Patricio Scaff
Ejecutivo Principal
Entre los días 26 y 28 de abril se desarrolla en Denver, Colorado, la primera Cumbre de Ciudades de las Américas. Este encuentro comenzó a gestarse hace un poco menos de un año durante la IX Cumbre de las Américas en Los Ángeles, donde el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Anthony J. Blinken, anunció, junto a los alcaldes de Los Ángeles y de Denver y durante un evento de CAF y el Diálogo, la celebración de esta cumbre histórica.
Las ciudades se han convertido en espacios de vital importancia para el desarrollo. Más allá del ODS 11, que promueve su inclusión, seguridad, resiliencia y sostenibilidad, el papel de los gobiernos locales es clave para alcanzar las metas en el conjunto de los 17 retos del desarrollo planteados por la ONU. En América Latina y el Caribe esto cobra gran relevancia, ya que más de 80% de la población vive en ciudades y, por su tamaño y su gobernanza, tienen la capacidad de estar a la vanguardia para sacar adelante soluciones innovadoras en materia de desarrollo sostenible.
En ese sentido, la primera Cumbre de las Ciudades Las Américas busca sumar a los gobiernos locales de las Américas a la hoja de ruta que se materializó a través de los 5 compromisos emanados de la Cumbre de las Américas de Los Ángeles (Salud y Resiliencia; Transformación Digital; Transición Justa hacia la Energía Limpia, Sostenible y Renovable; Futuro Sostenible y Verde; Gobernabilidad Democrática) y en la declaración sobre migración que algunos países de la región suscribieron.
La Declaración de Denver sobre las prioridades de las ciudades para la cooperación regional busca articular y profundizar la cooperación entre ciudades y entre gobiernos centrales, y frente a desafíos comunes en materia de vivienda, migración, cambio climático, resiliencia, transformación digital y transparencia. Es también un llamado a que los gobiernos nacionales y los espacios multilaterales incorporen a las ciudades y los gobiernos locales en los grandes debates globales.
El interés de los gobiernos locales en desarrollar formas de diplomacia que les permita incidir en los temas globales no es un fenómeno nuevo. En efecto, muchos de los procesos de descentralización se han acompañado de legislaciones que han reconocido las facultades de los gobiernos locales para desarrollar una acción diplomática local. En Francia, por ejemplo, la ley sobre la administración territorial de 1992 le permitió a los gobiernos subnacionales desarrollar formas de cooperación entre comunas a nivel nacional y de cooperación descentralizada a nivel internacional. Producto de ello, se fortalecieron oficinas de relaciones internacionales y se destinaron recursos de cooperación internacional que hoy forman parte de la ayuda para el desarrollo.
Las ciudades y los territorios han desarrollado agencias para la promoción de los vínculos comerciales o para atraer inversión, tanto a nivel nacional como internacional. Asimismo, han desarrollado estrategias para desarrollar la marca-ciudad y otras políticas de atractividad territorial como lo observamos frente a los grandes eventos deportivos o culturales. Siempre en el plano de la acción diplomática, cabe también mencionar las políticas de hermanamiento de ciudades, el otorgamiento de reconocimientos a personalidades como en el caso del nombramiento de ciudadanos ilustres o la entrega de las llaves de la ciudad, práctica que existe desde la época medieval. También las ciudades han tenido un papel de gran relevancia en temas humanitarios como en la acogida de migrantes. Un ejemplo de ello sucedió tras el golpe de Estado de Chile del 11 de septiembre de 1973 (cuyo cincuentenario se conmemora este año) cuando numerosos alcaldes de países europeos acogieron a exiliados políticos chilenos, alzando las voces en el terreno de la política exterior. También hoy, en Europa, son numerosas las ciudades mediterráneas que acogen migrantes contrastando, en algunas ocasiones, con las políticas de gobiernos centrales.
La diplomacia subnacional complementa una labor que otrora solo incumbía a los Estados. Prueba de ello, la primera Cumbre de Ciudades las Américas se desarrolla bajo el liderazgo del Departamento de Estado de Estados Unidos, en el entendido que el fortalecimiento de las relaciones hacia y entre los gobiernos subnacionales es de vital importancia tanto a nivel geopolítico, en materia de comercio e inversiones y para trabajar en una agenda de desarrollo sostenible.
En ese contexto, la Cumbre de Denver es una gran oportunidad para generar nuevos espacios de colaboración en nuestro hemisferio, movilizando a las comunidades, a las diásporas y al sector privado con el fin de construir nuevas formas de integración y de cooperación para el beneficio de los habitantes de las Américas. Desde CAF estamos promoviendo un modelo de desarrollo urbano que sitúa a todas las personas en el centro de nuestra acción y organizaremos durante esta Cumbre numerosas sesiones que abordarán importantes temas de la agenda social, en materia de biodiversidad, inclusión, desarrollo de infraestructura, transporte sostenible, género y digitalización para buscar, junto a las autoridades locales, empresas, sociedad civil y otros actores soluciones locales a problemas globales.