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13 de diciembre de 2000
Con una visión prospectiva que permite vislumbrar una reactivación de las economías regionales, la Corporación Andina de Fomento (CAF) registró un balance positivo en el 2000 caracterizado por el desempeño de un rol anticíclico que contribuyó a romper la tendencia recesiva que venía afectando a sus países accionistas.
El Presidente Ejecutivo de la CAF, Enrique García, en rueda de prensa ofrecida hoy en Caracas, señaló que la presencia continua y solidaria en apoyo a sus países accionistas en los momentos de dificultades, constituye uno de los objetivos estratégicos de esta institución financiera internacional, dentro del propósito de apoyar a los gobiernos en el mantenimiento de un escenario macroeconómico estable y en la identificación e implantación de reformas orientadas a la modernización de los Estados.
Destacó además, “que los países andinos presentan una clara tendencia a revertir la recesión experimentada en 1999 cuando el PIB cayó en 4,2% ya que se proyecta un crecimiento de 2,9% para el cierre de este año y de 3.1% para el 2001, crecimiento que se logra con bajos niveles de inflación en la mayoría de los países”. También se observa un mejor resultado de la cuenta corriente de la balanza de pagos influida principalmente por una mejora en los términos de intercambio, en especial del sector petrolero.
Sin embargo precisó que dado que los países de la región siguen dependiendo de la exportación de materias primas y “commodities” industriales, éstos continúan siendo vulnerables a los choques externos, lo cual sumado a la baja competitividad en la región dificulta su inserción efectiva en la economía mundial. De otro lado persisten altos niveles de desempleo, de pobreza y vulnerabilidad ambiental.
Subrayó que en este contexto, la Corporación no sólo ratificó su condición de ser la principal fuente de financiamiento multilateral para los países de la Comunidad Andina, sino que también se abocó a impulsar acciones tendientes a ayudar a los países a transformar sus economías basadas en los recursos naturales a economías sustentadas en el conocimiento y la tecnología. Con aprobaciones durante el año por más de 2.300 millones de dólares y desembolsos por el orden de los 2.000 millones de dólares, cumpliendo con las metas de apoyar el fortalecimiento de los mercados y sistemas financieros de la región, respaldar el acceso de los países a los mercados internacionales de capital, promover y financiar proyectos destinados al desarrollo y mejoramiento de la infraestructura sostenible y de apoyo a la producción, robustecer los servicios microfinancieros, adoptar nuevas iniciativas dirigidas a la Pequeña y Mediana Empresa, así como de continuar utilizando su capacidad de acción catalítica para el financiamiento de programas y proyectos públicos y privados de carácter prioritarios en los países.
En línea con su misión de apoyar el desarrollo sostenible y la integración regional, la CAF continuó en el año destinando recursos a proyectos de infraestructura física e integración fronteriza, con el objeto de incrementar la participación privada y las inversiones en el marco del plan de acción derivado de la reunión de Jefes de Estado en Brasilia. De hecho en el período 1995-2000 se otorgaron recursos para más de un centenar de proyectos de esta naturaleza, por el orden de los US$5.000 millones, de los cuales una cuarta parte correspondió al área privada.
Enrique García señaló, por otra parte, que el 2000 también fue un año que para la CAF tuvo un significado especial desde el punto de vista cultural, ya que con ocasión de conmemorarse el 30 Aniversario de su fundación, la institución le dio especial relevancia a la promoción de las distintas expresiones artísticas en la región, como instrumento promotor del desarrollo humano sostenible. Resaltó el patrocinio de la Corporación a la creación de la Orquesta Sinfónica de Juventudes de los Países Andinos, integrada por 160 talentosos muchachos provenientes de diferentes zonas de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela quienes realizaron exitosos conciertos en cada una de las capitales dando un ejemplo de integración que difícilmente será olvidado.
Las operaciones
Uno de los productos que refleja la acción catalítica de la CAF son los préstamos A/B, definidos como un mecanismo de cofinanciamiento que llevan a cabo algunos organismos multilaterales para financiar, conjuntamente con otras instituciones financieras privadas, proyectos de desarrollo en la región. Durante el año se realizaron dos operaciones de esta modalidad por un monto total de US$ 280 millones, de los cuales US$ 195 correspondieron al tramo B. Este último es el que se conforma con recursos captados de otras instituciones financieras privadas.
Para Enrique García, otra operación novedosa, que se realizó por primera vez en la región y que se enmarca dentro del factor catalítico de la CAF consistió en la aprobación para Colombia de una Garantía Parcial de Crédito (GPC) por US$ 100 millones que permitirá a este país acceder a un préstamo sindicado por US$ 250 millones destinado al Plan Financiero 2000 de la República.
Dentro de este mismo contexto, la CAF tuvo participación en diversos fondos de inversión destinados a movilizar recursos externos hacia la región principalmente por la vía de capital accionario o préstamos subordinados, con lo cual se le dio continuidad a estas operaciones que al cierre de 1999 presentaban una inversión superior a los US$ 1.000 millones, de la cual el 43% se orientó a los países de la CAN y el 48% al resto de los accionistas no andinos.
Esta política de la Corporación de ofrecer a sus clientes innovadores productos y servicios financieros, también se vio reflejada en la estructuración de emisiones garantizadas (underwriting) en los mercados de capital y los servicios de seguro de riesgo político y garantías de inversión, a través de la empresa Latin American Investment Guarantee Corporation (LAIGG), cuyos socios inversionistas son la CAF y American International Group (AIG). La creación de esta empresa surgió ante la necesidad de fomentar la apertura económica competitiva de los países andinos hacia el resto del mundo y, en segundo lugar, como consecuencia de la crisis financiera asiática, con sus repercusiones en Rusia y en Latinoamérica que disminuyó el flujo de recursos hacia nuestras naciones, lo cual motivó a que la CAF buscará un nuevo instrumento para atraer mayor capital y dar confianza a los inversionistas interesados en la región.
Según el Presidente Ejecutivo de la Corporación Andina de Fomento “otro sector hacia el cual la CAF también orientó su acción fue el de la PyME, para lo cual diseñó y puso en marcha un Programa de Apoyo Integral, fundamentado en alianzas estratégicas con instituciones no financieras con experiencias exitosas y tecnologías apropiadas para la capacitación, fortalecimiento y formación de pequeñas y medianas empresas”.
Por otra parte, un hecho de especial significación para la CAF fue que la optimización de la termoeléctrica a gas de La Sierra, en Colombia, se convirtió en el primer proyecto financiado por la Corporación en recibir la aprobación del panel de evaluación de la United States Initiative on Joint Implementation (USIJI), que otorgó el Certificado GEI a Empresas Públicas de Medellín como una iniciativa de reducción de emisiones de dióxido de carbono, al cumplir con los criterios del Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) derivado del Protocolo de Kioto.
Este proyecto forma parte del Programa Latinoamericano del Carbono (PLAC) que la CAF impulsa en respaldo a los gobiernos y al sector privado de sus países accionistas, con el propósito de que aprovechen las oportunidades de participar en el establecimiento del emergente mercado del carbono, en el contexto de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático y el Protocolo de Kioto, que busca reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y promover el uso de combustibles menos contaminantes, así como la utilización de fuentes de energía renovable.
La intermediación
Uno de los objetivos que ha venido impulsando la CAF es ejercer eficientemente una función de intermediación entre los potenciales inversionistas internacionales y la región, lo cual se evidenció en el 2000 mediante dos emisiones de bonos: una por US$ 225 millones en el mercado Yankee, de Estados Unidos, en mayo y otra de US$ 200 millones en euros en el mercado europeo en noviembre.
Así mismo, se renovó por sexta vez consecutiva el Programa de Papeles Comerciales en los Estados Unidos por un monto de US$ 400 millones y se contrataron y utilizaron nuevas líneas de crédito a largo plazo con diversos bancos comerciales internacionales y agencias de crédito a la exportación.
Como ha venido sucediendo en los últimos años, la seriedad y confiabilidad generada por la CAF fue objeto también en el 2000 de un reconocimiento, esta vez por parte de la agencia internacional Fitch que elevó la calificación de riesgo de la Corporación para la deuda a largo plazo de "A-" a "A" y para la deuda a corto plazo de "F2" a "F1", lo que ubica a la institución como el emisor mejor calificado en América Latina y en niveles similares a los de las más prestigiosas instituciones financieras internacionales.
Perspectivas del 2001
Al hacer un análisis sobre cómo vislumbra la CAF el panorama en los países de la Comunidad Andina, Enrique García indicó que el proceso de recuperación económica continuará de manera gradual, estimando que alcanzarán una tasa de crecimiento del PIB del 3,1%. Así mismo, señaló que el promedio de la inflación debe ser de un solo dígito, hecho que calificó de muy importante por el efecto que tendrá en la estabilidad de los mercados monetarios y financieros.
En este contexto, la CAF ha establecido metas de aprobaciones por US$ 2.500 millones, de los cuales 85% serán recursos propios de la institución, y desembolsos por US$ 2.055 millones, 80% con recursos propios de la Corporación. En cuanto a la cartera total, incluyendo la cartera administrada por terceros, se estima que se ubicará en US$ 6.205 millones, con una tasa de crecimiento del 17%.
Por otra parte, García afirmó que la CAF continuará desarrollando una visión global de su gestión corporativa, coherente con las prioridades y necesidades de sus países accionistas. En este sentido se prestará asesoría a los países en materia de políticas públicas, fundamentalmente en los ámbitos normativos y regulatorios; se desarrollarán programas estratégicos destinados a fortalecer la dimensión social; se promoverán negocios sostenibles desde el punto de vista ambiental y se desarrollarán estrategias de biodiversidad.
De igual manera, el presidente ejecutivo de la CAF anunció que se incorporarán tecnologías de información en las economías de los países accionistas para mejorar su productividad y ayudar a insertarlos competitivamente en la llamada "nueva economía"; se apoyará el desarrollo de los mercados de capital en la región y se promoverá el desarrollo integral de la cultura como elemento fundamental del desarrollo humano sostenible y la integración regional.
"En este tema de la integración -recalcó- la CAF hará especial énfasis en su promoción vinculada al encadenamiento productivo, lo cual implica incentivar proyectos y planes de integración de los sistemas financieros, de infraestructura integracionista -en el marco del Plan de Acción emanado de la Reunión Presidencial de Brasilia-, fronteriza, entre otros, al mismo tiempo que se dará prioridad a las actividades que fomenten la convergencia entre la CAN y el Mercosur".
García destacó que para el trienio 2001-2003, la CAF ha identificado los siguientes objetivos prioritarios:
1. Apoyar a los gobiernos en el mantenimiento de un marco macroeconómico estable y en la identificación e implantación de reformas orientadas a la modernización de los Estados.
2. Promover el desarrollo y mejoramiento de la productividad y de la competitividad de sus economías.
3. Promover la modernización y competitividad del sector empresarial y su inserción en los procesos globales de producción, con énfasis en las áreas de exportación y de alta tecnología.
4. Apoyar y fomentar la integración regional con prioridad en el desarrollo de la infraestructura física sostenible, el desarrollo fronterizo, el fortalecimiento de la logística de integración y la creación de redes de competitividad regional.
5. Promover el fortalecimiento y la integración de los sistemas financieros de la región.
6. Apoyar y promover la sostenibilidad ambiental y social en todas sus facetas.
7. Intensificar la ejecución de actividades no asistenciales y de alto impacto demostrativo para lograr una mayor eficiencia de la gestión social.
8. Apoyar el fortalecimiento de la institucionalidad democrática y la gobernabilidad en los países accionistas.
9. Promover el desarrollo cultural de la región.
10. Continuar con el proceso de fortalecimiento institucional de la Corporación que le permita enfrentar con mayor efectividad, los nuevos retos que el entorno globalizado, dinámico y cambiante impone a las instituciones.
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