La dinámica global del agua virtual

El crecimiento de la población, la mejora de las condiciones económicas y la urbanización, combinados con la escasez de agua, tienen profundas implicaciones para el desarrollo de los países en múltiples facetas, destaca el informe "La infraestructura del desarrollo en América Latina" (CAF, 2012). Cada vez se destina más agua al consumo que a la agricultura. Los altos costes, las sequías, y los incrementos en precios desalientan los cultivos de alimentos. Como consecuencia, muchos países prefieren importar comida antes que producirla localmente.

Desde 1993, el término "agua virtual" se utiliza para referirse a la cantidad agua que es requerida para la producción de commodities o mercancías agrícolas y para la producción industrial (Allan, 1997). Por ejemplo, la producción de 1 kilogramo de trigo necesita 1 m³ de agua; mientras que para producir 1 kilogramo de carne, se necesitan entre 10 y 13 m³ de agua.

El volumen de "agua virtual exportada" por todos los países se estima en 650 Km³ por año, y el "agua virtual importada" se estima en 1.000 Km³ por año (Yang & Zehnder, 2008). Para el caso de América Latina, puede observarse que América del Sur exporta 96 Km³ de agua cada año, de los cuales 18 Km³ tienen como destino el Medio Oriente -donde el agua es escasa-; esta importación equivale a 35 Km³por las diferencias de productividad en el uso del agua.

La globalización y los mismos mercados responden con la oferta de bienes agrícolas donde la productividad en general y la disponibilidad de agua para los cultivos juegan un papel determinante. Globalmente, el volumen de "agua virtual" asociada con la producción de productos agrícolas comercializables se acerca al 15% del total del agua utilizada en la producción agrícola. De allí que se prefiera importar antes que producir.