CAF y Rewired anuncian los equipos que avanzan a la siguiente fase de Corrupción Cero
04 de febrero de 2025
Para abordar una estrategia de gestión integral del riesgo en el sector eléctrico, es necesario conocer tanto la amenaza como la vulnerabilidad.
10 de febrero de 2016
El fenómeno de El Niño consiste en la interacción de las aguas superficiales del océano pacífico tropical con la atmósfera y afecta los balances hídricos de la superficie hasta situaciones extremas. Para los países de América Latina continúa siendo un desafío la reducción de riesgo de desastres por amenazas naturales como El Niño y, su fenómeno subsecuente, La Niña.
Para abordar una estrategia de gestión integral del riesgo en el sector eléctrico es necesario conocer tanto la amenaza como la vulnerabilidad.
La amenaza es uno de los componentes del riesgo. Se refiere al evento natural que se puede presentar, por ejemplo, la crecida de un río, sequía severa entre otros. Es necesario conocer con antelación la intensidad, la celeridad de materialización y la extensión espacial, a fin de caracterizar lo que pudiese suceder.
La vulnerabilidad se refiere al grado de exposición a daños que un agente o sistema puede sufrir por la manifestación de una amenaza específica. La fragilidad de la infraestructura, las personas y el ambiente dependen de la probabilidad de ocurrencia de los fenómenos, las condiciones de vulnerabilidad en los aspectos institucionales, físicos, sociales, ecológicos y culturales. Es necesario para el planificador de gestión de riesgos conocer los distintos tipos de vulnerabilidad que se pueden presentar ante las amenazas que genera el fenómeno El Niño para prepararse ante su aparición.
La gestión integral del riesgo debe ser aplicada al sector eléctrico en tres etapas:
04 de febrero de 2025
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