Hidroelectricidad y manejo socioambiental en análisis

En un seminario organizado por CAF, la Embajada de Brasil en Bolivia y el Banco Mundial, autoridades nacionales y expertos brasileros presentaron experiencias en generación hidroeléctrica y gestión socioambiental.

16 de junio de 2011

(La Paz, 16 de junio de 2011).- Con la presencia de autoridades y actores del sector eléctrico nacional se realizó en La Paz el seminario Construcción de Centrales Hidroeléctricas y Mitigación de Impactos Socio Ambientales: Experiencias Internacionales, evento organizado por CAF -banco de desarrollo de América Latina-, la Embajada de Brasil en Bolivia y el Banco Mundial.

“CAF no es sólo una Institución financiera, sino también generadora de conocimiento. Por ello, ponemos a disposición de autoridades y encargados de políticas públicas en Bolivia, experiencias y mejores prácticas internacionales en la mitigación de impactos socioambientales en la generación hidroeléctrica -en la cual Bolivia tiene enorme potencial- para que tengan mayores insumos para la toma de decisiones”, señaló el director representante de la institución financiera en el país, Emilio Uquillas.

El seminario contó con exposiciones del Vicecanciller de Bolivia, Juan Carlos Alurralde; el Viceministro de Electricidad y Energías Alternativas, Roberto Peredo y especialistas de Eletrobras, Compañía Energética de Minas Gerais (CEMIG), Itaipu Binacional, Grupo de Estudios del Sector Eléctrico de la Universidad Federal de Río de Janeiro (GESEL/UFRJ), Documento Patrimonio Cultural- Arqueología y Antropología, CAF y Banco Mundial.

Generación hidroeléctrica en Bolivia

El Vicecanciller Alurralde expuso los elementos para la posición boliviana sobre proyectos hidroeléctricos en cuencas transfronterizas, haciendo énfasis en el complejo hidroeléctrico del Río Madera, el cual comprende la construcción de cuatro plantas a lo largo del río: Santo Antonio y Jirau en territorio brasilero, Ribeirao (binacional) ubicada en la frontera con Bolivia y Cachuela Esperanza, en territorio boliviano.

“Estamos evaluando los efectos económicos, sociales, culturales y medioambientales que generaría este emprendimiento sobre territorio nacional. El hecho de que casi 50% de las fronteras de Bolivia son límites acuáticos o lacustres, implica la necesidad de generar políticas de integración energética con los países vecinos que protejan -sobre todo- el interés nacional”, señaló Alurralde.

Durante su exposición, el Viceministro Peredo informó que el potencial hidroeléctrico de Bolivia es de aproximadamente 40 Gigavatios, de los cuales -en la actualidad- sólo se utilizan 475,6 Megavatios, es decir aproximadamente un 1,19%.

En 2010 la generación hidroeléctrica representó 37% de la capacidad energética del Sistema Interconectado Nacional (SIN), mientras que el saldo fue generado por biomasa, vapor, geotermia y gas natural. La proyección para el año 2020 es lograr que 70% de la producción energética se base en la fuente hídrica.

Se conoció que los proyectos hidroeléctricos que aún se encuentran es fase de análisis son Río Madera, Cachuela Esperanza y El Bala, los cuales permitirían la exportación de electricidad a la región, además de La Punta, Miguillas, Misicuni, Rositas, San José, Santa Anita y Tahuamanu que apuntan a satisfacer la demanda doméstica.

Al momento se encuentran en ejecución los proyectos de las microcentrales Totoropampa y Kanamarca en la provincia Inquisivi del departamento de La Paz, Río Blanco en Guarayos (Santa Cruz) y Kuchuyba en Tomabe, Potosí.

Experiencia internacional

Dentro de las exposiciones presentadas por expertos internacionales resaltan las experiencias de gestión ambiental generadas por la usina Itaipú Binacional (Brasil-Paraguay) y su programa Cultivando Agua Buena, creado para desarrollar iniciativas de sustentabilidad ambiental a través de 19 subprogramas y 65 proyectos que van desde una plataforma de energías renovables hasta un parque tecnológico, eventos técnicos ambientales, proyectos de salud, educación, reforestación, turismo y seguridad alimentaria, entre otros. Itaipú genera 77% de la energía de Paraguay y 18,9% de la energía de Brasil.

Por otro lado, el programa Pez Vivo de CEMIG que considera acciones orientadas a la preservación de la fauna acuática en las cuencas donde existen actividades de la empresa, buscando soluciones y tecnologías que integren la generación de energía eléctrica con la conservación de las especies nativas de peces, promoviendo la inclusión de la comunidad.

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