Ecuador marcará la ruta de gestión integral de recursos marino-costeros bajo los efectos del cambio climático

Según proyecciones del último informe del  Grupo Intergubernamental de Expertos del Cambio Climático (IPCC), hasta el año 2100, el aumento en el nivel del mar será entre 0.4 y 0.8 m.  Y a pesar de que este proceso es poco perceptible al ojo humano en el corto plazo, tendría consecuencias severas (pérdida de territorio por erosión e inundación, daños sobre infraestructuras, salinización de suelos, baja producción agrícola), en especial para la población de las zonas costeras, lugares donde se concentra la mayor población mundial. Se estima que en la actualidad la población costera directa e indirecta representa el 50.3% de la población mundial.

Ante esta realidad, CAF -banco de desarrollo de América Latina está apoyando el desarrollo de una metodología para la evaluación de la gestión integral de recursos marino-costeros, considerando los efectos del cambio climático. El estudio cuenta con un amplio proceso de planificación participativa, en el que se busca que los actores involucrados compartan experiencias e identifiquen las prioridades y líneas de acción en un entorno de cambio climático. Es por ello, que en la ciudad de Guayaquil se desarrolló junto a socios estratégicos como BIOTICA, Grupo Spurrier, CIIFEN y CORPEI, el taller: Gestión de Riesgos del Cambio Climático en Proyectos de Ambientes Marino-Costeros, junto a actores de sectores financieros y productivos, quienes expusieron sus preocupaciones y recomendaciones frente al tema.

Durante el taller, Bernardo Requena, director-representante de CAF en Ecuador, comentó que en años anteriores se desarrolló un estudio sobre la gestión de recursos hídricos en cuencas de montaña bajo el efecto del cambio climático, y que el estudio actual en zonas costeras, permitirá complementar el estudio mencionado para estar mejor preparados ante el efecto del cambio climático en los ecosistemas marinos costeros y sus recursos de los que dependen significativamente la economía de buena parte de las naciones con frente costero de la región.

Por su parte Eduardo Egas, presidente ejecutivo de CORPEI, comentó que Ecuador cuenta con más de 900 km de frontera marina y que una buena parte de la población vive alrededor del recurso marino, por lo que resaltó la importancia del estudio que permitirá comprender y mitigar los efectos del cambio climático en las zonas marinas y los filos costeros.

La elevación del nivel del mar se manifiesta por: la pérdida de territorio por erosión e inundación; los consecuentes daños sobre la infraestructura; la necesidad de inversiones extraordinarias para mantener la línea de costa; la salinización de los suelos y por tanto su baja producción agrícola; la salinización de acuíferos y un impacto potencial mayor de las tormentas y marejadas puesto que las olas pueden alcanzar áreas que no solían ser impactadas anteriormente. Asimismo, el aumento en la temperatura, el cambio en los patrones e intensidad de las precipitaciones y sequías, podrían afectar el suministro de agua potable, de víveres y alimentos a las ciudades. El sector agrario es afectado directamente por sequías, lluvias e inundaciones y esto repercute directamente en el abastecimiento de las ciudades.

Otra consecuencia importante en las ciudades podría ser el aumento de enfermedades y plagas como el dengue que están directamente relacionadas con las temperaturas y la baja calidad del agua. Por ello la importancia del estudio, que, si bien se enfoca en un área particular de Latinoamérica (perfil costero ecuatoriano), proporcionará una metodología que pueda ser replicada en todas las áreas costeras de la región, para promover la resiliencia en las poblaciones y acceso seguro a recursos marinos costeros en el presente y futuro, en el marco del manejo costero integrado.

La Agenda Ambiental de CAF identifica como uno de sus temas prioritarios la búsqueda de estrategias que permitan afrontar proactivamente los efectos del cambio climático, particularmente de aquellos sectores identificados como prioritarios por los países de la región.