Mauricio Agudelo
Director de Transformación Digital, CAF- banco de desarrollo de América Latina y el Caribe-
La región agrupa el 15.2% de las agroexportaciones del país a través de un corredor logístico de 500km que conecta las diferentes zonas de cultivo del departamento con el puerto y aeropuerto del Callao. Más del 80% de la estructura empresarial la representan pequeñas y medianas empresas en los sectores agrícola y logístico. Con todo esto, tiene importantes desafíos para mejorar la gestión del agua y el uso del suelo, reducir los tiempos de transporte y las pérdidas de productos en almacenamiento y carga, así como en optimizar los procesos de cosecha y recolecta, pero especialmente en optimizar la gestión integrada de la cadena de valor.
A pesar de su relevancia económica, se estima que la digitalización de la cadena agroexportadora es relativamente baja. Solo el 9% de las empresas agrícolas utilizan internet para distribuir productos en línea, mientras que el porcentaje de empresas de este sector en los países de la Unión Europea asciende al 13%. En el caso del sector logístico y de transportes, los indicadores son aún más críticos. En general, las empresas muestran un nivel de adopción bajo de plataformas B2B y la adopción de nuevos servicios como el internet de las cosas, el Cloud, la inteligencia artificial o el Big Data se encuentra en un estado aún muy incipiente. ¿Pueden entonces las infraestructuras digitales y las nuevas tecnologías mejorar la productividad de la cadena de producción y exportación en el Valle de ICA?
Desde CAF -banco de desarrollo de América Latina-, venimos liderando, con la participación de Cepal, Asiet, el Consejo Iberoamericano de Competitividad y Productividad, y el apoyo de Telefónica, una iniciativa regional para el desarrollo del Internet Industrial en América Latina y el Caribe que potencie la digitalización de los sectores económicos. En una primera fase, con el liderazgo del Ministerio de la Producción de Perú, pretendemos mejorar la productividad del clúster agroindustrial del Valle de Ica y su corredor logístico, promoviendo la adopción y uso de tecnologías digitales en todos los eslabones de la cadena de valor.
Con un buen desarrollo digital, existen enormes oportunidades para integrar a las pymes logísticas y agrícolas en la cadena de valor de las grandes empresas exportadoras. La innovación y digitalización del aparato productivo contribuiría a aumentar la productividad no solo en el Ica, sino en todas las economías de América Latina
Visto así, hay una necesidad por integrar a las pymes en la industria digital y así facilitar su integración en las cadenas de valor cada vez más globales y digitalizadas y evitar el crecimiento observado en las brechas de productividad. Este será un factor crítico de éxito en el desarrollo de la industria 4.0 en América Latina, si se quieren mejorar las fronteras de eficiencia de las firmas, facilitar los encadenamientos productivos y habilitar nuevas oportunidades para que estas empresas se incorporen a las cadenas globales de valor.
Si la productividad y competitividad de la agroindustria en el Valle de Ica dependen de la eficiencia en la gestión de los recursos hídricos, la gestión del suelo y la optimización de los procesos logísticos, serán claves las plataformas de integración de procesos entre actores: transportistas, aduanas, sistemas portuarios y centros de acopio, así como los sistemas de gestión y verificación de la información mediante tecnologías tipo blockchain. Las infraestructuras digitales y las tecnologías que habilitan la industria 4.0 (e.g. IoT, cloud, big data, analytics, M2M, blockchain) juegan un rol crítico en facilitar una verdadera transformación de toda la cadena agroexportadora.
En el desarrollo de esta iniciativa, junto a las autoridades públicas del país y las empresas que integran la cadena de valor, se abordarán diferentes iniciativas en torno a factores críticos como infraestructura digital, financiación, política y transferencia tecnológica, industria 4.0, hubs y aceleradoras para startups, networking, fomento del desarrollo de clusteres y centros tecnológicos, educación y formación, políticas de integración de pymes en cadenas de valor, normativas y crowdfunding, entre otros.
El objetivo final es promover en las empresas el uso de tecnologías digitales que permitan la recolección y tratamiento de datos y, con ello, la monitorización de la producción de una forma más flexible y eficiente. Los cambios requeridos no son exclusivamente tecnológicos, sino que se necesitan cambios organizativos, cambios en los modelos de negocio y en los procesos operativos de las empresas.
En conclusión, la transformación digital en los países de América Latina pasa necesariamente por promover la digitalización del aparato productivo de cara a la cuarta revolución industrial y la necesaria mejora de la productividad de las pequeñas y medianas empresas. Para ello, la Agenda Digital de CAF apoya el desarrollo de estrategias que promuevan la disponibilidad de nuevas tecnologías que cambiarán revolucionariamente la calidad de vida de los ciudadanos, el empleo, las formas de producción y el relacionamiento de los gobiernos.