Servicios financieros para el desarrollo: Promoviendo el acceso en América Latina

El estudio analiza las distintas dimensiones del uso de servicios financieros y el papel que cumplen las finanzas en el proceso de desarrollo de la región, destacando el rol de las instituciones microfinancieras.

06 de diciembre de 2011

Bogotá, 6 diciembre de 2011. CAF –banco de desarrollo de América Latina– presentó la séptima versión de su Reporte de Economía y Desarrollo (RED) titulado Servicios financieros para el desarrollo: promoviendo el acceso en América Latina. El lanzamiento se realizó en conjunto con el Banco Mundial, que presentó su Reporte Regional 2011 Desarrollo Financiero en América Latina y el Caribe: la ruta hacia delante.

Esta edición del RED analiza la situación de América Latina en términos del desarrollo de los mercados financieros. El reporte hace especial énfasis en el acceso a los servicios financieros y su rol catalizador del desarrollo económico. Además, incluye los resultados de una encuesta efectuada en 17 ciudades, que aporta nueva información sobre el uso de los servicios financieros, en diferentes países de la región.

El reporte de CAF fue presentado por Leonardo Villar, vicepresidente y economista Jefe de la entidad; Pablo Sanguinetti, director de Investigaciones Socioeconómicas, y Michael Penfold, director de Políticas Públicas y Competitividad. El evento contó también con la participación de Juan Carlos Echeverry, ministro de Hacienda y Crédito Público; José Darío Uribe, gerente general del Banco de la República; Gloria Grandolini, directora para México y Colombia del Banco Mundial; María Mercedes Cuellar, presidente de Asobancaria, y Augusto de la Torre, economista jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, además de otros representantes del sistema financiero colombiano y miembros de la academia.

El informe destaca que en América Latina el volumen de la intermediación financiera y el acceso a servicios financieros se encuentran rezagados frente a lo que correspondería para su nivel de desarrollo económico. Los resultados de la encuesta realizada por CAF muestran que poco más de la mitad de los encuestados en la región, 51,3%, posee una cuenta bancaria y que en Colombia este porcentaje es aún menor (43,8%).

El bajo acceso a servicios financieros en la región resulta particularmente agudo para los sectores más pobres. Sin embargo, el Red señala que el problema afecta también a una amplia proporción de la clase media y la clase media alta. Esto sugiere que, más allá del nivel de ingreso de su población, existen otros factores, como el entorno regulatorio sobre los cuales es necesario trabajar para facilitar el acceso a servicios financieros en la región.

Las dificultades de acceso al crédito afectan las decisiones de inversión del sector productivo, limitándolas a la disponibilidad de liquidez de la firma. En este sentido, el Red presenta los resultados de un estudio para Colombia de acuerdo con los cuales las empresas con restricciones para acceder a crédito son más pequeñas en producción, activos y generación de empleo, y crecen a tasas inferiores, en comparación con empresas similares que no enfrentan dichas restricciones. Por ello, es fundamental desarrollar políticas que atiendan aquellas fallas del mercado financiero, que a su vez limitan el acceso al crédito.

El Reporte de CAF analiza varios tipos de intervenciones públicas que contribuyen a resolver fallas de mercado y otras imperfecciones que afectan su funcionamiento. La experiencia sugiere que las intervenciones exitosas se caracterizan por el uso de instrumentos especializados que atacan en forma directa los problemas o fallas identificadas y potencian una relación de complementariedad con la banca privada.

La banca pública, en especial la de desarrollo, ha tenido un papel importante en la implementación de estas políticas dentro del Estado. Sin embargo, el Red destaca la importancia de elementos de Gobierno Corporativo que, junto con la claridad y focalización del mandato y del marco regulatorio global en el cual se desempeña esa banca pública, constituyen elementos indispensables para el cumplimiento eficiente de sus funciones.

El Red también ahonda en la situación de la industria microfinanciera en la región. Por una parte, el reporte muestra que la industria microfinanciera cumple un papel importante en el desarrollo de las microempresas y el bienestar de las familias microempresarias. Por ejemplo, el Informe presenta un estudio para Colombia que encuentra una clara relación positiva entre la disponibilidad de servicios microfinancieros en los municipios y las ventas, la productividad laboral y los activos de los microestablecimientos.

De otra parte, el reporte señala que aunque las microfinanzas han registrado un avance importante en América Latina, se mantiene una amplia heterogeneidad entre países y, de manera general, el uso de fuentes formales de crédito sigue siendo bajo entre los microempresarios. La encuesta de CAF identifica que sólo el 14% de las microempresas en América Latina tiene el crédito formal de bancos o de instituciones microfinancieras como su principal fuente de financiamiento.

En Colombia, más del 40% de los microestablecimientos obtienen crédito de fuentes informales, aún cuando estas últimas suelen cobrar tasas de interés hasta diez veces más altos. De esta manera, el reto de las microfinanzas en la región es continuar creciendo, desarrollar nuevos productos para ganar espacios frente al sector informal y consolidarse con productos diferentes al crédito como el microseguro y el ahorro.

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