Escuela segura: expulsando el crimen de las escuelas

"Escuela Segura, Familia Fuerte" es un programa municipal, creado en 2016 e implementado en febrero de 2017, que tiene por objeto reforzar la vigilancia escolar en las escuelas de Campo Grande, Brasil, para disminuir la violencia y estimular buenas prácticas en los estudiantes. Este programa resultó seleccionado en el primer Llamado Internacional de evaluaciones de impacto para ser objeto de una evaluación, de impacto, por parte del equipo de profesionales de CAF.

Para el desarrollo de la evaluación, 60 escuelas públicas en Campo Grande fueron seleccionadas aleatoriamente para recibir el programa “Escola Segura – Familia Forte” de un total de 136 escuelas elegibles. La selección al azar de las escuelas beneficiarias es lo que permite la construcción de un grupo de control (escuelas que no reciben el programa) estadísticamente igual a aquellas que sí lo reciben. De esta manera, cualquier diferencia encontrada entre ambos grupos de escuelas, en términos de las variables de interés y una vez finalizada la intervención, es atribuible únicamente a la influencia del programa en las escuelas. 

El programa está conformado por tres componentes:

1. Visitas diarias de la policía al interior de las escuelas (en el receso, a la hora de entrada o salida, etc.) durante las cuales los funcionarios conversan con los alumnos, profesores y directores para obtener información sobre el entorno escolar y los posibles inconvenientes ocurridos, con el fin de ofrecer el apoyo necesario. Además, a solicitud de los directores, los policías organizan conversatorios con los alumnos y otras actividades para fortalecer el vínculo de confianza entre la policía y la comunidad escolar.
   
   Las visitas se realizan a partir de técnicas de proximidad en las que se prioriza la observación y el intercambio entre policías y estudiantes. Es por ello que los policías ingresan sin armamento en las instituciones y las patrullas que se utilizan para el desarrollo del programa son diferentes a las comúnmente utilizadas por los cuerpos policiales (son carros pequeños rotulados con el nombre del programa y acondicionados con algunos de los dispositivos requeridos por estos vehículos).
   
   
2. Comunicación oportuna: consiste en habilitar un canal directo entre los policías y directores, no solo a partir de las visitas, sino también a través de un grupo de WhatsApp. Este mecanismo permite mantener un contacto frecuente entre los principales actores con el fin de disminuir los tiempos de respuesta y atender oportunamente los inconvenientes que puedan surgir en las instituciones y en sus alrededores.
   
   
3. Patrullaje focalizado en las zonas aledañas a la escuela busca atender actividades sospechosas, prevenir posibles incidentes y, con ello, disuadir la actividad delictiva.

En Brasil, la violencia y los altos niveles delictivos han sido tradicionalmente atendidos por medio de políticas “de mano dura”. Sus  resultados, a pesar de ser positivos en indicadores de crimen y de seguridad ciudadana, se han caracterizado por ser  de corto plazo, poco sostenibles en el tiempo y, especialmente, a deteriorar la percepción de los ciudadanos con los cuerpos policiales e incluso con el estado. En este sentido, Escola Segura pretende convertirse en una política más integral que busca romper con las prácticas policiales tradicionales  y abordar la seguridad ciudadana a partir de un enfoque diferente al históricamente empleado.

En concreto, se espera que el aumento de la presencia policial y la mayor interacción de los policías con los directores tenga efectos importantes en la disminución de la incidencia de delitos dentro y fuera de las escuelas. El objetivo  de la iniciativa es que mejoras en el entorno escolar, se traduzcan en reducciones de la deserción y el ausentismo, así como mejoras en el rendimiento académico de los estudiantes.