Federico Vignati
Ejecutivo Principal de la Vicepresidencia del Sector Privado en CAF
Para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París, un informe reciente de Bloomberg Energy Transition Investment Report 2024, destaca que se requieren inversiones globales en la transición energética que alcancen un promedio anual de USD 4.84 billones entre 2024 y 2030. Esto representa casi tres veces las inversiones registradas en 2023. América Latina y el Caribe (ALC), junto con Canadá, invirtieron USD 83 mil millones en 2023, con Brasil liderando la región al aportar USD 34.8 mil millones, posicionándose como el sexto país a nivel mundial en inversiones para la energía limpia y renovable.
A pesar de los avances en la descarbonización de la matriz energética global, con especial destaque para China, la Unión Europea y Estados Unidos, el financiamiento climático sigue siendo un gran desafío global y no se limita al cambio de la matriz energética, de una sucia para una limpia.
La aceleración del financiamiento para la transición energética, cuya finalidad, desde el punto de vista de mitigación, no es nada más que evitar nuevas emisiones de CO₂ en la atmósfera, es solo una de las múltiples dimensiones que requieren financiamiento climático, siendo esta una muy relevante, pero no la única.
Lograr los resultados necesarios para limitar el calentamiento global dentro del rango de 1. 5º - 2º por encima de los niveles preindustriales hacia 2050, como propone el Acuerdo de París, exige financiar otra dimensión menos madura y que presenta más riesgos desde el punto de vista financiero: la captura de carbono de la atmósfera.
El IPCC afirma que las tecnologías de captura de carbono pueden reducir las emisiones globales de CO₂ en aproximadamente 1.7 a 4.0 gigatoneladas anuales para 2030, lo que representa entre el 14% y el 20% de las reducciones necesarias para limitar el calentamiento a 1.5ºC.
En este contexto, se destacan dos segmentos que requieren financiamiento directo o vía créditos de carbono y que son complementarios. El segmento de Soluciones Climáticas Naturales (SCN) formado principalmente por proyectos que ponen en valor la captura de carbono realizada por especies vivas, tanto en la tierra como en los océanos. El segundo segmento es el de Soluciones Climáticas Tecnológicas (SCT), aquí se incluyen tecnologías en desarrollo que tienen la capacidad de capturar, almacenar o transformar el CO₂ en insumos de uso industrial, inclusive en energía.
La necesidad de acelerar la disponibilidad de recursos financieros orientados a la descarbonización es un factor crítico para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París.
Para lograr esto, es fundamental que el financiamiento climático esté diseñado para atender los desafíos de la mitigación, desde una perspectiva amplia, quiere decir, tanto para evitar emisiones adicionales de Co2 en la atmósfera a través de energías limpias y renovables, eficiencia energética, gestión de residuos y agricultura regenerativa, como para, capturar el Co2 ya existente.
El financiamiento climático de mitigación sea para evitar como para capturar Co2, representa una nueva línea de trabajo del sector financiero, que ofrece a las instituciones actuantes, una oportunidad muy evidente y relevante para ampliar su impacto positivo en la sociedad.
Desde la Iniciativa Latino Americana y del Caribe del Mercado de Carbono (ILACC), diseminamos información que contribuye con el posicionamiento competitivo de la región en este mercado, buscando diversificar la base de oportunidades de financiamiento climático, en este caso en particular, a través de la oferta de créditos de carbono de alta calidad.