Quince investigadores en tecnología compiten por premio CAF

De 142 postulantes provenientes de los cinco países andinos que concursaron para el Premio CAF de Tecnología, los jurados han preseleccionado a quince. Ahora, un jurado extrarregional evalúa a los candidatos para emitir su veredicto el próximo 29 de mayo.

23 de mayo de 2000

El quehacer de los científicos e investigadores en tecnología de la región es muy dinámico y variado. Por ello, los candidatos que optaron al Premio CAF de Tecnología -creado con motivo de conmemorarse el trigésimo aniversario de la Corporación Andina de Fomento- concurrieron con una amplia gama de estudios que abarca informática, física, electromecánica, química, arquitectura, medicina, agronomía, electrónica, etnobotánica, economía del cambio técnico y petróleo. Y tal como lo indicaban las bases, estos trabajos pertenecen a investigadores cuya trayectoria, creatividad, productividad e impacto social tengan trascendencia para el mejoramiento de la calidad de vida y de la economía de América Latina.

Con el patrocinio de la CAF, el certamen fue coordinado por los organismos científicos y tecnológicos de la región andina: Conacyt de Bolivia, Colciencias de Colombia, Fundacyt y Senacyt de Ecuador, Concytec de Perú y Conicit de Venezuela, los cuales tuvieron la responsabilidad de preseleccionar a tres postulantes por cada uno de sus países, en un evento altamente integracionista que les permitió establecer nexos entre ellos e intercambiar experiencias respecto a sus actividades.

Bolivia

De un total de quince postulantes bolivianos, la selección del jurado del Conacyt (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología) recayó sobre los ingenieros Gonzalo Riveros Tejada, Eduardo Valenzuela Siles e Ivan Guzmán de Rojas, todos con propuestas del área de ingeniería informática.

Riveros Tejada, licenciado en computación científica y con postgrado en matemática aplicada, desarrolló una alternativa de solución al problema informático del cambio del milenio Y2K, mediante la simulación de 28 años más de trabajo en una computadora partiendo del año base 1972, lo que posibilitaría el uso de dos dígitos y así extender el tiempo de operación de los computadores hasta el año 2007, sin cambiar tecnología de software y hardware.

El ingeniero civil, Valenzuela Siles, especializado tras quince años de investigación en la Universidad de Sttutgart, trabaja en la implementación de un sistema continuo de capacitación real y virtual para la pequeña y mediana empresa, a fin de llenar la necesidad de formación en este sector que precisa de herramientas para optimizar sus actividades productivas. Asimismo, desarrolla un modelo de capacitación con programas de instituciones educativas del hemisferio norte/España para maestros y alumnos de las áreas rurales a distancia, vía satélite.

Por su parte, el ingeniero industrial con postgrado en matemáticas aplicadas, Guzmán de Rojas, elaboró el Sistema de Traducción Multilingüe Atamiri que brinda una herramienta para difundir conocimientos mediante modelos inteligentes programables, dirigidos a la utilización en las áreas de educación, capacitación técnica, aplicaciones en ingeniería y administración de empresas.

Colombia

Colciencias recibió dieciséis postulaciones, entre las que seleccionó al físico José Enrique García González, al ingeniero químico y magister en ingeniería Jorge Luis Grosso Vargas y al ingeniero electromecánico y doctor en ingeniería agrícola, Gonzalo Roa Mejía.

El físico García González fue incluido en una patente internacional por la invención de un equipo para medir los parámetros físicos del proceso de fraguado de concreto, luego de haber trabajado durante años en el diseño, desarrollo y producción de este instrumento. Además ha contribuido en la formación de generaciones de investigadores en el campo de la instrumentalización del saber físico.

Grosso Vargas desarrolló una trayectoria en la implementación de una tecnología de bio-remediación de zonas degradadas por contaminación de petróleo, respondiendo al grave problema de derrames en campos, ciénagas y ríos. Así mismo, por su esfuerzo de varios años concentrado en la creación de un combustible no convencional constituido por mezclas ternarias de carbón, hidrocarburos y agua, con posibilidad de utilización de más carbones colombianos y la aplicación de esa misma tecnología en todo el mundo. Su capacidad innovativa está representada en once patentes nacionales e internacionales, y catorce en proceso.

Por su parte, Roa Mejía, trabajó en el diseño y construcción de maquinarias completamente nuevas, organizadas bajo una nueva secuencia de operaciones en beneficio del seco del café. Sus propuestas han significado gran economía de recursos y de costos, una mejoría en la calidad del grano, así como la eliminación de la contaminación de aguas y una drástica reducción de los daños ambientales. El impacto económico y social de su trabajo se traduce en la introducción y funcionamiento de esta tecnología en varios millares de fincas de caficultores en Colombia y otros países.

Ecuador

El mayor número de postulantes proviene del Ecuador: cincuenta y seis candidatos, entre los que Fundacyt (Fundación para la Ciencia y la Tecnología) y Senacyt (Secretaria Nacional de Ciencia y Tecnología) seleccionaron a los doctores Rómulo Guerrero y Héctor Chávez, y al ingeniero Max Delgado.

Guerrero, médico cuencano con postgrado tanto en cirugía general como en cirugía plástica y reconstructiva, logró la elongación ósea de la estructura craneofacial por distracción gradual, es decir, un nuevo procedimiento quirúrgico para corregir deformidades cráneofaciales congénitas, mediante la aplicación de un aparato mecánico diseñado por él y patentado en Estados Unidos bajo la denominación de Distractor craneofacial Guerrero. Estas deformidades son frecuentes en la población y algunas de ellas, además del estigma estético, pueden provocar lesiones irreversibles por compresión ósea sobre la masa cerebral, tales como retraso psicomotor o trastornos del lenguaje.

Chávez, de profesión arquitecto, especializado en ingeniería de producción, propone una solución habitacional titulada Multiespacio 2000: HCHG vivienda: la casa que crece. La innovación comprende aspectos como elementos constructivos modulares prefabricados -ya patentados- que se arman, lo que permite elaborar nuevas configuraciones y futuras ampliaciones. En su trabajo compendia conocimientos de arquitectura, construcción, planificación, industrialización, promoción social, y evaluación ambiental, en torno a la problemática de la vivienda y pretende dar una respuesta integral con su proyecto.

Delgado es técnico industrial, ingeniero comercial y experto en ingeniería tecnológica aplicada a la mecánica industrial. Desarrolló 25 innovaciones en el diseño de un vehículo automotor de pasajeros. La fabricación del chasis y la carrocería le confieren mayor seguridad, la forma aerodinámica y el bajo peso contribuyen a una considerable disminución en el consumo de gasolina y, consecuentemente, a la reducción de las emisiones resultantes de la combustión. Incluye, además, la adaptación a las condiciones socioeconómicas y tecnológicas de Ecuador, así como una apariencia atractiva para el mercadeo.

Perú

El Concytec (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología) recibió treinta y siete candidaturas y acordó proponer como finalistas a los doctores Javier Cieza Zevallos en tecnología de la salud, Carlos Ochoa Nieves en tecnología agropecuaria y Jorge Heraud Pérez en tecnología física, electrónica y de la información.

Cieza es médico cirujano, especialista en nefrología, magister en medicina, así como investigador académico e innovador de tecnologías médicas. Su máquina para hemodiálisis modelo bipersonal funcionó como el único recurso para el tratamiento de pacientes con insuficiencia renal aguda por efecto del cólera en 1991-93 en el Hospital Nacional Cayetano Heredia, lo que permite, incluso hoy, ahorrar esfuerzos, gastos y espacio para beneficio de los enfermos renales agudos y crónicos.

El profesor Carlos Ochoa es un destacado especialista en taxonomía, etnobotánica y fitomejoramiento de la papa en el mundo. Su carrera de ingeniero agrónomo con maestría en ciencias, lo ha llevado hacia investigaciones consideradas entre las más relevantes en torno a seguridad alimentaria, las cuales han sido desarrolladas con sus propios recursos. Durante su trayectoria realizó aportes sobre el género solanum, habiendo esclarecido la filogenia de las especies que lo constituyen y llegó a producir papas híbridas como la Tomasa condemayta y la Yungay, entre otras. Ochoa ha trabajado toda su vida en Perú y ha merecido más de veinte distinciones internacionales y nacionales, entre las que destaca su incorporación a la Academia de Ciencias de Nueva York.

Las contribuciones de Heraud en el campo de la ingeniería eléctrica y la electrónica cubren un amplio espectro que abarca la ingeniería artificial y robótica, las transmisiones de radio VHF que utilizan a la luna como reflector, los sistemas digitales, los sistemas satelitales para fines educativos y de comunicaciones, la física ionosférica y las características del electro-chorro ecuatorial, así como el empleo de computadores y equipos para el control de tráfico. Es ingeniero mecánico electricista, con maestría y postgrado en electrónica. Ha sido profesor por 30 años y creador del curso de Proyectos Electrónicos en la PUCL, en el que estudiantes arman y diseñan robots. Por su trabajo ha recibido numerosos reconocimientos nacionales e internacionales.

Venezuela

De los dieciocho candidatos que se postularon, el Conicit (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas) realizó la escogencia de tres doctores en diversas áreas: Carlota Pérez, la única mujer que concursa para la final, es investigadora en ciencias sociales interdisciplinarias; Rafael Apitz es especialista en biomedicina y el químico Hercilio Rivas en petróleo.

Carlota Pérez destacó por el desarrollo de una teoría que impulsa la divulgación de nuevos conceptos creativos en las políticas públicas, aplicados al proceso de modernización de las economías y su inserción en la progresiva globalización. Su tesis concentra esfuerzos en el impulso a la innovación tecnológica dirigida hacia el desenvolvimiento económico de los países.

Rafael Apitz es médico cirujano y, además, un experimentado investigador en el área biomédica que ha aportado importantes medicamentos, entre los que destaca "ajoene", con efectos antiplaquetario y anticanceroso. En Venezuela se han elaborado extensos estudios que indican que este producto tiene un potencial terapéutico en micosis superficiales.

La trayectoria del químico Hercilio Rivas abarca 17 años de estudios relacionados con el tema y un trabajo de laboratorio de orientación científica. Posee un doctorado en fenómenos interfaciales y una constante actualización en recuperación mejorada de petróleo. Sus aportes implican la explotación de los recursos naturales de la Faja del Orinoco y, más precisamente, de la tecnología necesaria para transportar crudos pesados, extrapesados y bitúmenes, y su conversión en hidrocarburos livianos de alto valor económico. Su producto patentado por Petróleos de Venezuela (PDVSA) como Orimulsión® ha demostrado su valor como combustible y es comercializado con mucho éxito en diversos mercados internacionales.

Suscríbete a nuestra newsletter