Estudio de CAF y Banca de las Oportunidades revela brechas de género en el acceso a créditos en Colombia

En el marco del Día Internacional de la Mujer, CAF -banco de desarrollo de América Latina y el Caribe- y Banca de las Oportunidades presentaron un estudio que reveló que las mujeres en Colombia enfrentan mayores dificultades que los hombres para acceder a créditos formales.

08 de marzo de 2024

El estudio revela sesgos de género en el acceso a financiamiento formal para las mujeres de Colombia. A través de cinco experimentos se demostró que la asesoría que reciben las mujeres difiere de la que reciben los hombres, que los asesores de crédito tienden a asociar a las mujeres un perfil de ingresos bajos y un score crediticio alto (lo que implica que las mujeres tengan una mayor probabilidad de aprobación, pero menor monto), o que las mujeres tienen un menor nivel de confianza en sí mismas, motivando a que se autoexcluyan del sistema financiero formal.

 

Descarga aquí el estudio experimental de género

"Es crucial para CAF producir conocimiento que proporcione evidencia sobre las brechas de género en el acceso al mercado crediticio. Esto permitirá orientar acciones para promover un acceso y uso más amplio de productos financieros por parte de las mujeres"

Diana Mejía, Especialista Senior en Inclusión Financiera de CAF

 

 

Hallazgos

El primer experimento reveló que las mujeres tienen un menor nivel de confianza en sí mismas, motivando a que se autoexcluyan del sistema financiero formal. Esto se explica por la percepción relacionada con que cumplen menos con los compromisos que asumen en comparación con los hombres, a pesar de que, en la práctica, muestran un mejor comportamiento de pago. Además, el proceso de solicitud de crédito les genera más estrés y nerviosismo, algo que se puede relacionar con la creencia compartida, tanto por hombres y mujeres, de que el acceso al crédito es más complicado para ellas.

El segundo experimento buscó indagar sobre las experiencias negativas en el acceso a financiamiento. El proceso de crédito genera más estrés y experiencias negativas en mujeres, llevándolas a autoexcluirse del sistema financiero. Las mujeres relacionan estas malas experiencias a rechazos por incumplimiento de los requisitos iniciales de la solicitud del crédito, particularmente aquellos como la certificación de ingresos, la antigüedad o el tipo de contrato laboral, reflejando las brechas que existen el mercado laboral. En paralelo, los hombres señalan como principales motivos la falta de historial crediticio y los reportes negativos en centrales de riesgo.

Los sesgos cognitivos y perceptuales por parte de los asesores de crédito tienden a asociar a las mujeres un perfil de ingresos bajos y un score crediticio alto. Esto lleva a que, en perfiles comparables, los asesores de ambos sexos otorguen una mayor probabilidad de aprobación a las mujeres, pero un menor monto. Además, los asesores de ambos sexos prestan más atención a la situación laboral de las mujeres con alto riesgo, mientras que, para perfiles de muy bajo riesgo, se enfocan más en la antigüedad laboral de los hombres, ignorando este factor en las mujeres.

La asesoría que reciben las mujeres difiere de la que reciben los hombres en cuanto a la información que se proporciona. El cuarto experimento reveló que, si bien los asesores siempre tienen incentivos a vender un producto financiero, cuando no tienen suficiente información o la información que se da evidencia el riesgo de la persona, sesgan el tipo de información que entregan a las solicitantes. Así, en los perfiles que solicitan montos bajos, los asesores se centran en exaltar las metas y objetivos que pueden alcanzar, mientras que en los perfiles que solicitan montos altos, los asesores resaltan los riesgos y características del producto financiero.

El quinto experimento amplió la investigación sobre cómo la forma en que las mujeres reciben la información influye sobre su toma de decisión de endeudamiento, concluyendo que hablar de los beneficios de acudir a una institución financiera, frente a las desventajas de un prestamista informal, aumenta la probabilidad de solicitar un crédito formal. También concluyó que ante grandes volúmenes de información que no es comparable, los sesgos cognitivos pueden conducir a que las mujeres se vean abrumadas en la toma de decisión, escogiendo la opción que parezca más sencilla, aunque esta no sea la económicamente racional y que, además, el orden de la información proporcionada por el asesor influye en la probabilidad de que las mujeres de bajos ingresos adquieran un crédito.

"La colaboración entre gobierno, organismos multilaterales, la academia y el sector financiero debe orientarse hacia la ampliación de la educación financiera para el desarrollo de habilidades de autoconfianza y el empoderamiento económico de las mujeres"

Paola Arías, directora de la Banca de las Oportunidades

Revive el evento de presentación del estudio

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