Descentralización: una fórmula exitosa para el servicio de agua

Las experiencias de descentralización de los servicios agua potable en algunos países de la región han probado ser exitosas, con buenos resultados que apuntan al alcance de mayores índices de eficiencia: más calidad por costes incurridos, según refleja el informe "Equidad e inclusión social en América Latina: acceso universal al agua y el saneamiento Serie Reflexiones sobre políticas sociales y ambientales" No 2 (CAF 2013).

La incorporación del sector privado en el sector agua potable y saneamiento en América Latina presenta un balance de resultados positivos, pese a enfrentar algunos retos. Algunos sistemas acreditan excelente calificación, comparables con la de los mejores prestadores del mundo: Brasil (SABESP, SANEPAR); Colombia (Empresas Públicas de Medellín); Chile (Aguas Andinas, ESVAL, y ESBIO); y Bolivia (SAGUAPAC). Otros países también se encaminan en esa dirección: Uruguay (OSE); Ecuador (INTERAGUA de Guayaquil); y México (Aguas de Saltillo).

Estos logros se han alcanzado mediante la despolitización de los servicios, aun cuando el sector de agua potable enfrenta mayores dificultades frente a otros como sectores como la electricidad, por el grado de centralización en las operaciones. El crecimiento demográfico y la consecuente demanda, aunado a la poca inversión en infraestructura, compromete la eficiencia y calidad del servicio.

En la práctica, la prestación de los servicios de agua potable y saneamiento confronta una injusta realidad que compele a la población más pobre a acceder a servicios cada vez más precarios. La enorme presión que ejerce la demanda de agua por sectores industriales-que crece rápidamente- y el aumento en el consumo por sectores residencialesy comercialeslimita la capacidad de provisión y abastecimiento.