Lo que hace a una patente ganadora

Si quieres que tu idea llegue lejos, sólo tienes que ceñirte a cuatro puntos

23 de agosto de 2015

Si se piensa en un inventor, seguro viene a la mente alguien encerrado en un laboratorio, con muchos tubos de ensayo, bata blanca, lentes y pelos alocados. Pero un inventor puede ser cualquier persona, solo hay que tener una buena idea entre manos.

Para que tu idea prospere, hay unos puntos cuya revisión es de crucial importancia antes de redactar la patente que te llevará al éxito:

  • Que sea una idea nueva. Pareciera claro. Si la idea no es nueva o es una variación de algo que ya sabemos que existe, es menos probable que sea una idea salidora y culmine todo el proceso de patente.
  • Que sea útil. Se puede inventar algo maravilloso pero que no tenga mayor aplicación práctica. En la medida que dé respuesta a un problema común y sea útil para más personas, mejor será nuestra idea.
  • Que sea legal. Si tu invento no se restringe a las normas de tu país, difícilmente será de aplicación en otros países y, por lo tanto, será imposible que se plasme en una patente.
  • Que sea algo no obvio. Aquí reside la capacidad inventiva, lo que hace que se le abra la boca al examinador de patentes y diga que tu idea es una patente ganadora.

 

Ya tienes las claves. Ahora… ¡A crear!

Suscríbete a nuestra newsletter