Cuáles son los factores de riesgo del sector eléctrico frente al fenómeno El Niño

"El Niño y la Oscilación Sur" consiste en la interacción de las aguas superficiales del océano pacífico tropical con la atmósfera, afectando los balances hídricos de la superficie hasta situaciones extremas

08 de enero de 2016

Los indicadores atmosféricos de El Niño 2015-2016 se han venido manifestando de forma coherente y se han intensificado durante los últimos meses. Las previsiones de los modelos y la costa oeste de Estados Unidos y Canadá, que tradicionalmente no había sido afectada  por el fenómeno, hoy están sintiendo los efectos con altas temperaturas y fuertes tormentas. Por su parte América Latina sufre inundaciones e intensas sequías.   

Ante una amenaza natural con tal intensidad y probabilidad de ocurrencia, como en este caso, existen dos niveles de exposición y fragilidad física.

Los de primer orden se califican así básicamente porque dependen directamente de la amenaza, es decir, las consecuencias directas de las lluvias torrenciales, deslaves, inundaciones, avalanchas de lodo y demás desastres naturales.

Los de segundo orden existen como resultado de la fragilidad social, ecológica y económica, factores de vulnerabilidad e impactosque dependen no sólo de la amenaza y podrían generar un daño con su potencial consecuencia económica, ambiental y social. Por ejemplo fallas en la distribución de alimentos, abastecimiento de agua potable, deterioro a la infraestructura, fallas en el suministro de energía eléctrica, y en general los servicios básicos.

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En este contexto se han identificado algunas de las vulnerabilidades más relevantes para los servicios de suministro de energía eléctrica en América Latina:

  1. La mayoría de los tomadores de decisiones no manejan modelos meteorológicos que pronostiquen con suficiente antelación los efectos de El Niño.
  2. Debilidad en la disponibilidad de fondos para atender emergencias o desastres. Muchos países no manejan fondos o seguros contingentes para desastres, entonces, cuando llega el fenómeno, deben endeudarse para conseguir los recursos.
  3. Necesidad de identificación y localización de las zonas donde se manifiestan las amenazas que han impactado recurrentemente a las obras y al servicio en general. Los desastres pueden ser mitigados si el diseño de la infraestructura contempla los deslizamientos, avalanchas de lodo, desbordes e inundaciones, aluviones y sitios de posibles embalsamientos afectados recurrentemente por El Niño.
  4. Falta de obras de protección de las infraestructuras frente a inundaciones, aluviones y otro tipo de amenazas. Por su parte, en los países afectados con sequías es crucial hacer mantenimiento a los corredores de las líneas de transmisión, retirando la maleza y los desperdicios que puedan incendiarse.
  5. Las centrales eléctricas no cuentan con sistemas que respondan automáticamente a situaciones inesperadas, como por ejemplo, de elementos de cierres automatizados en la bocatoma y descarga, que les permita operar en tiempos bastante cortos y evitar que las obras sean inundadas cuando ocurren mayores caudales.
  6. Sensibilización sobre los efectos esperados. Si las personas no conocen los riesgos que implica la aparición del fenómeno no pueden tomar previsiones y se hacen más vulnerables. Es indispensable destacar que para reducir el riesgo en el momento de la ocurrencia del evento se requiere haber trabajado en un sistema de control de políticas públicas, y abordar el sistema de actuación con intervenciones en dos vías tanto correctiva como prospectiva.

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