Observatorio de Movilidad Urbana de América Latina proyecta por primera vez la imagen de 15 metrópolis del continente

La puesta en marcha del Observatorio de Movilidad Urbana de América Latina, que evalúa la situación de transporte y movilidad en 15 ciudades de la región, permitió estructurar un documento sólido de realidades, tendencias y prioridades para los sectores público y privado. El rápido crecimiento del parque automotor privado, los costos secundarios (externalidades) dela movilidad, y la responsabilidad del Estado en el tema del transporte público son parte fundamental del debate hacia el futuro.

15 de septiembre de 2010

(Bogotá, 15 de septiembre de 2010).-CAF, banco de desarrollo de América Latina, en compañía de autoridades y expertos de la movilidad de la región, presentó algunos de los temas que formarán parte obligada de las agendas de movilidad urbana para los próximos años, obtenidos a partir de la primera cosecha de datos arrojados por el Observatorio de Movilidad Urbana para América Latina (OMU).

“CAF entrega una herramienta objetiva para tener una imagen más detallada y homologada de la movilidad en las ciudades de la región, que va a facilitar la toma de decisiones y mejorar la planificación con objetivos y criterios claros de evaluación”, señaló Antonio J. Sosa, Vicepresidente Corporativo de Infraestructura de CAF.

Con base en los datos obtenidos en 11 categorías relacionadas con la movilidad urbana, se destacan cinco aspectos que a escala regional que serán fundamentales en el futuro.

  • Crecimiento vertiginoso del parque automotor, un desafío En la medida en que las economías emergentes crecen, las personas de bajos ingresos entran en el mercado de la movilidad adquiriendo motocicletas, mientras las nuevas clases medias compran automóviles. Como consecuencia natural de este crecimiento del parque automotor, aumenta la congestión y se ve afectada la rentabilidad y calidad del transporte público, lo que requiere evaluaciones detalladas para diagnosticar las necesidades metropolitanas y generar soluciones racionales y sostenibles en el mediano y largo plazo, conforme con las mejores prácticas del mundo. Esto incluye el mejoramiento y priorización del transporte público, una adecuada gestión del tránsito, la ampliación de espacios para la circulación de peatones y bicicletas, y una mayor integración de los sistemas.
  • Soluciones diseñadas sobre los hechos, no sobre especulaciones Las políticas públicas en los temas de movilidad deben formularse cada vez menos sobre percepciones generales y especulaciones y cada vez más sobre realidades bien documentadas. El OMU empieza a hacer posible esta necesidad pues abre la oportunidad deconocer las principales características del sistema de transporte y de las áreas urbanas que atiende, así como mejorar la compresión de los procesos del transporte y su relación con la accesibilidad, movilidad y el desarrollo urbano. Esto será fundamental para los distintos niveles de gobierno, la ciudadanía, la academia, los expertos y planificadores, para actuar de manera más precisa, coordinada, eficiente y transparente y crear las instituciones necesarias para gestionar ciudades cada vez más complejas.
  • La reducción del impacto de las externalidades negativas Puede observarse una relación directa entre el crecimiento de la presencia del automóvil particular y las motos, y la baja calidad del transporte público con el nivel de externalidades negativas que genera el transporte sobre otros aspectos de la vida social, como la contaminación ambiental y los índices de mortalidad en accidentes. Esto genera un alto costo para la sociedad en la medida en que se ven afectadoslos ciudadanos y varios sectores de la economía como la salud y energía.
  • El transporte está estrechamente vinculado con otros sectores de la economía El sector transporte es una parte fundamental de la economía, inserto en una sociedad compleja y con múltiples variables. Las políticas industriales, económicas, de empleo y de energía tienen una vinculación estrecha con la situación del transporte; por ejemplo, el aumento de créditos otorgado por los bancos comerciales para la adquisición de nuevos vehículos (automóviles y motocicletas), implica un altísimo costo a la movilidad. En términos generales existen políticas externas que afectan profundamente al sector transporte sin que éste pueda controlarlas, lo que demanda mayor coordinación de los sectores involucrados.
  • El servicio de transporte público es responsabilidad del Estado Es fundamental que el Estado tome un papel activo en el desarrollo de un transporte público funcional y equitativo en la prestación de su servicio para todo tipo de personas. Hacerlo más incluyente puede reducir el impacto de sus costos externos afectando positivamente el gasto público desde otros frentes. Es responsabilidad del Estado pensar en mejoras de infraestructura y servicios para el transporte público, planeación estratégica y acceso con equidad y sentido social. Esta visión reivindica al transporte como un servicio público y no sólo como una actividad del mercado.
  • La empresa privada también debe participar Es conveniente convocar al sector privado como socio en la operación del sistema de transporte público, y para ello, las condiciones contractuales debendar la oportunidad de obtener unarentabilidadrazonable, lo que atraerá buenos inversionistas al sector. En este momento se presenta un alto nivel de atomización y visión de corto plazo en la prestación de servicios de transporte, aspectos que deben ser corregidos con una mayor organizaciónpara garantizar un servicio eficiente. En buena medida esto puede ser abordado con un adecuado marco regulatorio que distribuya inteligentemente las responsabilidades y riesgos entre el Estado y los privados,cree un adecuado nivel de articulación de toda la red y establezca instituciones capaces de entender el rol de cada quien en su gestión del sistema.
OMU de América Latina CAF presentó el Observatorio de Movilidad Urbana para América Latina (OMU), una herramienta fundamental para diagnosticar las fortalezas y debilidades en el sector del transporte y la movilidad en 15 áreas metropolitanas de América Latina en aspectos relacionados con la oferta y demanda de infraestructura y servicios, el medio ambiente, la seguridad, el consumo de energía.

El estudio, que evalúa la situación de Buenos Aires, Belo Horizonte, Bogotá, Caracas, Ciudad de México, Curitiba, Guadalajara, León, Lima, Montevideo, Porto Alegre, Río de Janeiro, San José, Santiago y Sao Paulo de manera comparativa, muestra que la capital colombiana tiene puntos de competitividad significativos, así como elementos para mejorar.

Algunos de los datos más destacados para América Latina(compilados entre 2007 y 2009) son:

  • En su conjunto en las áreas metropolitanas analizadas, se realizan cerca de 214 millones de viajes por día. Del total, 43 por ciento es en transporte colectivo.
  • Diariamente los desplazamientos consumen cerca de 45 millones de litros de alcohol y gasolina, y solo 13 millones de litros de diesel.
  • La gestión del tránsito requiere del trabajo de 24 mil personas cada día y del conjunto de los servicios de transporte más de 900.000.
  • Diariamente se genera un promedio por área metropolitana de emisiones contaminantes de 135 mil toneladas de CO2.
  • Los costos invertidos por las sociedades en estas áreas metropolitanas, teniendo en cuenta los costos para la construcción de las vías y la compra de los vehículos, alcanza los 679 mil millones de dólares en valores de equipos nuevos por año.
  • Las personas de la región, para desplazarse, gastan cada doce meses cerca de 82 mil millones de dólares, costo que corresponde en 78 por ciento al uso de vehículos particulares.
Si quiere conocer más detalles del estudio puede visitar el sitio web omu.caf.como través del portal de CAF. www.caf.com.

Suscríbete a nuestra newsletter