La Red de Biodiverciudades se expande en la COP16

Seis ciudades colombianas se sumaron en bloque a la Red de Biodiverciudades de CAF, una plataforma que promueve la integración de la naturaleza en espacios urbanos a través de nuevas políticas públicas.

27 de octubre de 2024

Bogotá, Cali, Cartagena, Leticia, Quibdó y Santa Marta se sumaron a la Red de Biodiverciudades de CAF durante un evento paralelo de la COP16, en una muestra de la buena acogida que la iniciativa está teniendo en Colombia y toda América Latina y el Caribe. Con estas adhesiones, la red suma más de 180 ciudades miembros.

Considerando su gran riqueza en biodiversidad, Colombia viene haciendo esfuerzos importantes para la protección, restauración y recuperación de la biodiversidad, a través de mecanismos como la Nueva Agenda Urbana, el Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, la base “Colombia Potencia Ambiental” de la “Visión Colombia 2050”, entre otros.
 
Cuando arrancó la red de biodiverciudades en 2021, pensamos en las ciudades y en los jóvenes, que son los motores de crecimiento”, dijo Sergio Díaz-Granados, presidente ejecutivo de CAF.

Díaz-Granados explicó la evolución del proyecto, que cuenta con aliados globales como el Instituto Humboldt y Scholas Ocurrentes, para crear una nueva relación con la naturaleza y lograr ciudades más verdes, justas y pujantes.

“Un río lo vemos siempre contaminado pero no siempre vemos contaminado a un joven y a ellos también les duele y se están secando”, dijo José María del Corral, presidente mundial de Scholas Ocurrentes.

CAF impulsa desde 2021 la Red de BiodiverCiudades de América Latina y el Caribe como una forma de integrar en un mismo espacio dos de sus grandes compromisos ante los países accionistas: ser el banco verde y el de los subnacionales. Asimismo, la estrategia de desarrollo urbano de CAF busca generar hábitat sostenible en los sistemas urbanos de la región, a través de ciudades y comunidades más verdes, justas y prósperas, que permitan mantener un equilibrio entre la regeneración ambiental, la resiliencia social y la prosperidad económica, situando a las personas y su diversidad en el centro de la acción.

Estos dos caminos significan, necesariamente, replantear el vínculo con la naturaleza a través de una mirada más integral de los territorios, que tenga como pilares centrales la preservación, conservación y uso sostenible de la biodiversidad. Y son los gobiernos locales que han decidido dar un paso al frente y avanzar hacia un modelo de gestión urbana en armonía con la naturaleza a través de la identificación, estructuración y financiamiento de intervenciones urbanas de calidad y alto impacto.

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