Federico Vignati
Ejecutivo Principal de la Vicepresidencia del Sector Privado en CAF
La cadena de valor de los créditos de carbono está formada por comunidades, asociaciones, emprendedores, desarrolladores, certificadores, distribuidores, proveedores de servicios tecnológicos, abogados, auditores y otros que participan en originación de la oferta, comercialización y verificación de impacto. Solo con una buena articulación entre todos estos actores será posible lograr la integridad o calidad de un crédito de carbono.
Podemos entender la integridad de un crédito de carbono como la combinación de diferentes buenas prácticas ejecutadas en su cadena de valor, donde podemos destacar:
- la capacidad de reducir riesgos como la impermanencia del activo ambiental;
- la asertividad y transparencia en la medición de emisiones evitas y capturadas;
- la adicionalidad social, que se verifica con los indicadores de distribución equitativa de beneficios para las comunidades y emprendedores locales; entre otras buenas prácticas.
Por otro lado, las cadenas de valor que no obedecen principios básicos de transparencia, trazabilidad, adicionalidad y distribución justa de beneficios, entre otros, difícilmente tendrán un impacto consistente en la mitigación de carbono que ofrecen, principalmente a medio y largo plazo.
Todo esto nos permite concluir que, detrás de un crédito de carbono de calidad, hay un sistema de valores compartidos, que lo sustenta o, todo lo contrario, que lo debilita.
Desde la Iniciativa Latinoamericana y del Caribe del Mercado de Carbono (ILACC), trabajamos para mejorar la competitividad de la oferta de créditos del mercado voluntario. Entre nuestras metas está que la región sea reconocida como un generador confiable y, más que eso, como la primera opción como proveedor de créditos de carbono, principalmente en el segmento de soluciones climáticas naturales, donde ALC concentra cerca del 30% del total de la oferta global.
Para alcanzar esta meta, resulta fundamental que los diferentes actores que integran la cadena de valor del mercado de carbono voluntario en ALC compartan entre sí principios y criterios de integridad. Estos principios tienen el papel de alinear estándares, procedimientos y buenas prácticas que mejoran la práctica operativa, y le ofrecen consistencia a la oferta de créditos de carbono generados.
En el sentido de colaborar con el fortalecimiento de la cadena de valor de los créditos de carbono de ALC y consecuentemente con la integridad de la oferta, ILACC viene implementando el Programa de Trabajo 2022-2023, donde se destacan como actividades centrales:
- el mapeo de originadores y desarrolladores en ALC;
- la sistematización y difusión de indicadores de económicos y de mercado, a través del Observatorio ILACC;
- la preparación de una propuesta básica de taxonomía y principios de integridad que se está construyendo en coordinación con los 13 bancos nacionales de desarrollo, que integran el Comité de Gobernanza de ILACC y miembros del Comité Científico.
El contexto actual de emergencia climática declarado por las Naciones Unidas en 2020, es un llamado a todos los sectores de la sociedad para reforzar la colaboración multisectorial e intersectorial.
La responsabilidad por la acción climática no puede ser entendida, por lo tanto, como el resultado de una determinada área, sino como un objeto de acción compartida, a lo interno de cualquier estructura organizacional, y esto incluye naturalmente a los actores que integran la cadena de valor de los créditos de carbono en el mercado voluntario.
Este es el momento de combinar capacidades con el objetivo de ampliar el efecto de nuestros esfuerzos individuales, buscando impulsar una verdadera transformación social que nos lleve hacia una economía donde la eficiencia climática y el impacto positivo en la naturaleza sea la regla y no la excepción.
