Los retos de Uruguay frente a las habilidades para el trabajo y la vida

El tiempo que los padres dediquen a sus hijos, la calidad de la educación y la reducción en la deserción, así como el empleo de los jóvenes, son pilares básicos en la formación de habilidades de los uruguayos, según el nuevo Reporte de Economía y Desarrollo realizado por CAF -Banco de Desarrollo de América Latina-.

28 de septiembre de 2016

Los países de América Latina han aumentado su inversión en educación durante las últimas décadas, y Uruguay no ha sido la excepción. Actualmente el gasto público en educación alcanza el 4,8% del PIB, lo cual sitúa al país en el promedio de la región y todavía por debajo de lo que gastan regiones más desarrolladas.

Si bien Uruguay está entre los países latinoamericanos con mejor rendimiento en las pruebas de desempeño académico, tanto en primaria (TERCE) como en secundaria (PISA), todavía enfrenta serios retos en cuanto a culminación educativa (solo el 40% de los jóvenes completa la educación media superior) y a la pertinencia de la formación en relación al mundo del trabajo. Además, Uruguay también enfrenta el desafío de mejorar otro tipo de habilidades, que no son tradicionalmente capturadas por las pruebas de rendimiento académico, y que suelen agruparse bajo el nombre de habilidades "socioemocionales".

De acuerdo al Reporte de Economía y Desarrollo (RED) 2016 "Más habilidades para el trabajo y la vida", que hoy presentó CAF-Banco de Desarrollo de América Latina- en la Torre Ejecutiva, estos desafíos en la formación del capital humano no son solo competencia de los sistemas educativos, sino también de otras instituciones que atraviesan a las personas desde muy temprano. La familia, el mundo laboral y el entorno físico y social en el que transcurre la vida de los uruguayos son junto con el sistema educativo- responsables de la formación de las habilidades cognitivas,  socioemocionales y físicas de la población. El RED 2016 muestra cómo estas tres dimensiones del desarrollo individual están íntimamente vinculadas con el éxito laboral, educativo, el estado de salud y con los niveles de inclusión cívica y social de las personas.  

"La evidencia señala que todo importa para lograr mejores habilidades; desde la infraestructura de saneamiento, hasta los programas de acompañamiento familiar u otras políticas que ayuden a las familias para disponer de más tiempo de calidad para pasar con sus niños más pequeños. En cuanto a la educación, un foco especial de la intervención pública debería pasar por una revalorización de las tareas de los maestros, los profesores y los directores en las escuelas, cuidando los aspectos de selección, entrenamiento y motivación para sacar el mayor provecho del talento docente", explicó Pablo Sanguinetti, economista jefe y director corporativo de Análisis Económico y Conocimiento para el Desarrollo de CAF.

Durante la presentación del reporte Sanguinetti agregó que "Esta visión más integral del desarrollo del capital humano implica una fuerte coordinación de acciones entre agencias públicas con distintos ámbitos de competencia: educación, desarrollo social, trabajo, salud y planificación de la infraestructura. El caso de Uruguay es particularmente interesante, por los avances en el diálogo y coordinación interministerial que han logrado en comparación con otros países de la región. Un ejemplo de estas iniciativas de coordinación es el Plan Nacional de Cuidados".

Otro factor importante que destaca el RED 2016 es la importancia de las habilidades socioemocionales para los trabajos del futuro. Las ocupaciones que están mejor remuneradas y que además son menos reemplazables por máquinas o robots (son menos "automatizables") son justamente las que hacen un uso más intensivo tanto de habilidades cognitivas como de habilidades socioemocionales.

En este sentido hay un serio desafío, ya que de acuerdo a mediciones presentadas por CAF los jóvenes uruguayos están entre los que cuentan con habilidades socioemocionales más bajas en comparación a otros países de la región. Sin embargo, el mercado laboral en Uruguay ofrece mejores oportunidades de seguir formando habilidades en la adultez, siempre en comparación con otros países de América Latina. Esto se debe básicamente a una mayor importancia relativa del sector formal, el cual presenta mecanismos más efectivos que el sector informal o de pequeña escala para generar habilidades tanto por la misma práctica en el trabajo como por medidas de capacitación específicamente pensadas para ese fin.

"Los desafíos de formación de habilidades para la vida y el trabajo necesitan ser atendidos desde hoy, ya que formar habilidades es un proceso lento, continuo, que se inicia muy temprano en la vida de las personas, y que, por suerte, nunca se termina. CAF apoya a los países no solo a través de financiamiento sino también en la construcción de una agenda para el desarrollo de políticas públicas que permitan avanzar en esta materia", agregó Sanguinetti.

Estos fueron los temas centrales que se abordaron en la presentación del RED en Montevideo, evento que contó con la presencia de la directora representante de CAF en Uruguay, Gladis Genua, y de la ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi, la ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, la directora de CEPAL en Montevideo, Verónica Amarante, el presidente del Consejo Directivo Central, ANEP, Wilson Netto, el decano de la facultad de Ciencias Económicas y de Administración de UDELAR, Rodrigo Arim, y el director de Estudios Económicos de la Cámara de Industrias del Uruguay, Sebastián Pérez, entre otros destacados invitados y panelistas. 

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