La iniciativa de Rutas de Aves Migratorias de las Américas iniciará su implementación en enero 2025

En el marco de la COP16, Audubon, BirdLife International y CAF -banco de desarrollo de América Latina y el Caribe- presentaron los avances de la Iniciativa de Rutas de Aves Migratorias de las Américas (AFI, por sus siglas en inglés), como parte de su visión y compromiso de proteger, conservar y restaurar la naturaleza y hacer frente a la pérdida de biodiversidad y la crisis del cambio climático.

30 de octubre de 2024

Luego de dos años de diseño riguroso basado en ciencia, AFI pasa a su fase de implementación en 2025 para proteger y restaurar ecosistemas críticos a través de Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN) e infraestructura amigable segura para las aves y las personas.

Inspirados por el maravilloso mundo de las aves y sus épicos viajes migratorios a lo largo y ancho del hemisferio, que conectan paisajes, culturas y personas, el equipo de ciencia de AFI ha identificado un portafolio de sitios cruciales para garantizar la conectividad y conservación de, al menos, el 10% de las poblaciones priorizadas de aves migratorias playeras y terrestres en las Américas.

Las aves son un gran bioindicador sobre la salud de la naturaleza. No solo nos indican el problema, sino también la solución: dónde y cómo tenemos que actuar. Si se protegen las aves, se protege la vida. Por ejemplo, el 85% de los sitios importantes para la conservación de las aves en Colombia coincide con áreas clave para la regulación hídrica y la mitigación del cambio climático.

Actualmente, AFI cuenta con cinco proyectos iniciales, también conocidos como proyectos nido; cuyo nombre se inspiró por las características de estas estructuras naturales vinculadas al refugio, desarrollo y bienestar.

1) Mejoramiento de la resiliencia climática costera en el Humedal Rocuant Andalién en Chile;

2) Restauración de paisajes de bosques montanos y ecosistemas acuáticos en los Andes noroccidentales en Ecuador;

3) Integración de prácticas amigables con las aves en las líneas de transmisión y distribución eléctrica que llegan a la costa de Guayas, Ecuador;

4) Incorporación de arquitectura y diseño respetuosos con las aves en la sede de la CAF en Ciudad de Panamá;

5) Intercambio de conocimientos en la Isla de Iona, Columbia Británica, sobre buenas prácticas en la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Iona del Río Fraser

Con el fin de asesorar y orientar a estructuradores de proyectos en el diseño e implementación de propuestas que combinen la conservación y el desarrollo sostenible, AFI también presentó cuatro guías, entendidas como herramientas prácticas y estratégicas.

  • Guía 1: Ecosistemas altos en biodiversidad y densos en carbono.
  • Guía 2: Seguridad hídrica: agua potable, saneamiento y acceso al riego.
  • Guía 3: Gestión costera.
  • Guía 4: Infraestructura.

La relevancia de AFI se centra en la premisa de que la conservación sin financiación es solo conversación. Es decir, sin recursos financieros ágiles y sostenibles no se puede alcanzar la conservación, protección y restauración efectiva de la naturaleza. Actualmente, existe una brecha financiera de entre 598,000 y 824,000 millones de dólares anuales para articular acciones para enfrentar la crisis climática y de pérdida de la biodiversidad.

Uno de los principales objetivos que se busca alcanzar en la décima sexta Conferencia de las Partes (COP 16) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) que se realiza en Cali es avanzar en los detalles y mecanismos que se utilizarán para cumplir la meta 19 del Marco Global de Biodiversidad: lograr la movilización anual de al menos 200 mil millones de dólares hasta 2030. De este valor se espera que al menos 30 mil millones sean enfocados en países en vías de desarrollo, los cuales a menudo se ven más afectados por los impactos del cambio climático y el detrimento de la vida silvestre y pérdida de biodiversidad.

A la fecha de la redacción de esta nota, ocho gobiernos han manifestado que aportarán $163 millones de dólares para que el Fondo Global de Biodiversidad (GBFF) pueda implementar el Marco de Biodiversidad Kunming-Montreal. Si bien es un avance, todavía es incipiente frente a la magnitud de lo requerido y el contexto que enfrentamos.

La protección y uso sostenible de los servicios y recursos que recibimos de la naturaleza no es solo una responsabilidad del gremio naturalista o científico. Más de la mitad de la economía mundial depende de los beneficios que nos brinda la naturaleza: agua y aire limpios, suelos fértiles, alimentos, medicinas, materias primas, entre otros. Más de la mitad del PIB mundial depende de manera moderada o alta de la naturaleza y sus servicios. Como consecuencia, esta cifra está vinculada a los riesgos e impactos que representa la destrucción de naturaleza.

Por lo tanto, las acciones encaminadas a la conservación, restauración y gestión sostenible de los ecosistemas y su biodiversidad son una obligación y responsabilidad de todos los sectores, pues son la base fundamental para que nuestras sociedades puedan seguir existiendo y prosperando. Afortunadamente, gran parte de la respuesta ante el desafío de canalizar financiamiento en favor de la biodiversidad se encuentra en la propia naturaleza.

“Las Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN) son acciones para proteger, gestionar de manera sostenible y restaurar los ecosistemas naturales y modificados que abordan los desafíos de la sociedad de manera efectiva y adaptativa, beneficiando simultáneamente a las personas y la naturaleza” (UICN, 2016).

Ante este panorama, en la COP15 de Montreal, National Audubon Society, BirdLife International y el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) gestaron un compromiso y los cimientos de una alianza estratégica, trasformadora y visionaria que movilizará, a través de un mecanismo financiero integral, inversión en favor de la naturaleza y las comunidades que dependen de ella.

AFI es una simbiosis para la prosperidad que combina ciencia aplicada de vanguardia y mecanismos financieros ágiles para gestionar de forma sostenible más de 30 paisajes marinos y terrestres hasta 2050; movilizando entre 3 y 5 billones de dólares.

Elizabeth Gray, directora general de Audubon, destacó la importancia de la iniciativa. “Estamos trabajando juntos para proteger 30 paisajes terrestres y marinos de esta vasta región. Esto es esencial para promover soluciones basadas en la naturaleza y el desarrollo sostenible. América es una de las regiones con mayor biodiversidad del mundo, y tenemos mucho que hacer para afrontar tanto la crisis de la biodiversidad como la climática”.

Martin Harper, director general de BirdLife International, agradeció y reconoció a los equipos de las tres organizaciones por su arduo trabajo para llegar a este punto. “Estamos construyendo algo muy especial, algo que unirá los esfuerzos de conservación en toda América. Esta iniciativa ya está inspirando proyectos similares en otras grandes rutas migratorias del mundo”.

Sergio Díaz Granados, presidente ejecutivo de CAF recordó los esfuerzos del banco por convertirse en el banco verde de la región, entre ellos el aumento de su capital para enfrentar la emergencia climática. “La pérdida de la biodiversidad es uno de nuestros problemas más urgentes. Mitigarla y adaptarnos no es una elección; es una responsabilidad que debemos cumplir. Venimos colaborando con instituciones como Audubon y BirdLife para cerrar brechas de conservación en América Latina y el Caribe”.

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