Hambre cero y salud en América Latina y el Caribe

Fecha artículo: 02 de septiembre de 2024

América Latina y el Caribe (ALC) enfrenta diversos desafíos para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). El progreso hacia las metas ODS ha sido heterogéneo y desigual.

El Reporte de Desarrollo Sostenible 2024 asigna a la región un promedio de desempeño de 70.2 en el índice de ODS, por encima del promedio mundial de 66.3, pero aún enfrenta grandes retrasos en áreas críticas, como el ODS 2 (Hambre Cero) y ODS 3 (Salud y Bienestar).

El índice ODS, sobre un total de 100 puntos, es encabezado por Finlandia (86,35); y es Chile, con 77.82 puntos, el país de ALC con mejor ubicación. Chile ocupa el puesto 32 del ranking global, seguido por Uruguay, en el puesto 34 con 77.09 puntos.

El logro de los ODS 2 y 3 es particularmente relevante en el contexto de ALC, donde la inseguridad alimentaria y las desigualdades en el acceso a la salud siguen siendo desafíos importantes. Las intervenciones en estas áreas no solo mejoran la calidad de vida, sino que también contribuyen al desarrollo económico y la estabilidad social de la región.

El ODS2: Hambre Cero

El ODS 2 se centra en garantizar que todas las personas, especialmente las más vulnerables, tengan acceso a alimentos suficientes y nutritivos durante todo el año. Para esto, es necesario promover el fortalecimiento de los sistemas alimentarios, incluyendo la promoción de la agricultura sostenible y las buenas prácticas nutricionales.

Entre los desafíos que la región enfrenta para avanzar hacia las metas del ODS2 se encuentran las altas prevalencias de malnutrición, destacando la desnutrición crónica y el sobrepeso/obesidad. Aunque se han logrado avances en la reducción de la prevalencia de la desnutrición crónica infantil, aún persisten desafíos significativos en varios países de la región. Bolivia, por ejemplo, presentaba una de las tasas más altas de desnutrición crónica en América Latina, afectando al 16% de los niños menores de 5 años (EDSA 2016). Honduras también enfrenta una situación preocupante, con aproximadamente el 23% de los niños menores de 5 años afectados por desnutrición crónica (ENDESA 2019).

Asimismo, la obesidad ha mostrado un aumento alarmante en toda la región, con una tendencia sostenida al alza. Este fenómeno se atribuye en gran parte al elevado consumo de productos ultraprocesados y a estilos de vida sedentarios. Según la OPS, cerca del 60% de los adultos en América Latina tienen sobrepeso o son obesos, lo que representa un incremento de hasta de un 30% en los últimos 10 años. Esta situación plantea un doble desafío para los sistemas de salud, que deben enfrentar tanto la desnutrición como las enfermedades relacionadas con el exceso de peso.

Por su parte, los sistemas alimentarios de la región son históricamente débiles. Las prácticas agrícolas no son sostenibles, contribuyendo a la degradación ambiental y al cambio climático. Adicionalmente las pérdidas de cosechas, desperdicios, ineficiencias en transporte, almacenamiento e inadecuados hábitos de consumo, debilitan las cadenas alimentarias. Según la FAO (2022), aproximadamente el 20% de los alimentos disponibles en América Latina y el Caribe se pierden o se desperdician a lo largo de la cadena de suministro alimentario. Esto equivale a cerca de 127 millones de toneladas de alimentos al año.

La variabilidad en la producción agrícola, junto con el cambio climático, los conflictos bélicos, la migración y la falta de infraestructura para una adecuada cadena alimentaria, entre otras; impiden el cumplimiento de la meta de “Asegurar el acceso a alimentos nutritivos y suficientes durante todo el año”, en particular para la población más vulnerable. Si a esto se suma el fácil acceso a productos ultra procesados, así como los hábitos alimentarios y de estilos de vida actual, hacen que la meta de “erradicar todas las formas de malnutrición para 2030” también sea difícil de alcanzar para la región.

El ODS 3: Salud y Bienestar

Este ODS busca garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las edades. En la región, el alcance de este objetivo también enfrenta importantes desafíos como el insuficiente acceso a Servicios de Salud. La cobertura y calidad de los servicios de salud varían mucho en la región y al interior de los países, donde las áreas rurales y las comunidades aisladas y vulnerables suelen tener aún menos acceso a servicios de salud esenciales. Además, en la región existe una elevada prevalencia de Enfermedades No Transmisibles (ENT). Las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la diabetes son las principales causas de muerte, exacerbadas por factores como el estilo de vida y el entorno.

En este contexto, la meta de “Reducir la tasa mundial de mortalidad materna a menos de 70 por 100,000 nacidos vivos” es particularmente difícil de alcanzar para la mayoría de los países de ALC, en particular en Haití, Guyana, Bolivia y Honduras, que muestran razones de mortalidad materna que superan las 100 muertes maternas por 100.000 nacidos vivos (UNICEF 2021, BM 2020). Las desigualdades en el acceso a la atención sanitaria de calidad, la falta de infraestructura y recursos médicos adecuados, las barreras culturales y limitaciones económicas, dificultan significativamente las acciones hacia el logro de esta meta.

El cumplimiento de los ODS requiere un compromiso global, colaboración intersectorial y una financiación adecuada. La banca multilateral tiene un papel crucial en facilitar estos procesos, proporcionando los recursos y el apoyo técnico necesario para abordar estos desafíos de manera integral y sostenible.

Alcanzar los ODS, especialmente los 2 y 3, es más que una meta aspiracional; es una necesidad urgente para asegurar un futuro en el que todas las personas puedan vivir con dignidad, seguridad y salud. Estos objetivos no solo son fundamentales para el bienestar individual, sino también para la paz y la prosperidad global. La acción colectiva y la cooperación internacional son imperativas para superar los obstáculos actuales y avanzar hacia un mundo más equitativo y sostenible para todos.

CAF como impulsor de los ODS 2 y 3 en la región

CAF desempeña un papel fundamental en el apoyo a la región para mitigar los desafíos que los países enfrentan para alcanzar los ODS.

Desde la agenda de salud y nutrición de CAF promovemos el fortalecimiento de los sistemas de salud financiando el acceso y mejora de los sistemas de salud, incorporando avances en tecnología y fortaleciendo la calidad y eficacia de los servicios esenciales, incluyendo la preparación y respuesta a emergencias, especialmente en áreas rurales. CAF ha aprobado más de 3.000 MM USD para esta agenda. CAF también es un actor que puede brindar apoyo a políticas de Salud Pública, cooperando de manera directa con los gobiernos y organizaciones internacionales para implementar políticas que aborden las enfermedades no transmisibles y promuevan estilos de vida saludables.

Para apoyar a los países en la búsqueda del ODS 2, CAF promueve el fortalecimiento de los sistemas alimentarios a través de su estrategia de seguridad Alimentaria y Nutricional. Invertimos en proyectos que promuevan un acceso sostenible a alimentos nutritivos, prácticas agrícolas sostenibles y mejoras en la infraestructura y tecnología agrícola para la eficiencia de las cadenas alimentarias. Es nuestra prioridad apoyar los pequeños productores y vincularlos a las cadenas de valor, así como fortalecer intervenciones y programas de nutrición para mejorar la calidad de vida de nuestros beneficiarios.

En todos los casos, consideramos importante el desarrollo de la Innovación, investigación y desarrollo de nuevas tecnologías para los sistemas alimentarios y la salud, incluyendo soluciones digitales para la gestión de información para la toma de decisiones.

El reto no es sólo de los gobiernos de la región. La banca multilateral y las agencias de desarrollo juegan un papel crucial para el alcance de los objetivos. Desde CAF promovemos la participación de nuestros países miembros a distintos niveles, incluyendo las agencias de cooperación y la sociedad civil.

CAF es un catalizador de fondos y un articulador de actores para el logro de los objetivos de desarrollo sostenible en nuestros países miembros.

Dilberth Cordero Valdivia

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Dilberth Cordero Valdivia

Ejecutivo Principal, Dirección de Proyectos de Desarrollo Social

Dilberth Cordero Valdivia, boliviano de nacimiento, es médico pediatra clínico, con maestrías en salud pública y en nutrición. Tiene una amplia trayectoria y experiencia como consultor internacional para el diseño, adecuación y evaluación de programas e intervenciones orientadas a la salud y nutrición de la niñez y en el curso de vida. Actualmente coordina la agenda de salud y nutrición de CAF.

Andrea Rousset

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Andrea Rousset

Ejecutiva de la vicepresidencia de Desarrollo sostenible de CAF

Andrea Rousset, Bachelor in Economics de la Universidad de Houston, MBA del IESA. Ejecutiva de la vicepresidencia de Desarrollo sostenible de CAF, con experiencia en la formulación y administración de proyectos de cooperación técnica. Actualmente trabaja en el equipo de Nutrición Infantil de CAF, apoyando el impulso de una nueva agenda que, desde un abordaje multisectorial, busca contribuir a reducir la prevalencia de desnutrición crónica y deficiencias de micronutrientes en la infancia temprana en los países de la región.

Categorías
Salud y nutrición

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