Incluso los niños toman el agua directo del grifo

Los pobladores de cientos de municipios de Ecuador hoy tienen agua potable para beber, alcantarillado que evacúa las aguas lluvias y recolección y disposición de residuos sólidos que mejoran las condiciones de salud

24 de octubre de 2014

Mariana Castro es tímida, habla poco. Se queda callada mientras el viento frío le mueve el pelo. Recuerda las épocas de verano, cuando había poca lluvia. Escaseaba el agua en San Pablo del Lago, una población turística en Otavalo, a los pies del volcán Imbabura. "Antes ni se tenía agua y si venía, estaba sucia". 

Que hoy llegue el agua potable y con buena presión se debe a las obras de las dos fases del Programa de Saneamiento Ambiental para el Desarrollo Comunitario (Promadec). La iniciativa materializa el planteamiento del Plan Nacional de Desarrollo para cerrar las brechas de cobertura de los servicios básicos y se extiende no solo a poblaciones aledañas como Abatag, Cusinpamba, Gualabi, sino a otras ya muy lejos de San Pablo del Lago. 

Hoy son 208 los municipios de Ecuador y alrededor de 3,5 millones de personas que se han beneficiado con Promadec. Hoy reciben un servicio de calidad de agua potable que pueden beber, alcantarillado que evacúa las aguas lluvias y las aguas servidas, y recolección y disposición de residuos sólidos que mejoran las condiciones de salud para grandes y chicos. Son más de 450 proyectos que hacen mejor la vida de los ecuatorianos. 

En el marco de Promadec, por ejemplo, se construyeron para San Pablo del Lago obras de mejoramiento de la planta de potabilización y  la  ampliación de la red de distribución del sistema de agua potable. 

Este proyecto, como el del resto de municipios de Ecuador, contó con el financiamiento de CAF -banco de desarrollo de América Latina- en coordinación con el Banco del Estado (BdE). Para el caso de San Pablo del Lago se ha llegado al 99% de cobertura en agua potable. "Ahora el agua está mucho mejor, viene potabilizada", dice Mariana junto a la ropa colgada que se seca a la sombra del Imbabura.

Luis Arango, es poblador de San Pablo del Lago. Viste una chaqueta roja y abollonada, como la de Marty McFly, el de Volver al futuro. Habla de las enfermedades que se desarrollaban "cuando el agua era oscura y turbia". Hoy la situación es otra, "incluso los niños toman el agua directo del grifo, sin ningún problema". 

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