Maria Eugenia Miquilena
Ejecutiva Principal de la Dirección de Proyectos de Desarrollo Sostenible, Región Sur
Este blog está escrito por María Eugenia Miquilena y Edgar Lara.
Según el informe Acelerar el progreso hacia la reducción del embarazo en la adolescencia en América Latina y el Caribe preparado por UNFPA, UNICEF y OPS/OMS, la región de América Latina y el Caribe se caracteriza por tener la segunda tasa más alta en el mundo de fecundidad en adolescentes; alrededor del 15% de los embarazos pertenecen a mujeres/adolescentes menores de 20 años. Centroamérica y América del Sur representan las mayores tasas, especialmente Guatemala, Nicaragua y Panamá, así como Bolivia y Venezuela. Adicionalmente, este tipo de embarazo tiene mayor incidencia en adolescentes indígenas, del área rural, de hogares más pobres, y en adolescentes sin educación o que solo han estudiado la primaria.
El embarazo y la parentalidad adolescente se constituyen como factores exógenos de desvinculación escolar de las estudiantes de educación secundaria en América Latina, conforme a estudio realizado por CAF. El embarazo y la maternidad temprana representan un costo de oportunidad para las mujeres, ya que la falta de condiciones idóneas, comprensión y abordaje adecuado de la problemática, trae como consecuencias la interrupción de la trayectoria educativa o el abandono del sistema educativo por parte de las adolescentes; en la región, el 36 % de los casos de desvinculación escolar de niñas y adolescentes mujeres pueden atribuirse al embarazo o a la maternidad adolescente.
En otras palabras, el embarazo precoz compromete las oportunidades de desarrollo de las adolescentes, pues al desvincularse del sistema educativo se genera un obstáculo para la culminación de la educación formal, lo que consecuentemente repercute en desventajas en torno a la inserción laboral y productiva, así como también las vuelve vulnerables a la pobreza, la violencia, los ilícitos y la exclusión social.
Conscientes que la prevención, tratamiento y acompañamiento del embarazo adolescente requieren de un enfoque y actuaciones multidisciplinarias, CAF desde su Agenda Educativa, orientada a cerrar las brechas de acceso, mejorar la calidad y pertinencia de la educación, se interesa en integrar la perspectiva de género, especialmente el principio de empoderamiento y autonomía de las mujeres desde edades tempranas, en las acciones que contribuyan a mejorar la calidad del capital humano de la región. Esto implica que, el abordaje del embarazo adolescente como factor de deserción escolar no puede estar al margen de los recursos financieros, técnicos y de conocimientos que se ofrecen para el desarrollo y mejora de los sistemas educativos en la región.
En línea con este interés, CAF ha desarrollado el estudio Políticas para promover la culminación de la educación media en América Latina y el Caribe, en el cual se realiza una aproximación al embarazo adolescente y su relación con el sistema educativo, planteándose el embarazo y parentalidad adolescente como uno de los factores de desvinculación del sistema educativo. Asimismo, aborda la temática de la educación en salud sexual, centros de planificación familiar y cuidado de niños como parte de las soluciones potenciales a la problemática. Por otra parte, destaca la importancia de incorporar la perspectiva de género en el diseño de las iniciativas de reducción de la desvinculación escolar, con el propósito de promover acciones más acotadas a las motivaciones que conducen a que las niñas, niños y adolescentes abandonen la escuela, teniendo en cuenta la identidad de género y el contexto social.
En este orden de ideas, y con el fin de contribuir a que los gobiernos nacionales y subnacionales de la región logren cerrar las brechas de género y propiciar una inclusión equitativa y de calidad de niñas, niños y jóvenes a sus sistemas educativos, CAF apoya el Programa de Mejora del Acceso y la Calidad Educativa (PROMACE) que implementa el Ministerio de Educación de la Provincia de Jujuy, Argentina, abordando las principales restricciones de acceso, calidad y pertinencia educativa, mediante: i) estrategias de atención especializada a una población vulnerable, como lo es, entre otras, la atención a la primera infancia en familias de padres adolescentes; y ii) atendiendo la problemática de deserción adolescente y no culminación de su trayectoria educativas, que representa la principal causa de descensión en niñas, junto al cuidado de niños y adultos.
El Ministerio de Educación de la Provincia de Jujuy, gracias al PROMACE, ampliará la cobertura de salas maternales en 15 centros educativos ubicados en zonas con alta incidencia de embarazo adolescente, con el propósito de promover la asistencia, la continuidad de las trayectorias educativas de madres y padres adolescentes y la culminación exitosa de la escuela secundaria. Además, en coordinación con UNICEF, impulsará acciones de carácter preventivo del embarazo adolescentes conforme a las disposiciones de la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral y acciones prospectivas como la orientación de madres y padres adolescente en la crianza de hijos y la prevención de embarazos futuros, para garantizar la estimulación y cuidado para el desarrollo integral de niños y niñas y la culminación en tiempo y forma de sus trayectorias educativas.
La inversión en acciones para asegurar la continuidad educativa y permanencia escolar de padres y madres adolescentes se alinea totalmente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en tanto se garantice la educación para un segmento poblacional con altos niveles de vulnerabilidad social y se planteen estrategias que contribuyen a la prevención del embarazo y parentalidad adolescente, de lo contario las y los jóvenes verán comprometido el desarrollo de sus habilidades para la vida y el trabajo.