Una nueva esperanza para jóvenes de Villa 21

  • La CAF otorgó recursos no reembolsables a la Parroquia Nuestra Señora de Caacupé, del Arzobispado de Buenos Aires.
  • Los jóvenes que asisten al Centro Juvenil Padre Daniel de la Sierra recibirán herramientas para aplicar sus conocimientos en el mundo laboral.

04 de noviembre de 2009

(Especial, 4 de noviembre de 2009).- Como un reflejo de la labor que en materia social adelanta la CAF, Enrique García, presidente ejecutivo de la Institución, firmó con la Parroquia Nuestra Señora de Caacupé, del Arzobispado de Buenos Aires, una Cooperación Técnica que busca fortalecer el trabajo de formación adelantado por el Centro Juvenil Padre Daniel de la Sierra.

García señaló al respecto “de esta manera hacemos el énfasis necesario en comunidades menos favorecidas, como es el caso de los jóvenes que habitan en Villa 21, quienes viven en condiciones de extrema vulnerabilidad social”. “Estos recursos se transformarán en herramientas para que los muchachos mejoren sus oportunidades de ingreso al mercado laboral, maximizando la utilidad de los oficios que aprenden en este Centro de Formación. Ello es, sin duda, la apertura a una esperanza para mejorar su calidad de vida” finalizó el Presidente Ejecutivo de la CAF.

La idea es incentivar, promover, asistir y financiar emprendimientos llevados adelante por los jóvenes capacitados en el Centro, incorporando y aplicando el concepto de buen diseño en los productos que elaboran, la promoción de nuevos oficios y mejoras en infraestructura y equipamiento del lugar. “Esta aprobación obedece al interés de la CAF en contribuir con la consolidación de una agenda de desarrollo humano en sus países accionistas, a través del fortalecimiento de capacidades en comunidades desprotegidas” puntualizó García.

El Centro de Formación se ubica en la zona de pobreza urbana más importante de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en la cual habitan personas provenientes de Paraguay, Bolivia y de provincias del norte de Argentina. En un contexto en el que predomina el desempleo, violencia, drogodependencia y exclusión social, la Parroquia lleva adelante una intensa actividad comunitaria y gran parte de ella ha consistido en formar en oficios a jóvenes en situación de extrema vulnerabilidad social, tarea que ha sido eficaz para la superación de parte de los problemas económicos y sociales de la localidad.

Sin embargo, se ha demostrado que, además de la capacitación, es necesario proveer a algunos jóvenes de herramientas técnicas y financieras para que lleven adelante sus propios emprendimientos y mejoren la calidad de sus productos. Los recursos hoy otorgados por la CAF están dirigidos a proporcionar una solución en dichos aspectos.

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