la disciplina, el sentido de pertenencia y el trabajo en equipo.

La música es una herramienta para influir en la formación integral de los niños y jóvenes,  especialmente en las poblaciones de escasos recursos que no cuentan con alternativas beneficiosas de uso del tiempo libre. En estas poblaciones la educación musical se convierte en una alternativa fuera de la escuela y también es una opción para ganarse la vida en la edad adulta.

Una muestra son los resultados del Sistema de Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela fundado en 1975 por el maestro y músico venezolano José Antonio Abreu para sistematizar la instrucción y la práctica colectiva e individual de la música a través de orquestas sinfónicas y coros, como instrumentos de organización social y de desarrollo humanístico.

A la fecha más  de 300.000 niños y jóvenes estudian música y realizan prácticas orquestal y coral. Uno de los casos más emblemáticos y de reconocimiento internacional es el de Gustavo Dudamel. Para CAF -banco de desarrollo de América Latina- la educación musical es un componente clave de la estrategia de crear valor compartido.

Desde el año 2000 desarrolla el Programa de Acción Social a través de la Música (PASM), hoy Música para Crecer, que a la fecha ha formado a más de 55.000 niños y jóvenes y más de 380 maestros en Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.

Música para Crecer son talleres de formación itinerante con una metodología novedosa que pone a disposición de niños y jóvenes de los países beneficiarios instructores venezolanos de amplia trayectoria, quienes viajan por períodos cortos e imparten clases técnicas instrumentales y corales.

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