Angie Palacios
Luisa Rubio
Catalina Vanoli
Este blog coincide con una nueva convocatoria de artículos sobre datos y políticas para una edición especial sobre movilidad sostenible utilizando datos en América Latina. Damos la bienvenida a las presentaciones antes de la fecha límite del 28 de abril.
El mundo ha estado experimentando un cambio significativo en la forma en que se produce el conocimiento. El uso de datos para impulsar la innovación no es algo reciente, sino más bien una práctica que generalmente se encuentra en el sector del mercado y el consumo. Sin embargo, en la última década, otros actores, incluidos los gobiernos, la sociedad civil y las organizaciones internacionales de desarrollo, han visto el valor de utilizar datos oportunos y confiables para responder las preguntas más apremiantes que generarían beneficios sociales, incluida la promoción del transporte sostenible e inclusivo en ciudades.
De acuerdo con el informe post pandemia elaborado en 2021 por la iniciativa “Manos en la Data” de CAF y el Departamento Nacional de Planeación de Colombia (DNP), denominado “Aprovechamiento de datos para la toma de decisiones en el sector público”, el rápido desarrollo de la digitalización, las nuevas tecnologías digitales y la economía basada en datos han contribuido al crecimiento exponencial de la creación y el consumo de datos en todo el mundo (CAF, 2021). La Unión Europea ha estimado que aproximadamente el 90% de los datos actualmente disponibles se han generado en los últimos 2 años (Mohamed & Weber, 2020). Sin embargo, aunque las ciudades están haciendo esfuerzos para recopilar datos, estos no necesariamente están siendo organizados, centralizados y enfocados en resolver problemas específicos. La firma International Data Corporation (IDC) estima que para fines de 2025, el 80% de los datos del mundo pueden ser datos no estructurados.
Sumado a lo anterior, en algunos países de América Latina y el Caribe no existe consenso sobre la importancia de aprovechar los datos para la formulación de políticas públicas. Por otra parte, el sector público afirma estar significativamente atrasado respecto a sus pares en cuanto a datos y tecnología. El 43% de estas organizaciones se perciben rezagadas o muy rezagadas con respecto al promedio de América Latina y el Caribe. Esta cifra se eleva al 67% en comparación con los países líderes a nivel mundial. Cerca del 40% no cuenta con una estrategia de transformación digital, mientras que esta cifra es del 27% para el sector privado (BID, 2022).
Para ejemplificar lo anterior, en Colombia, la Política Nacional de Explotación de Datos (Documento CONPES 3920), diagnosticó en 2017 que solo 1 de cada 4 organismos públicos había destinado presupuesto a procesos de digitalización, la mayoría tenía menos del 70% de la información digitalizada, la mitad tenían procesos de interoperabilidad con menos de 3 pares y además la mitad manifestó que en su perspectiva aumentar la disponibilidad de datos abiertos no resolvería ninguna necesidad interna. Según CAF, las oportunidades derivadas de este diagnóstico son fortalecer la cultura de datos, las competencias internas, la disponibilidad de herramientas tecnológicas y datos de calidad y consolidar la gobernanza dentro del sector público (CAF, 2021).
En mayor profundidad, el sector transporte está experimentando una transformación con avances en automatización, electrificación y digitalización de sus dinámicas de planificación y operación a escala humana. La crisis de la pandemia del COVID-19 dio ejemplos concretos de estos beneficios permitiendo, entre otras cosas, continuar con la productividad de las personas a través del teletrabajo evitando viajes innecesarios, aumentando el uso y mejora de las condiciones del transporte público y promoviendo la construcción de infraestructura para peatones y ciclistas para reducir el riesgo de contagio.
Aprovechar el poder de datos más precisos desde la conceptualización hasta la implementación a través de la recopilación, la planificación y el monitoreo, respalda el cambio transformador en el sector del transporte al permitir la toma de decisiones basada en datos. Las limitaciones de los datos se pueden superar con el uso de imágenes satelitales, sensores remotos, aprendizaje automático y metodologías de visión por computadora. Estos avances en datos y tecnología crean nuevas oportunidades para trabajar en la evaluación de grandes inversiones en infraestructura y la toma de decisiones de política pública.
Una investigación reciente reconoce a los datos como un activo para la generación de valor social y económico, indicando que podría haber una reducción del 15% en el costo de los servicios de infraestructura gracias a un mejor uso de los datos y las tecnologías digitales, y que esto podría incrementar el PIB de América Latina y el Caribe en un 6% en 10 años (BID, 2020).
Los continuos descubrimientos y disponibilidad de datos a través de nuevas tecnologías de recolección abren un espacio para la investigación innovadora y sus aplicaciones en el desarrollo global del sector del transporte. En esta línea, los bancos de desarrollo y las agencias de cooperación comenzaron a identificar estas nuevas formas de responder a los desafíos de las políticas públicas de manera sistemática, económica y transparente.
"La tecnología y los datos son herramientas poderosas para diseñar e implementar políticas públicas, pero las políticas basadas en evidencia son actualmente la excepción y no la regla. Aunque las ciudades tienen acceso a varias fuentes de datos, los formuladores de políticas a menudo carecen de las herramientas y el conocimiento para convertir los datos en información para una mejor toma de decisiones. La identificación de las preguntas de política que deben priorizarse y responderse es clave para las ciudades de América Latina, no solo para mejorar la gestión de sus sistemas de transporte cotidianos, sino también para anticipar y construir ciudades resilientes del futuro”, agrega Ángel Cárdenas, Director de Proyectos de Infraestructura de la Región Sur de CAF –Banco de Desarrollo de América Latina.
A través del uso y valorización de los datos de movilidad, CAF – Banco de Desarrollo de América Latina y TUMI –Transformative Urban Mobility Initiative se unieron para llevar a cabo el Proyecto “TUMI Data - Datos para una movilidad sostenible” con el fin de posibilitar la transformación digital de la movilidad urbana de forma respetuosa con el medio ambiente, para crear ciudades limpias, inclusivas, sostenibles y habitables.
“TUMI cree que para las ciudades, los datos son un facilitador crucial para tomar decisiones mejores y más informadas sobre la movilidad sostenible. Con el desarrollo de un centro de datos de movilidad urbana, estamos trabajando junto con nuestros socios para hacer que los datos de movilidad estén disponibles para ciudades en África, América Latina y Asia y así dar forma a la transformación digital de la movilidad urbana de una manera respetuosa con el medio ambiente”, dijo Lena Plikat, Asesora de Políticas de Transporte en TUMI.
Para hacerlo posible, se debe responder al "qué, quién, cómo, cuándo" de los datos para informar una mejor formulación de políticas de transporte sostenible, en otras palabras, 1) identificando los problemas más apremiantes (a través de métodos participativos); 2) mapeando y comprendiendo quién posee y quién tiene acceso a los datos y cuáles son las consideraciones; 3) reconociendo nuevos métodos de recopilación y análisis de datos que van más allá de contextos específicos y enfoques centrados en proyectos; y 4) probando y estableciendo formas de usar los datos de manera oportuna para resolver problemas urgentes y cambiantes de políticas urbanas y de transporte.
CAF y TUMI están desarrollando una colección especial de investigación, en alianza con Cambridge. Si está interesado en obtener más información y cómo solicitar ser parte de esta colección, visite este enlace. Si está interesado en conocer más sobre nuestro trabajo, visite: CAF-banco de desarrollo de América Latina y TUMI-Transformative Urban Mobility Initiative.