Fitch elevó su calificación de riesgo a la CAF

La agencia internacional Fitch elevó la calificación de riesgo otorgada a la CAF para su deuda a largo y corto plazo, de “A-” a “A” y de “F2” a “F1”, respectivamente, decisión que le permitirá a la Corporación reforzar su activa movilización de recursos competitivos desde los mercados internacionales de capital para ponerlos a disposición del desarrollo sostenible de sus países accionistas y de la integración regional.

10 de julio de 2000

La CAF se hizo acreedora a este reconocimiento principalmente por la estabilidad demostrada en sus resultados operativos -en especial durante 1999, uno de los años considerados más difíciles para la región-; su eficiente desempeño financiero y continua rentabilidad; la reinversión de sus utilidades, la prudencia con la cual maneja sus actividades crediticias y el reiterado apoyo que le han brindado sus países accionistas, puesto de manifiesto en los continuos aumentos del capital social de la institución -en particular el efectuado el año pasado, por más de US$600 millones- y en el cumplimiento oportuno de sus compromisos.

Aunado a lo anterior, Fitch consideró las inmunidades y privilegios que como acreedor preferencial posee la CAF, gracias a su estatuto jurídico internacional.

El Presidente Ejecutivo de la CAF, Enrique García, se mostró muy complacido con la noticia -difundida el pasado 10 de julio en Londres- “por constituir una muestra de confianza en una institución latinoamericana, en momentos en que los emisores de la región atraviesan por circunstancias difíciles que les limitan su acceso a los mercados internacionales de capital”.

Hasta la fecha, la CAF ha realizado emisiones en las más exigentes plazas de Japón, Europa y Estados Unidos, por un monto que alcanza a 3.461 millones de dólares, logrando las tasas y plazos más competitivos obtenidos en la región, lo que le permite canalizar estos recursos en condiciones muy atractivas hacia sus países accionistas.

Para la Corporación, lograr esta competencia en la obtención de sus recursos financieros ha sido posible gracias a que cuenta con las tres calificaciones de riesgo más altas otorgadas a un emisor latinoamericano por Fitch, Standard & Poor’s y Moody’s, las cuales le han sido ratificadas o elevadas continuamente, desde que le fueran asignadas en 1993.

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