Sebastián Abatemarco
Director de Proyectos de Desarrollo Sostenible Región Sur de CAF
Este artículo también se publicó en Infobae
Está comprobado que la inversión en capital humano es una de las más rentables que una sociedad puede hacer. El obstáculo para su consecución suele estar en que, a pesar de que el retorno de la inversión a largo plazo es sustancioso, el impacto social no es observable de forma inmediata.
Esta situación ralentiza las inversiones de numerosos gobiernos de la región, al considerar más urgentes otros sectores y, como consecuencia, los avances educativos, especialmente en pertinencia y calidad, no se producen a la velocidad deseada.
De todas formas, algunos países en la región se están planteando transformar esta realidad. Un ejemplo lo tenemos en la Provincia de Jujuy, al norte de Argentina, que con una población cercana a los 700 mil habitantes y con una matrícula de alrededor del 40%, está abordando las principales restricciones que enfrenta en materia educativa.
Actualmente, en la Provincia de Jujuy 6 de cada 10 niños entre 3 y 4 años no asisten al jardín infantil; el 45% de los chicos de secundaria no superan las pruebas aprender y el 52% no terminan la secundaria; la primera causa de deserción en niñas es el embarazo adolescente y el cuidado de niños y adultos. Además, en materia de pertinencia y calidad la provincia ofrecía hasta hace escaso tiempo más de 100 orientaciones curriculares desactualizadas y desalineadas de los mercados laborales, y aún cuenta con sistemas y procedimientos obsoletos, burocráticos, incompatibles entre sí y poco eficientes para ofrecer servicios educativos de calidad.
Ante esta problemática desde CAF -banco de desarrollo de América Latina-, estamos formulando, alineados con las políticas sectoriales a nivel regional y nacional, el Programa de Mejora del Acceso y la Calidad Educativa (PROMACE), que pretende contribuir a cambiar la matriz productiva en el mediano y largo plazo, mediante reformas en la educación provincial a través de 2 estrategias trasversales especializadas a favor de poblaciones vulnerables: la atención a la primera infancia en familias de padres adolescentes; y a los adolescentes de zonas rurales. Adicionalmente, el programa afronta las principales restricciones de calidad y pertinencia a través de acciones dirigidas a la adecuación del cuerpo docente y directorio, la actualización de la malla curricular, el equipamiento tecnológico y su uso para el aprendizaje, así como actividades de acceso con la construcción de nueva infraestructura educativa y renovación de la existente, en las zonas urbanas y periurbanas de la Provincia, alcanzando a la totalidad de la matrícula. Este abordaje integral de la problemática no solo mejorará los índices de desarrollo humano local sino que apunta a convertir a la Provincia en un polo tecnológico sustentado en capacidades endógenas.
Para allanar las restricciones de acceso, PROMACE construirá 103 escuelas: 15 de ellas son jardines de infancia dentro o en las adyacencias de escuelas secundarias en zonas con alta incidencia de embarazo adolescente; 40 son escuelas secundarias rurales mediadas por TIC para cubrir la demanda de los chicos en las zonas rurales que hoy, al culminar su escuela primaria, no tienen manera de continuar sus trayectorias educativas; 8 son escuelas tecnológicas (agro técnicas, técnicas en energía renovables y química basada en litio); y 40 son escuelas en todos los niveles en las zonas urbanas y periurbanas de las principales ciudades de Jujuy, a fin de atender la totalidad de matrícula actual.
En cuanto a calidad y pertinencia, la provincia implementará una nueva malla curricular basada en 13 orientaciones acordadas entre el sector educativo, la sociedad civil y el sector privado, y que priorizan las áreas de conocimiento que hacen parte de la nueva matriz productiva provincial. Asimismo, se actualizará el equipamiento tecnológico y se priorizará la formación docente y directora, incorporando metodologías novedosas como la formación situada o formación entre pares que ha probado ser muy exitosa para la incorporación rápida de aprendizajes (ejemplos médicos), con el fin de aportar al desarrollo de las habilidades de ser, hacer y aprender que reclama el mundo laboral de hoy.
Una de las herramientas más poderosas para romper con el rezagado educativo de la región es fomentar la calidad y la pertinencia, para lograr un desarrollo más amplio y generar más oportunidades competitivas tanto para los ciudadanos como para los países.
Para asentar la calidad y la pertinencia en la agenda pública de Argentina y de América Latina, desde CAF estamos promoviendo inversiones dirigidas al desarrollo del capital humano, a crear sistemas de gestión modernos e innovadores acordes a las políticas educativas de vanguardia, y a reducir los entornos de exclusión que hacen parte estructural de la pobreza económica y social que padece la región.