El papel del gobierno corporativo en las empresas estatales

Las prácticas de buen gobierno corporativo maximizan el liderazgo de las empresas de propiedad estatal, mantienen la perspectiva empresarial de largo plazo y permiten alcanzar los objetivos de la empresa de forma eficiente

02 de junio de 2013

Las empresas estatales son, generalmente, las más importantes a nivel social y económico  y su participación en sectores estratégicos -dentro de los que se cuentan servicios básicos como transporte, agua y energía- hace que sean las más visibles en los mercados emergentes. Por eso deben tener un papel de liderazgo en la implementación de estos modelos de gobierno.

Por lo general aprovechan su posición única para ser un ejemplo positivo  y establecer modelos a seguir para otras empresas locales. A medida que los principios del gobierno corporativo sean cada vez más reconocidos globalmente como un punto de partida para el desarrollo empresarial, las empresas estatales pueden ayudar a avanzar estas iniciativas dentro de los mercados en los que operan.

En el documento "Gobierno corporativo en América Latina, importancia para las empresas de propiedad estatal", se desarrolla un conjunto de elementos que definen la importancia del gobierno corporativo en las empresas del Estado. Ahí se señala que el mantenimiento de la perspectiva empresarial de largo plazo se refiere a un doble propósito: obtener ganancias en una práctica empresarial sostenible y servir al interés público.

El doble propósito puede crear conflictos de interés que suelen generar críticas, al respecto de que las empresas estatales se centran en objetivos a corto plazo o no comerciales para adaptarse a ciertos entornos políticos.

El documento también incluye una lista de objetivos que las empresas del Estado pueden alcanzar, a través de un gobierno corporativo eficiente, entre los cuales citan: procesos y estructuras para la toma de decisiones, un directorio y administración más estables, controles más estrictos sobre los riesgos y la administración de los conflictos de interés y de la auto-contratación, entre otros.

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