Mar Caribe

El Mar Caribe, de 2,8 millones de km², incluye arrecifes de coral y manglares, esenciales para la biodiversidad y la protección costera, pero enfrenta amenazas de contaminación, pesca excesiva y turismo mal planificado.

03 de octubre de 2024

El ecosistema marino y costero del Mar Caribe incluye arrecifes de coral, manglares y praderas de pastos marinos, y llega a alcanzar una superficie aproximada de 2,8 millones de Km2. Estos ecosistemas están entre los más diversos y productivos del mundo.

Proporcionan seguridad a las comunidades costeras, actuando como barreras naturales y disminuyendo el impacto de inundaciones y tormentas. Además, los manglares presentes en este ecosistema filtran y purifican el agua, mientras que los arrecifes de coral crean más arena para las playas prístinas del Caribe. Sin arrecifes de coral se estima que el 25% de toda la vida marina moriría.

La pérdida de la biodiversidad en el Mar Caribe se debe a la escasa infraestructura y regulación de tratamiento de aguas grises e industriales que contaminan los cursos de agua (derivadas principalmente de la agroindustria), la contaminación de aguas oceánicas generada por el transporte marítimo y residuos plásticos, la deficiente planificación en zonas del borde costero y oceánicos en cuanto al turismo, la pérdida de hábitat y sobreexplotación de recursos marinos debido a la pesca, y a los conflictos de interés que limitan la protección de áreas con alto valor ecológico. Es importante mencionar que la deforestación generalizada en el Amazonas contribuye a la proliferación de especies invasoras como el sargazo en las costas del Caribe (Berenguer et al., 2021).

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